En la búsqueda de una sociedad más equitativa y justa, el liderazgo femenino y la agenda de género se han convertido en ejes centrales para el progreso y la equidad global. Según el Informe Global sobre la Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial (Foro), podría tomar hasta 131 años cerrar las brechas entre hombres y mujeres. Las organizaciones multilaterales e internacionales, conscientes de esta realidad, están redoblando sus esfuerzos para impulsar el empoderamiento de las mujeres en diferentes áreas clave.
Intercambiando ideas por una agenda de género más sólida en América Latina y el Caribe
El conversatorio “Mujeres Líderes y Agenda de Género: Ampliando su Impacto desde las Organizaciones Multilaterales e Internacionales” organizado por el BID se llevó a cabo en México para intercambiar ideas y destacar los esfuerzos de estas organizaciones para promover el liderazgo femenino y avanzar en la igualdad de género.
El evento tuvo la participación de las especialistas de género del Instituto Mexicano para la Competitividad, de la Corporación Financiera Internacional (IFC), del Foro, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), de ONU Mujeres, y del propio BID. La discusión describió el panorama actual en materia de género, enfocándose en áreas de prioritarias de trabajo.
Cuatro áreas prioritarias que están presentes transversalmente en todas las agencias:
- Mujeres en posiciones de liderazgo: Las agencias multilaterales e internacionales, reconocen que el liderazgo diverso y representativo es fundamental para abordar los desafíos de género de manera efectiva. Existe evidencia que empresas con liderazgo diverso generan mayores retornos a la inversión. Además, tener países con mayor representación de mujeres se vincula con la promoción y aprobación de más leyes que aseguran la igualdad y una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral.
- Acceso a financiamiento y oportunidades económicas: Las organizaciones multilaterales e internacionales están comprometidas con el desarrollo de programas y proyectos que apoyen el emprendimiento femenino, faciliten el acceso a crédito y promuevan la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y empresarial. Las estimaciones del BID para la región proyectan un crecimiento del del producto interno bruto (PIB) per cápita resultado de intervenciones que promueven la participación laboral femenina, como la expansión de servicios de cuidado de calidad (aumento de hasta el 6%) y la implementación de políticas que promuevan el acceso de las mujeres a empleos de mayor productividad (aumento entre un 15% y un 25%).
- Violencia de género: Las organizaciones están comprometidas con la prevención y respuesta a la violencia contra mujeres y niñas en todas sus formas, incluyendo la violencia doméstica, el acoso sexual, la trata de personas y la mutilación genital femenina. Se destaca la relevancia de proporcionar acceso a recursos de emergencia eficaces en la atención a la violencia de género. Aunque las líneas de emergencia para violencia contra la mujer son comunes en la región, su eficacia se ve influenciada por la capacitación de quienes responden y la rapidez y pertinencia de sus acciones.
- Economía del cuidado: Las organizaciones reconocen el valor del trabajo de cuidado no remunerado realizado principalmente por mujeres y están trabajando para redistribuir la carga de cuidado de manera más equitativa entre hombres y mujeres. Desde políticas de licencia parental, subsidios de cuidado, acceso a servicios de cuidado asequibles y de calidad, y posicionar en la agenda de política pública la relevancia de construir e invertir en Sistemas Integrales de Cuidados, se promueve un enfoque holístico que reconozca y valore el trabajo de cuidado como un componente fundamental del desarrollo sostenible.
Dos formas innovadoras de colaborar y cerrar brechas de género:
- Alianzas público-privadas
Un ejemplo de iniciativas que impulsan la colaboración público-privada en este ámbito son las Iniciativas Paridad de Género (IPG), implementadas por el Foro, el BID y la AFD en colaboración con nueve países de la región. Las IPG son alianzas público-privadas que impulsan soluciones para acelerar el cierre de las brechas económicas de género. Desde 2016, las IPG ofrecen varios ejemplos de cómo las políticas públicas implementadas en estrecha colaboración con el sector privado pueden ayudar a cerrar las brechas económicas de género.
A lo largo de los siete años de las IPG en ALC, se han identificado varias lecciones. Una de las más importantes es que la efectividad de las IPG se refleja en la capacidad que tienen de convocar a líderes del más alto nivel. Por ejemplo, CEOs de empresas, o ministros y ministras en el sector público, para trabajar conjuntamente en el cierre de las brechas económicas de género.
- Cambio en normas culturales: sumando a los hombres en las tareas de cuidado
Las expectativas culturales arraigadas en la región sostienen la noción de que las mujeres deben asumir la responsabilidad principal del cuidado y las labores del hogar. Esta perspectiva social conduce a una distribución desigual de las tareas tanto en el hogar como en el ámbito laboral y se convierte en la principal barrera de la participación económica de las mujeres.
Se necesitan políticas que fomenten activamente la participación de los hombres en roles de cuidado tanto domésticos como profesionales, como las licencias por paternidad. La evidencia, aunque limitada en la región, sugiere que las licencias por paternidad tienen un impacto positivo en la participación de los padres en el cuidado de los hijos. Estas políticas son fundamentales no solo para responder a la creciente demanda de cuidados, que se proyecta que se triplique debido al aumento de la población de adultos mayores en los próximos 30 años, sino también para sentar las bases de sociedades más inclusivas y equitativas.
En resumen, las mujeres líderes desempeñan un papel fundamental en la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento femenino. El diálogo y colaboración de las organizaciones multilaterales e internacionales para impulsar la agenda de género y visibilizar un trabajo conjunto, es clave para desbloquear el potencial de millones de mujeres en todo el mundo y construir un futuro más inclusivo y equitativo para todas y todos.
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