Por Eugene Cornelius*
En la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa de Estados Unidos (SBA por sus siglas en inglés) ofrecemos asesoramiento, oportunidades de contratación y financiamiento para apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) a lo largo de todo el proceso de emprendimiento.
Después de la crisis financiera de 2007-08 y la subsecuente Gran Recesión, los presupuestos se vieron restringidos, el desempleo alcanzó altos índices y las oportunidades laborales escaseaban. Sin embargo, en medio de la crisis, las personas continuaron estableciendo y haciendo crecer negocios innovadores. Tanto es así, que desde mediados del 2009 al 2011, las pequeñas empresas representaron 67 por ciento de los nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos. Los ecosistemas empresariales fueron el ímpetu que alimentó la recuperación financiera, la cual se tradujo en alivio económico y mejoras sociales para muchas comunidades.
El éxito del sistema de emprendimiento de Estados Unidos no es el resultado de una entidad en particular o de una política pública específica. Es la culminación de un proceso creado para derribar las barreras entre grupos y organizaciones que de otra forma trabajarían por separado -incluyendo al gobierno, la sociedad civil y la empresa privada- así como la construcción de puentes para fomentar la interconectividad y la interdependencia entre éstos. La recesión obligó a que las personas comenzarán a colaborar unas con otras, y más importante aún, los obligó a tener conversaciones difíciles acerca de la necesidad de adaptarse a una sociedad cada vez más diversa, donde la inclusión es celebrada. Lo que hemos aprendido, y muchas veces nos encontramos re-aprendiendo, es que lo que hace grande a Estados Unidos es su diversidad: diversidad de color, de raza, de religión, de ocupación, de género… factores que, a su vez, juegan un rol importante en incrementar la rentabilidad al identificar nuevos mercados e innovaciones.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está trabajando para incrementar el impacto de los emprendedores afro-brasileros en la economía del país, a la vez que proactivamente desarrolla iniciativas piloto que generen sistemas empresariales sostenibles. Estas iniciativas representan oportunidades únicas para la capacitación, formación, desarrollo y éxito de PYMEs. Recientemente estuve en Sao Paulo y participé en un evento organizado por InovaCapital, un programa de aceleración de empresas creado por el BID, donde discutimos los emprendimientos de los afro-brasileros y los retos y oportunidades dentro del ecosistema actual. Conversaciones como estas son fundamentales para la promoción de sociedades inclusivas que contribuyen a la rentabilidad y crecimiento económico. Durante mi estadía en Brasil me percaté del potencial de los vendedores informales-como los que conocí en Salvador, Bahia- y de su espíritu emprendedor, así como el de las mujeres y hombres de negocios que nos acompañaron en Sao Paulo. Estos emprendedores afro-brasileros son una representación excepcional de los beneficios económicos y sociales de la diversidad en los negocios. Ellos me recordaron a los casos de emprendimientos exitosos que nosotros impulsamos, apoyamos e incubamos desde la SBA durante la crisis financiera en Estados Unidos.
Potenciar aquello que nos hace únicos es el camino correcto para lograr impacto y equidad. Los ambientes financieros restringidos son oportunidades para la colaboración y la celebración de la diversidad, inclusión y crecimiento económico. Si bien todo es posible, el cambio no comienza sin una conversación, ¡Mantengamos ésta andando!
Eugene Cornelius es Deputy Associate Administrator de la Oficina de Comercio Internacional en la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa de Estados Unidos (SBA), donde es responsable de la supervisión y ejecución de las divisiones del programa internacional. Anteriormente, fue Deputy Associate Administrator en la Oficina de Operaciones de Campo, donde lideró 42 por ciento de la fuerza de trabajo presupuestaria de la agencia-incluyendo 90 oficinas a lo largo de 50 estados del país, Puerto Rico, Islas Vírgenes de EEUU, Guam y Territorios de EEUU- a la par de asegurar el cumplimiento de los objetivos, programas y operaciones de la agencia. Previo a unirse a SBA, fue Director de Servicios de Negocios de Los Angeles Community College District en California. Cornelius cuenta con una Licenciatura Administracion de Empresas y una Maestría en Administración Pública.
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