Sé que no estoy sola cuando pienso en esa inquietud que arrastro conmigo todos los días acerca del tiempo que estoy lejos de mi hijo y el efecto que esto tendrá en él. El estrés de las madres sobre la limitada cantidad de tiempo de calidad que pasamos con nuestros hijos e hijas y sobre su bienestar se ha convertido en un hilo común de las conversaciones entre madres. Y para las madres solas, esta tensión es aún más aguda.
Existe evidencia de los beneficios sociales y emocionales a largo plazo que se dan en los niños y niñas cuando la madre se queda en casa durante su primer año de vida, o cuando se forja una relación materno-filial segura durante sus primeros dos años de vida. Y, más recientemente, también se ha documentado cómo tener un progenitor en casa beneficia los resultados escolares de los hijos mayores.
Queridas madres trabajadoras: en este Día de la Madre, ¡dejemos la culpa a un lado y felicitémonos! Porque las madres que trabajamos fuera de casa hacemos por nuestros hijos e hijas más de lo que nosotras mismas creemos.
Y aquí están algunos hechos que, según un reciente estudio de Harvard Business School, lo demuestran. Las hijas de madres trabajadoras tienen más probabilidades de tener un empleo, ocupar puestos de supervisión y ganar salarios más altos que aquellas cuyas madres se quedan en casa a tiempo completo. En cuanto a ellos, los hijos de madres que trabajan tienen más probabilidades de contribuir en las tareas del hogar y el cuidado de los niños al ser adultos.
Los autores del estudio encontraron que, al realizar diversas actividades, las madres trabajadoras presentan modelos alternativos a sus hijos e hijas, dejándoles ver que hay múltiples funciones que las mujeres y los hombres pueden jugar en la vida laboral y en el hogar. Lo más sorprendente para mí es la conclusión de que ser criado por una madre que trabaja conduce a “actitudes de género más igualitarias al ser adultos.” Este hallazgo es válido para los 24 países estudiados, incluyendo Chile y México.
Madres trabajadoras: sus beneficios en los hijos
Y este no es el primer estudio en señalar beneficios en vez de efectos negativos asociados al trabajo de las mujeres fuera del hogar. De hecho, la revisión de 50 años de investigación sobre los efectos del empleo materno en los logros de los niños y niñas encontró que aquellos cuyas madres volvían a trabajar cuando tenían entre 1 y 3 años no tenían problemas académicos o de comportamiento mayores que los niños cuyas madres se quedaron en casa. De hecho, tenían una mayor tendencia a lograr mejores resultados en la escuela y sufrir menos depresión y ansiedad. Los efectos positivos eran particularmente fuertes en aquellos niños provenientes de familias de bajos recursos o con un solo progenitor.
Otro estudio va incluso más allá, y defiende que tener una madre que trabaja fuera de la casa beneficia el rendimiento académico de sus hijos e hijas, siempre y cuando vivan en un lugar con programas activos de apoyo. Este es precisamente el caso del país objeto del estudio, Dinamarca, que cuenta con generosas políticas de licencia parental y realiza importantes inversiones en el cuidado durante la primera infancia.
Esto recalca algo que toda madre que trabaja fuera de casa sabe: que podemos ser un modelo de conducta eficaz y positivo para nuestros hijos e hijas –como explicaba en un post anterior– si encontramos el apoyo adecuado en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.
En el trabajo, con licencias parentales adecuadas, medidas de conciliación y flexibilidad durante el embarazo y la lactancia. En casa, mediante la promoción de una mayor corresponsabilidad en la crianza de los hijos y el trabajo familiar. En nuestra comunidad, con programas de coaching y grupos de apoyo.
Y, por supuesto, una oferta asequible de cuidado infantil de calidad debe complementar este apoyo. La baja calidad del cuidado infantil está vinculada a diversos resultados negativos para los niños y niñas que toda madre que trabaje fuera de la casa quiere evitar.
Queridas madres trabajadoras, queridas madres en casa: feliz Día de la Madre y que todo aquello que deseas para tus hijos e hijas se haga realidad.
Mosi Mosquera Dice
Gracias por este blog! Madres que trabajan sí. Pero madres que sólo trabajan o que priorizan siempre el trabajo sobre los niños, dudo que tenga un efecto positivo… si no, para qué los tuvimos? Para que otros personas les den los cuidados? El balance y la estructura de horarios laborales que permita la dedicación a los hijos y a la familia es imprescindible para tener “éxito” (el verdadero éxito, no sólo el profesional). Saludos!