Desde el equipo de primera infancia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estamos trabajando para proteger a los más pequeños de la región. Entérate cómo.
Alrededor de 19,6 millones de niños que pertenecen al nivel prescolar se encuentran temporalmente fuera de las aulas debido al COVID-19 (esto es, menores de 5 o de 6 años, según la estructura de este nivel en cada país). Todo indica que entorno al 90% de los centros de primera infancia de la región permanecerán cerrados mientras continúen las medidas de cuarentena. A esto se suma que los servicios de acompañamiento familiar que regularmente operan a través de visitas domiciliarias o de encuentros grupales, también estarán temporalmente suspendidos respetando las normas necesarias de distanciamiento social impuestas.
Esta disrupción en los servicios, y al interior del hogar, no tiene precedentes y, a menos que se actúe rápido, las consecuencias en el desarrollo infantil pueden ser devastadoras. Los niños (en particular quienes viven en situación de pobreza) se encuentran entre los más vulnerables ante las consecuencias económicas de una crisis, son los que primero quedan desatendidos y, casi siempre, en los que menos se invierte. Esta pandemia los ha invisibilizado aún más, en parte, porque desde el punto de vista médico, el virus les afecta en menor medida.
Si a las brechas de desarrollo infantil ya existentes en la región le sumamos la agudización de la pobreza debido a la pérdida de empleo de los adultos por las restricciones impuestas, el acceso desigual a los servicios de salud y saneamiento, el limitado conocimiento sobre herramientas virtuales de aprendizaje y las brechas en las capacidades parentales, el resultado puede ser una catastrófica pérdida de capital humano. Ante esta realidad, desde el equipo de primera infancia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estamos trabajando para proteger a los más pequeños de América Latina y el Caribe.
Para apoyar a los niños, debemos empezar por atender a sus familias
Las consecuencias de la interrupción de servicios de atención a la primera infancia van más allá de las netamente educativas. De hecho, un artículo reciente muestra que puede haber efectos negativos sobre la salud física y mental de los niños durante la cuarentena. No solo pueden volverse físicamente menos activos, tener más tiempo frente a una pantalla, desarrollar patrones de sueño irregulares y dietas menos saludables, sino que, y quizás más importante, su salud mental puede verse afectada por la falta del contacto personal con compañeros de clase, amigos y maestros, es decir, la falta de socialización.
En la situación actual de confinamiento, millones de madres y padres deben asumir el rol de promotores del desarrollo de sus hijos. Es así, que las prácticas de cuidado y crianza se vuelven particularmente cruciales. Muchos programas mantienen el contacto regular con sus familias usuarias a través del monitoreo de la salud y bienestar de los niños vía telefónica o enviando las actividades que se desarrollarían en la visita domiciliaria a través de vídeos enviados por WhatsApp, entre otros.
La atención del sector público a los niños durante la emergencia en América Latina y el Caribe
En estas circunstancias, existen tres retos fundamentales a los que están respondiendo los gobiernos:
- Alimentación. Garantizar la provisión segura de alimentos es crucial durante la primera infancia y esto, usualmente se llevaba a cabo en los centros de cuidado o prescolares. Para atender la continuidad de este servicio, varios países usan medios alternativos de distribución permitiendo que las familias recojan los alimentos en los centros o asegurando su entrega en los hogares.
- Entorno psicosocial y socioemocional. Continuar promoviendo el juego, las interacciones cálidas y receptivas y las prácticas de disciplina positiva, a pesar de los altos niveles de estrés y ansiedad que enfrentan los cuidadores y las familias, es fundamental para un desarrollo adecuado de los niños.
- Protección social. Brindar apoyo financiero a todas aquellas familias en riesgo de exclusión social o situación de vulnerabilidad debe ser prioridad ya que la ausencia de una fuente de ingreso de los cuidadores o familiares adultos puede, entre otras cosas, afectar directamente el desarrollo de los niños.
En el BID estamos trabajando en estrategias de apoyo a los programas ofreciendo herramientas para que las familias, los maestros y el personal de los servicios de primera infancia desempeñen este importantísimo rol. Apuntamos a cubrir las siguientes áreas detalladamente en una nota de política de próxima publicación.
- Programas de trabajo con familias (en hogares, centros de salud, grupos)
- Centros de cuidado infantil
- Prescolares
- Protección social
- Nutrición y salud
- Difusión de conocimiento (tablero de control, curso en línea, artículos, plataforma)
Es imprescindible que estas estrategias se diseñen de forma tal que lleguen a quienes las necesiten. Desde el BID seguiremos apoyando a los países de América Latina y el Caribe para mitigar el impacto que esta crisis puede tener en los niños y niñas de la región. Por esa razón, nos unimos a otras organizaciones en pro de la primera infancia para hacer un Llamado a la Acción para el Desarrollo Infantil Temprano y COVID-19. Juntos debemos priorizar la protección y el apoyo a los niños y sus cuidadores durante la respuesta y recuperación del COVID-19.
