América Latina es una región altamente comprometida con la agenda de datos abiertos. La región posee la mayor cantidad de adopciones a la Carta Internacional de Datos Abiertos, y ha sido un actor relevante en la definición de sus principios. A la vez, la tecnología emergente y exponencial está exigiendo nuevos retos sobre la inclusión social y el diseño de políticas públicas para el futuro. La automación de decisiones se basa en gran parte por la información que se entregue. Siendo así, ¿será posible entonces disponer de datos más abiertos para responder a las necesidades cívicas de la era digital? Entrevistamos a Arturo Muente-Kunigami, especialista senior en Modernización del Estado del BID, sobre esta pregunta, inspirada por su documento que sistematiza los aprendizajes del seminario “Datos Abiertos para la Innovación Digital.” Sus respuestas ofrecen una visión general del estado de los datos abiertos y principales retos en la región actuales y a futuro.
El movimiento de datos abiertos ha ido surgiendo desde hace unos años alrededor del mundo. ¿Qué es lo que hace especial este movimiento en América Latina y el Caribe?
Desde 2012, América Latina y el Caribe se ha caracterizado por ser una región activa en la apertura y uso de datos abiertos.
Este compromiso con la apertura debería tener como correlato una política nacional que sienta las bases para garantizar el acceso, uso y re-uso de estos datos por parte del ecosistema y que contribuya a su sostenibilidad. En la actualidad, 7 países de América Latina han consolidado sus políticas nacionales de datos abiertos que sientan las bases legales y técnicas para la apertura: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú y Uruguay. Hay más países en la región que publican datos en portales abiertos, aunque no hayan creado aún estas bases legales.
¿Existen ya muchos datos abiertos en América Latina y el Caribe?
La región cuenta con más de 200 portales de datos abiertos; sin embargo, sólo 13 países cuentan con portales centrales y muchos de los datos publicados no cuentan con datos puramente abiertos. En la actualidad los desafíos residen en que las instancias subnacionales recopilen y publiquen datos en formatos acordes al estándar del portal central para que sean comparables e interoperables, y en mantener los conjuntos de datos actualizados y con un adecuado seguimiento de su uso.
Para continuar, ¿puedes aclarar la diferencia entre datos masivos y datos abiertos? ¿Uno puede ser ambos?
Son temas diferentes, pero sí pueden convergir. La palabra “masivo” se refiere a una cantidad. Entre más datos haya, más poderosos son los cálculos que se puede hacer con ellos. Ojalá también estos datos logren ser más representativos de la sociedad y sus necesidades, pero esto solamente pasa si sabemos qué datos tenemos y cuáles hacen falta para ser más inclusivos. Datos “abiertos” se refiere a la accesibilidad de los datos; quién o quiénes los pueden ver para evaluarlos o reutilizarlos. Creemos que los datos, masivos, abiertos e inclusivos, son esenciales para mejorar la confianza de los ciudadanos en sus estados y hacerles partícipes de la acción pública porque son materia crítica para informar el diseño de mejores servicios públicos.
¿A qué te refieres con datos inclusivos?
Los datos abiertos tienen el potencial de visibilizar desigualdades y contribuir a resolverlas. Para que esto pueda ser una realidad, en los casos donde no se atente contra la privacidad y la seguridad, los datos deben contar con el mayor grado de especificación posible y estar desagregados por género, nivel socioeconómico, geografía, etnia, entre otros. La falta de desagregación y/o la exclusión de segmentos de la población puede afectar de manera negativa el diseño de políticas públicas, como sucede en el caso del diseño de estrategias para la inclusión de mujeres en el sistema financiero en donde la falta de datos sobre mujeres que acceden a estos servicios puede limitar el impacto de la intervención. Entonces, en materia de inclusión, se necesitan más datos más abiertos.
¿Cuáles serían otros retos cuando hablamos sobre los datos abiertos y las tecnologías emergentes?
