6 minutos de lectura.
Frente al paradigma de Gobierno Abierto en la gestión pública, la participación ciudadana se ha convertido en un factor clave para lograr cambios sustanciales en el espacio que habitamos. Los gobiernos y/o instituciones piden la opinión de la ciudadanía acerca de temas de interés público y luego de informar sobre la cuestión a tratar, recogen diversas perspectivas y opiniones que serán tomadas en cuenta para el armado de políticas públicas. Para que estos procesos sean efectivos, es necesario contar con las herramientas necesarias para planificarlos y llevarlos a cabo. Con el objetivo de facilitar el acceso a este conocimiento, desde Democracia en Red diseñamos una hoja de ruta con cuatro pasos para que los gobiernos de toda América Latina y el Caribe puedan utilizarla a la hora de diseñar y llevar adelante procesos de consulta ciudadana.
Etapas de una consulta ciudadana
Las consultas ciudadanas son llevadas a cabo por los gobiernos y por sus diversas instituciones en torno a temas de interés público. Estas consultas habilitan canales de participación a todas las partes afectadas e interesadas en las temáticas consultadas, y su finalidad es abrir el proceso de diseño e implementación de políticas públicas para que se consideren las distintas perspectivas y opiniones ciudadanas a la hora de tomar decisiones. Además, este tipo de consultas sirven como termómetros de la opinión pública y pueden aumentar la confianza entre gobiernos, ciudadanía y organizaciones. Para la implementación de una consulta ciudadana, recomendamos entender y seguir las siguientes etapas.
Etapa 1: Definición del tema y los objetivos
Es esencial definir los objetivos de la consulta y entender lo que buscamos:
- ¿Qué queremos lograr con el proceso de participación?
- ¿Cómo contribuye cada etapa a lo que nos proponemos lograr?
- ¿En torno a qué temas queremos la participación? ¿En qué no? ¿Por qué?
- ¿Qué espero obtener del proceso?
La respuesta a estas preguntas ayudará a determinar las herramientas, el público a consultar y los tiempos de consulta. Idealmente el organismo que lleva a cabo la consulta debe de tener la capacidad técnica para desarrollar las políticas o proyectos tratados en ella, y debe de estar comprobado el interés de la ciudadanía en la cuestión a tratar.
Etapa 2: Diseño de la consulta
2.1 Clasificación: Las consultas pueden clasificarse según ciertos criterios:
- Formato: digital, presencial, mixto, sincrónico, asincrónico
- Estructura: puede ser sobre un único tema o segmentada por temas/ejes/áreas.
Tipo de aporte: las consultas donde la ciudadanía puede participar sin restricciones son de aporte abierto, mientras que aquellas en que la ciudadanía solo elige entre dos o más opciones preestablecidas son de aporte específico.
2.2 Métodos y herramientas: Existe una gran variedad de herramientas de participación ciudadana, estas incluyen desde audiencias públicas presenciales y mesas de trabajo, hasta recursos digitales que permiten la participación asincrónica. Las diferentes metodologías, formatos y herramientas se pueden integrar, diseñando así procesos mixtos que pueden generar sinergias y lograr un mayor impacto.
2.3 Tiempo de la consulta: Los tiempos de cada consulta dependen del contexto y otros factores como las herramientas a utilizar, el público y el tipo de consulta. Lo más importante es establecer un plazo que contemple estos factores, respetarlo y ser claro en su comunicación con la ciudadanía.
Etapa 3. Estrategia de comunicación
La difusión puede ser amplia y por canales plurales, pero se recomienda complementar con comunicaciones específicas, dirigidas a grupos de actores expertos y/u organizaciones vinculadas al área temática de la consulta. En la página 23 de nuestro Kit ¿Cómo hacer una consulta ciudadana? se puede encontrar una pequeña matriz para identificar el tipo de audiencia que se quiere alcanzar.
La comunicación puede dividirse en 3 etapas:
3.1 Preparación: Previo al inicio de la consulta, te recomendamos diseñar la estrategia de comunicación con sus objetivos, identificar el tipo de audiencia, canales y cronograma, así como la redacción del contenido y confección de las piezas gráficas. En esta instancia también se recomienda contactar a posibles organizaciones, instituciones o personas aliadas en la difusión y estas podrán compartir la propuesta entre sus contactos y canales propios digitales y presenciales.
3.2 Consulta: Durante la consulta se ejecuta la campaña para convocar a la audiencia a participar. En esta etapa es importante monitorear la participación para evaluar si la comunicación es efectiva y ajustar en caso de no estar obteniendo los resultados esperados.
3.3 Cierre: Al finalizar el plazo de consulta, hay que comunicar el cierre, agradecer a quienes participaron, informarles sobre los resultados y darles una devolución sobre los próximos pasos y la incidencia que tuvo la consulta en la elaboración de la política pública.
Etapa 4. Proceso de retroalimentación
4.1 Análisis de la participación: Una vez completada la fase de recopilación de información, se debe analizar los resultados y las observaciones de la ciudadanía. Asumiendo que la organización que llevó a cabo la consulta tiene la capacidad de modificar las políticas o proyectos tratados en ellas, es en esta etapa cuando debe comenzar a bosquejarse como los resultados de la consulta impactarán la temática consultada.
4.2 Reporte de resultados y generación de retroalimentación: Es muy importante comunicar a las personas participantes cómo y en qué medida se tomaron en cuenta sus observaciones, así como también explicar por qué algunas de ellas no son tomadas en cuenta. De esta manera se puede generar una retroalimentación efectiva entre ambas partes que contribuya a la transparencia en la formulación de políticas, mejora la rendición de cuentas y posiblemente genera mejores propuestas en futuras consultas.
4.3 Evaluación del ejercicio de consulta: Por último, se debe realizar una evaluación final de cada etapa de la consulta. También es recomendable llevar una evaluación de seguimiento durante el desarrollo de las etapas con la finalidad de ir ajustando su alcance, objetivos, herramientas y métodos a lo largo del proceso.
Sobre Democracia en Red
Somos una organización basada en Argentina que usa la tecnología para adaptar la democracia al siglo XXI. Generamos estrategias para abrir las instituciones públicas promoviendo la participación ciudadana, y realizamos asesorías para Gobiernos y organizaciones en América Latina con el fin de reducir la brecha entre representantes y representados. Te invitamos a conocer nuestras tres herramientas de código abierto: Presupuestos Participativos, Elaboración Colaborativa de Normas y Consultas Digitales, disponibles en el repositorio de Código para el Desarrollo del BID.
Por Florencia Caffone y Federico Bertero de Democracia en Red.
Leave a Reply