A casi tres años del cierre generalizado de las escuelas, los primeros datos oficiales permiten comenzar a medir los costos reales de la pandemia. La asistencia escolar de estudiantes entre 6 y 23 años ha caído 1.7 puntos porcentuales, que equivale a tres millones de estudiantes adicionales en condición de exclusión. Estas cifras son menores a las pronosticadas originalmente; sin embargo, hay razones de peso para esperar que el impacto siga creciendo en los próximos meses.
El Banco Interamericano de Desarrollo llevó a cabo un estudio sobre los efectos de la pandemia sobre la asistencia escolar y la vinculación efectiva de los estudiantes (calidad de las interacciones y número efectivo de horas de estudio a la semana, más allá de la matriculación formal). A diferencia de las estimaciones dadas a conocer en los primeros meses de la pandemia, que fueron hechas a partir proyecciones estadísticas y supuestos sobre la duración de los cierres, este nuevo estudio se basa en encuestas de hogares y estadísticas oficiales.
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Hablemos de política educativa 10 – Estudiantes desvinculados: los costos reales de la pandemia
El saldo parcial de exclusión educativa
Con corte a finales de 2020, las estadísticas nacionales arrojan una disminución de 1.7 puntos porcentuales en promedio en la tasa de asistencia escolar de los estudiantes entre 6 y 23 años. Esto equivale a la salida de alrededor de 3 millones de estudiantes del sistema educativo, que se suman a los cerca de 30 millones de niños, niños y jóvenes en edad de estudiar excluidos del sistema educativo antes de la pandemia.
Aunque no deja de ser significativo, este efecto es menor al proyectado por algunas de las estimaciones iniciales. Además, está fuertemente concentrado en los niveles educativos superiores: la educación superior muestra una caída promedio de 2.5 puntos porcentuales y la secundaria alta de 2.2, mientras que en primaria y secundaria baja el promedio es menor al 1 por ciento. Sin embargo, las tasas de inasistencia disponibles hasta el momento no cuentan la historia completa sobre los costos de la pandemia. Hay dos rutas principales por las que es posible anticipar una exclusión educativa mayor en el mediano plazo.
Un mayor riesgo de abandono :
La pandemia tuvo como consecuencia un aumento importante de la cantidad de estudiantes en hogares cuyo jefe del hogar no cuenta con empleo y, como se puede ver en la gráfica siguiente, las caídas en asistencia escolar tienden a ser más pronunciadas en estos hogares:
Cambio en asistencia escolar promedio en hogares cuyo jefe(a) de hogar no cuenta con empleo
Esto indica un alto riesgo de abandono vinculado con necesidad económica que debe ser atendido mediante apoyos focalizados y condicionados a la permanencia de los estudiantes en la escuela para aquellas familias cuyo ingreso se ha visto afectado severamente durante la pandemia.
Adicionalmente, las encuestas en hogares muestran una reducción significativa de las horas dedicadas al estudio. En algunos casos hasta el 50% de los alumnos reportó dedicar cero horas al estudio cada semana. Esta disminución de horas dedicadas al estudio aumenta el riesgo de exclusión escolar. De acuerdo con un estudio probabilístico realizado en México, el tiempo dedicado al estudio hoy tiene efectos sobre la asistencia escolar en un plazo de 9 a 12 meses.
A falta de políticas deliberadas para reenganchar a los estudiantes con su proceso de aprendizaje como la flexibilización y la remediación de pérdidas, existe un riesgo acentuado de que la exclusión escolar siga en aumento por un periodo prolongado.
La sombra de la desigualdad
La pandemia reforzará las desigualdades preexistentes en todas sus dimensiones: entre comunidades urbanas y rurales, escuelas públicas y privadas, entre hombres y mujeres y entre estudiantes ricos y pobres. Las pérdidas de horas de estudio, por ejemplo, fueron más importantes para los estudiantes de mayor edad y para los más pobres, que tenían interacciones de menor calidad con sus profesores.
El acceso efectivo a las tecnologías que posibilitan la educación remota e híbrida es el principal canal de reproducción de la desigualdad en la región. Por ejemplo: mientras 86% de los docentes de tercero y sexto en Uruguay reportó que sus alumnos tienen acceso a plataformas digitales, en Perú cerca del 40% del alumnado manifestó no haber tenido contacto con sus docentes en el seguimiento de las actividades escolares.
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Hablemos de política educativa 10 – Estudiantes desvinculados: los costos reales de la pandemia
La dimensión de la crisis educativa detonada por la pandemia del Covid-19 no debe soslayarse. El análisis cuidadoso de la información estadística disponible puede ayudarnos a anticipar riesgos y diseñar políticas efectivas para mitigar sus costos.
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