Del 2 al 13 de diciembre, la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, bajo la presidencia de Chile, se realizará en Madrid con el apoyo logístico del gobierno español. Para impulsar la acción climática global, la COP25 o la 25ª Conferencia de las Partes en la CMNUCC se conoce como la “COP de la ambición” para alentar a los países a mejorar sus esfuerzos nacionales en virtud del Acuerdo de París para reducir emisiones y aumentar la resiliencia a los impactos del cambio climático.
Se espera que miles de delegados de todo el mundo, incluidos varios jefes de estado, ministros, negociadores del gobierno, representantes del sector privado, periodistas, activistas juveniles, alcaldes de ciudades y grupos de la sociedad civil asistan a la COP25.
Dado el poco tiempo que tenemos para enfrentar la crisis climática, la participación de estos actores es esencial: la transición hacia cero emisiones netas y economías resilientes al clima solo se logrará si todos los sectores están involucrados.
Los riesgos son extremadamente altos. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) dice que el mundo podría ver 1,5 grados centígrados de calentamiento en aproximadamente una década a menos de que se tomen acciones transformadoras para reducir las emisiones ahora, y en los años y décadas venideros.
Limitar el calentamiento global a 1.5C será especialmente difícil teniendo en cuenta que los objetivos actuales de los países para reducir sus emisiones nos colocan en un camino de calentamiento de 3 grados Celsius este siglo. Esto se ve agravado por la necesidad no solo de mantener sino también de impulsar el desarrollo económico y social.
Ya estamos enfrentando las graves consecuencias de un grado Celsius de calentamiento. Los científicos confirmaron recientemente que julio de 2019 fue el mes más caluroso jamás registrado para el planeta. En algunos casos, el cambio climático está haciendo que los fenómenos meteorológicos extremos, incluidos los huracanes, sean más destructivos.
Estos impactos amenazan la seguridad, la salud y los medios de vida de las personas, y corren el riesgo de hacer retroceder las ganancias y perspectivas de desarrollo de América Latina y el Caribe. Como era de esperarse, el presidente del Grupo BID, Luis Alberto Moreno, ha dicho que el cambio climático podría representar la mayor amenaza jamás conocida en la región.
El momentum global se fortalece
La buena noticia es que la comunidad internacional está intensificando sus esfuerzos. El secretario general de la ONU, António Guterres, fue el anfitrión de la Cumbre de Acción Climática de la ONU en Nueva York, la cual pidió a los líderes que presenten los planes que establecerán el próximo año para reducir sus emisiones al 2030 y lograr cero emisiones netas para 2050.
Decenas de países, incluidos muchos de América Latina y el Caribe, anunciaron su intención de aumentar la ambición de sus objetivos nacionales de reducción de emisiones, conocidos como Contribuciones Nacionales Determinadas (NDCs), para 2020. Estos incluyen Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Guyana, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay.
Luego de las exitosas reuniones preparatorias previas a la COP el mes pasado en Costa Rica, ahora es el turno de liderazgo en Chile. La región tiene un historial impresionante en diplomacia climática. La última vez que un país de ALC ocupó una presidencia de la COP fue en Perú en 2014 para la COP20. Ese fue un gran año, ya que sentó las bases para la COP21 en 2015 en Francia, que produjo el Acuerdo de París.
Antes de eso, México (COP16) realizó un sorprendente esfuerzo diplomático cuando rescató las conversaciones sobre el clima de la ONU en 2010. Esta vez, Chile podrá ayudar a dirigir a la comunidad internacional hacia una mayor ambición en un contexto donde se evidencia la necesidad de una transición justa.
El fin del próximo año será la fecha límite para que los países presenten sus planes climáticos nacionales revisados (NDCs) bajo el Acuerdo de París. El acuerdo, firmado por 196 países, tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura promedio global a muy por debajo de 2°C, persiguiendo los esfuerzos para limitarlo a 1.5°C, aumentar la capacidad de adaptarse a los impactos adversos del cambio climático y hacer que los flujos financieros sean consistentes con una baja emisión de gases de efecto invernadero y una vía de desarrollo resiliente al clima.
Para generar un impulso político hacia la fecha límite, Chile está trabajando arduamente para garantizar que la COP25 siente las bases necesarias para garantizar el éxito en 2020. Por ejemplo, en junio pasado, el gobierno chileno anunció la meta de convertirse en carbono neutral para 2050.
El Grupo BID en la COP25
Con los países de ALC y otros socios claves, organizaremos el Pabellón de las Américas en el predio de la conferencia de Madrid para mostrar la agenda climática del Grupo BID sobre infraestructura sostenible, descarbonización, adaptación y resiliencia, y finanzas sostenibles. Estos temas se superponen con las prioridades temáticas de Chile para la COP25, incluidos los océanos y la Antártida, los bosques y la biodiversidad, la economía circular, la electromovilidad y las energías renovables, y la adaptación y las ciudades.
Como banco de desarrollo, debemos ayudar a los países de ALC a cumplir sus compromisos de París al tiempo que apoyamos su desarrollo social y económico o, como lo llamamos, asegurar una transición justa. El trabajo del Grupo BID está demostrando cada vez más cómo una transición justa hacia un desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima no solo es necesaria, sino que es técnicamente posible y además puede brindar oportunidades económicas. Desde ayudar a entregar autobuses eléctricos y crear un mercado regional para bonos verdes, hasta desarrollar resiliencia y promover soluciones basadas en la naturaleza, la acción climática puede ser un motor potente para que ALC logre un desarrollo sostenible.
A medida que nos acercamos a la COP25, el Grupo BID compartirá historias y noticias sobre nuestra creciente agenda climática y cómo estamos trabajando con los socios para lograr los objetivos del Acuerdo de París. Juntos podemos aumentar la ambición y ayudar a hacer de la COP25 una forma increíble de terminar la década y comenzar los 2020s de la mejor manera posible.
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Foto Copyright: Flickr
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