El principal reto tiene que ver con el otro lado de la inclusión, que se relaciona más a la inclusión en el acceso a tecnologías y al uso de datos abiertos. La revolución de los datos ha puesto a disposición de los ciudadanos un volumen de información sin precedentes. Para que esta democratización genere un impacto sobre el desarrollo, debe facilitarse el acceso a internet y a herramientas digitales que permitan a poblaciones históricamente vulnerables acceder, procesar y utilizar los datos. En la actualidad un 60% de la población mundial no tiene acceso a internet, 15% tiene internet por banda ancha y existen disparidades en el acceso a tecnologías digitales entre la población urbana-rural y por género. Ni que hablar de las habilidades necesarias para poder utilizar nuevas tecnologías y analizar los datos para generar valor (público o privado). La falta de iniciativas que se enfoquen en la reducción de estas brechas de acceso puede terminar ampliando las brechas de desarrollo ya existentes entre países y dentro de los mismos.
De cara al futuro, ¿cuáles serán los próximos pasos para poder lograr datos más abiertos en América Latina?
Hay mucho que decir sobre el futuro en este tema, desde lo particular a lo transversal. Destacaría los siguientes puntos:
- Institucionalizar el proceso de apertura de datos en toda la región de manera sostenible. Como se ha mencionado, aún existe mucha heterogeneidad en materia de apertura de datos en la regiónentre países y dentro de los países.
- Expandir el ecosistema e incluir a otros sectores y actores. La agenda de datos abiertos en la región ha girado tradicionalmente en torno a la agenda detransparencia y rendición de cuentas. Es importante expandir el alcance de las iniciativas de datos abiertos para llegar a otros sectores que podrían beneficiarse de la innovación y del emprendimiento que pueden acompañar a los datos abiertos, en particular el sector privado. Si bien ya existen algunas iniciativas en la región que están vinculando el valor de los datos al sector privado, éstas son pocas y aún no han logrado integrar totalmente al sector empresarial en el ecosistema de datos abiertos.
- Afianzar el ecosistema regional a través de iniciativas compartidas. Integrar mejor a todos los actores de la región a través de proyectos transversales que ayuden a mostrar la importancia de los datos y faciliten el uso y la reutilización a nivel regional.
- Promover la generación de capacidades básicas para democratizar el uso de los datos. Se ha reconocido que actualmente existe un grupo relativamente pequeño capaz de explotar el potencial de los datos abiertos. Si bien por un lado es necesario sensibilizar a los funcionarios públicos sobre la importancia de abrir datos ya que son un usuario clave para la implementación de reformas, también se debe trabajar en generar las capacidades necesarias en la sociedad para que una mayor proporción de ciudadanos pueda usar y reutilizar los datos abiertos.
- Sistematización del conocimiento. En varias instancias se solicitó una mejor sistematización del conocimiento existente sobre datos abiertos en la región, lo cual debería incluir también la generación de nuevo conocimiento, principalmente alrededor de lo que funciona y lo que no, con base en la experiencia previa. Esto ayudaría no sólo a países que están iniciando su trayecto de apertura, sino también a gobiernos subnacionales y generaría importantes aportes al conocimiento global.
Puedes leer más sobre los datos abiertos en América Latina, casos de estudio, y acciones hacía el futuro en esta publicación.
Por Arturo Muente-Kunigami, especialista senior de la división de Innovación para Servir al Ciudadano del BID. Entrevistado por Michelle Marshall del Departamento de Conocimiento, Innovación y Comunicaciones del BID.
Miguel Cuevas Dice
Pero la cuestión de “datos abiertos” ¿no expone a riesgo la seguridad de estos?
A no ser que no haya entendido bien, si se permite que un usuario tenga acceso a una base de datos, ¿no está exponiendo esta a usos inapropiados o quizás en detrimento del propio sistema?
Open Knowledge (admin) Dice
Hola Miguel,
Gracias por su comentario. Es muy interesante la pregunta. En general cuando hablamos de datos abiertos, se quiere decir que estos datos sean agregados y anonimizados. En este post, se habla de la posibilidad de desagregar los datos un poco para tener más detalle de lo habitual. Un ejemplo sería, en vez de solamente tener abierto el número de una población total de una zona, poder desagregarlo al número de hombres y mujeres, o grupos etarios. Esto permite entender la realidad a un nivel más específico sin todavía exponer a riesgo alguna identidad personal. Tener datos anonimizados significa no poder vincular los nombres, direcciones, fechas de nacimiento, u otro indicador personal a un dato particular.
Merecería todo un post para explicar en más detalle, lo cuál vamos a investigar.
Saludos,
Michelle