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Según un libro recientemente publicado, sí. Comparadas con los hombres, dicen sus autoras, las mujeres no se sienten tan preparadas para un ascenso, creen que les va a ir peor en los exámenes, subestiman sus habilidades científicas y sus capacidades en general, por lo que se autoexcluyen ante muchas oportunidades educativas, laborales y en otros aspectos de sus vidas sin ni siquiera intentarlo.
Esta disparidad en la autoestima de hombres y mujeres es resultado, aparentemente, de factores que van desde disposiciones biológicas a la manera en que se socializa a los niños: se espera que las niñas sean modestas y tranquilas, y que los niños asuman riesgos, sean fuertes y controlen sus emociones. A esto se suma el papel clave que juegan instituciones, mercados y experiencias de vida a la hora de favorecer o restringir la capacidad de las mujeres para controlar sus vidas, tanto dentro como fuera del hogar.
Así que la brecha de autoestima puede ser más una cuestión socio-económica y cultural que una cuestión de las mujeres. Según sostiene una postura crítica con este concepto, la discriminación por género y el sexismo se han naturalizado y moldean el comportamiento de la mujer: las mujeres y las niñas no son asertivas porque cuando actúan con demasiada seguridad son castigadas, ya sea en el hogar, la escuela, el trabajo o la política (como refleja el documental Miss Representation).
Parece entonces que hay una interacción dinámica entre la predisposición y las capacidades, el entorno y las experiencias de vida, que puede fortalecer o socavar la auto confianza. A pesar de que la premisa de la baja autoestima y las soluciones propuestas por las autoras (las mujeres deben actuar más –lean in en inglés- y cavilar menos) son más aplicables a una minoría de mujeres privilegiadas que a la mayoría, hay un punto esencial muy válido a considerar.
La desigualdad de género afecta a la confianza de mujeres y niñas en su capacidad de perseguir planes de vida distintos de los roles sociales que se les inculcan desde pequeñas. Por eso, los programas y políticas que buscan corregir estas disparidades ampliando las oportunidades para las mujeres tienen que incluir intervenciones que les permitan conocer sus derechos, aspirar a la vida que deseen (ya sea ser astronauta o madre con dedicación exclusiva), creer en su capacidad para lograrlo y animarles a hacerlo.
Hay evidencia contundente sobre la correlación entre rasgos de personalidad como la motivación, la auto confianza y la perseverancia y la probabilidad de obtener resultados positivos en la educación, el trabajo o la salud. Heckman sostiene que ciertos rasgos son esenciales para el éxito personal y profesional. Y la auto confianza parece ser, al menos en parte, responsable de convertir creencias en certezas sobre lo que somos capaces de hacer y, por lo tanto, contribuye a transformar las aspiraciones y metas en acciones para alcanzarlas.
Así que incluso si la auto confianza de mujeres y niñas fuese sólo uno de los muchos factores que afectan sus posibilidades de tener las mismas oportunidades de desarrollo que hombres y niños, ¿qué pueden hacer los programas y políticas que promueven la igualdad de género al respecto?
Las intervenciones efectivas en desarrollo infantil temprano y juvenil, competencias parentales, empleabilidad, salud sexual y reproductiva deben reconocer que niñas y niños tienen diferentes patrones de aprendizaje, de asumir riesgos, de ejercer liderazgo y manifestar auto confianza. Y pueden incluir componentes para promover una reflexión crítica sobre cómo los roles de género moldean y limitan la capacidad de mujeres y niñas para tomar decisiones significativas sobre sus vidas y transformarlas en resultados.
Muchas intervenciones que buscan fomentar la auto confianza de mujeres y niñas en combinación con oportunidades económicas o educativas han demostrado que esto contribuye a alcanzar resultados positivos como el aumento de la empleabilidad, una menor deserción escolar, la postergación del embarazo y un comportamiento sexual saludable, un buen vínculo entre padres e hijos y menor violencia de pareja. Otros enfoques educativos con perspectiva de género prometedores buscan garantizar la participación por igual de niñas y niños a la hora de opinar y asumir responsabilidades en clase, alentando a las niñas a desarrollar habilidades fuera de su zona de confort y a seguir sus aspiraciones.
¿Qué experiencias puedes compartir de intervenciones eficaces que tengan en cuenta las diferentes formas en que hombres y mujeres, niños y niñas aprenden, toman decisiones y actúan para superar las barreras que enfrentan?
Gicela Hdez Dice
Muy buen artículo. felicitaciones.
Margla Fonseca Kraudys Dice
Generalmente, las desigualdades de género son mas acentuada en américa latina, sin embargo considero que esta brecha ha sido proliferada por la mujer misma que se someten a veces inconscientemente por los rezagos históricos de nuestro modo de vida, comodidad o falta de interés de emancipación profesional. Las mujeres que si logramos alcanzar cierto éxito a pesar de los obstáculos sociales solemos sacrificar otras cosas en nuestras vidas como ser madres, esposas ect. mi propuesta no es elevar el interés femenino en la igualdad y transmitirles la vida como un costo de oportunidad todo el tiempo, sino despertar consciencia en el sexo puesto, trasladar al hombre a conocer a nuestro territorio e ir generando roles que permitan una sociedad más justa. Por otro lado no creo que Latino América sea el principal problema, a lo mejor en otros continentes se da el mismo problema, pero me atrevo decir que hasta lo manejan como política discrecional.
yo Dice
Buen articulo, pero seria perfecto si pusieran la bibliografia de donde sacaron esa información, saludos.
Loreto Setién Dice
Estimada Francisca,
Cada una de las referencias del texto tiene un hyperlink (el texto aparece en azul) que lleva a la versión online de los documentos de donde ha sido sacadas. No obstante, si hay alguna bibliografía no disponible online (y por tanto no aparece), déjenos saber y la autora podrá proporcionarle la bibliografía relacionada.
Un saludo
Angelina Flores Dice
No puedo abrir los links en letras azules, me aparece como error, será posible que puedan compartir el nombre del libro que se menciona y las otras fuentes citadas, por favor
Angel David Florez Mora Dice
Esta información me hizo tener una reflexión explícita acerca de la relación entre la autoestima y la equidad de género; además de que me hizo de muy gran ayuda ante el desarrollo de una tarea escolar que, en sí, tiene mucha relación con esto, puesto que esta temática sobre la relación entre autoestima e igualdad de género también abarca temáticas como lo son la relación entre autoestima y corrupción, ya que ustedes las mujeres,con todo respeto, no están exentas a cometer dicho tipo de acto, aunque nosotros los hombres somos los que, según yo, mas actos de corrupción cometemos en todos los ámbitos de la sociedad.
Muchas gracias por su atención mi comentario,que tengan un dia lleno de exuberante alegría y paz. UwU