¿Qué esta haciendo tu gobierno para responder a las necesidades de los niños durante la pandemia? Cuéntanos en la sección de comentarios abajo o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Marcela Santos dice
La situación de la primera infancia en estos días está muy bien descrita en este artículo, y el hecho de que los gobiernos consideran que todos los esfuerzos se deben centrar en la prevención o afrontamiento del COVID, con lo cual “resultaría ser” que la atención y educación a la primera infancia deja de ser prioridad. Completamente erróneo. En Guayaquil, tristemente célebre por ser la ciudad más afectada por la pandemia (yo diría que es la ciudad que más ha afectado a sus ciudadanos con la pandemia) estamos desarrollando PREMI mi Casita Grande digital, una respuesta a la emergencia dirigida a la primera infancia y sus familias. Por medio de grupos de WhatsApp más la presencia en Facebook y otras redes, creamos espacios para mantener el vínculo e interacciones con las familias y para seguir promoviendo el desarrollo y aprendizaje infantil con bienestar. #PorUnaNiñezFeliz #AprendoEnCasa
Cata Campuzano dice
a propósito del tema: no creo que se hace mucho a más de entregar alimentos en domicilio pero me gustaría conocer si en términos de “intervención” cuentan ustedes con alguna metodología probada que pudiera servir de piloto para zonas rurales (ó urbano marginales); Ecuador vive un momento crucial que va a marcar su desarrollo. Si contamos con apoyo en acompañamiento -al menos- será más sencillo. En las zonas rurales se escucha aún radio pues la brecha digital asoma con gran ventaja por allá. Sin embargo consideramos que la se educa desde los espacios más breves y aspiramos conseguir desarrollar alguna actividad para probar la idea. Niños extrovertidos (que se expresen) nos garantiza una nueva generación activa en los quehaceres de su entorno social y productivo.
Gustavo Siles González dice
Nicaragua finaliza el Censo Nacional de talla para niños menores de 14 años:
“En 2018 teníamos en desnutrición aguda un 6%, la que se ha logrado disminuir a 5.3 % en 2019; y la desnutrición crónica que afecta la talla de los niños pasamos de 12.4 % a 11.4 %, y esta disminución se ha logrado gracias a la mejora de estado nutricional de los niños”, dijo la Ministra de Salud.
En el Plan de Salud nos hemos propuesto promover educación con los padres de familia, sobre cómo mejorar la merienda de los niños en el hogar, “promover el consumo de frutas y verduras de temporada y eliminar las comidas chatarras, la que también se busca eliminar en los Centros Escolares”.
Raúl Estrada dice
Buenas tardes,muy agradecido,por la informacion que se encuentra en el portal.
Aprovecho. La oportunidad para solicitar una asesoría entre lo privado público y comunidad
NaturalEcuador S.A biene trabajando en comunidades productoras y produciendo productos con valor agregado .
Un abrazo
Raúl Estrada Aguila
JOSE LUCAS ZEGARRA GRANDA dice
Como aporte, se debe trabajar con la sociedad civil organizada, como: clubes de madres, comedores populares y voluntariados. Para establecer una red de apoyo a la población vulnerable, que lamentablemente cambia según el amito del distrito o provincia.
Roberto Mejías dice
Hola. Trabajo en educación inicial en el nivel nacional en Chile. Estamos entregando mas de 80.000 canastas de alimentos cada 15 días a los niños que están matriculados en nuestros jardines infantiles. Existe una total cobertura para todos los niños, niñas y adolescentes de la educación pública. También estamos desarrollando materiales para la prevención del maltrato intrafamiliar en este contexto de pandemia. También tenemos un servicio de atención no presencial para apoyar la crianza y dar soporte al complejo escenario que estamos viviendo.
María Julia Piedrabuena dice
Buenos días, soy la asesora legal de la Defensora Municipal de NNA de la ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco, República Argentina, unas de las ciudades más golpeadas por el Covid-19, quisiera saber si hay programas o ayudas que pudiéramos articular.
Muchas Gracias,
Ada Mónica Alvarado Paucar dice
Buenas , soy directora del nivel inicial de una escuela de gestión privada en Lima Perú.
En nuestro colegio desde que se inició la pandemia Covid-19, sostuvimos que lo más importante era permanecer al lado de las familia y los niños . Para ello se programaron encuentros permanentes con la familia, a pesar de ello se notó la deserción principalmente de las familias de los niños de 3 años. Hemos continuado con la atención de los niños y niñas de 3 , 4 y 5 años a través de una plataforma , en la que realizamos encuentros sincrónicos y sesiones asincrónicas de libre disponibilidad para las familias, además talleres de pedagogía familiar con la psicóloga para ver estrategias de afrontamiento frente al stress y acciones de contención afectiva .