Constanza es maestra de educación física en una escuela pública de Bogotá, Colombia. En sus más de 25 años de carrera profesional nunca había utilizado la tecnología para enseñar a sus estudiantes la práctica del deporte y su importancia para la salud.
Con el cierre de las escuelas tuvo que buscar alternativas. Empezó pidiéndoles que le compartieran fotos o videos por WhatsApp o por correo electrónico. Hoy alterna una semana de clases presenciales con otra de clases en línea. Constanza se ha convertido en una experta en diversas plataformas, incluso utiliza emojis para que sus alumnos se sientan apreciados y orgullosos de su trabajo. 😊🏃🏽♀️🥇
Como Constanza y sus alumnos, todos hemos vivido y seguimos sintiendo los efectos de una crisis sin precedentes: se contabilizan 158 días en promedio de cierre de las escuelas en América Latina y el Caribe, el cierre más largo del mundo. El cierre de las escuelas afectó a más de 166 millones de estudiantes en la región. Y aún la mayoría de los sistemas educativos de la región ha abierto solo parcialmente.
Retorno a clases presenciales
La gran disrupción que vivimos en educación brinda una oportunidad inédita para transformar los sistemas educativos de la región. No será fácil, se requiere una fuerte inversión y hacer las cosas de forma diferente, pero es posible si todos trabajamos juntos hacia ese mismo objetivo.
Una de las claves para transformar esta crisis en una oportunidad está en consolidar las innovaciones que impuso la pandemia y flexibilizar la oferta educativa. Así ayudaremos a lograr que la educación se adapte más a las necesidades y los proyectos de vida de cada estudiante.
¿Qué sabemos hasta el momento?
Han pasado más de 20 meses desde que se reportaron los primeros cierres físicos de escuelas y aunque todavía no comprendemos del todo cuál ha sido su impacto empiezan a publicarse datos y estudios que nos dan información valiosa.
Los sistemas educativos han realizado importantes esfuerzos en condiciones extremas
La pandemia impuso a los países la necesidad de adoptar estrategias de aprendizaje a distancia para mantener el vínculo educativo. La mayoría de los países de la región reportan haber recurrido a soluciones utilizando el celular (72%), los materiales impresos (83%) o la difusión de recursos educativos por radio o televisión (80%). Otra innovación impulsada por la pandemia fue la priorización de ciertas habilidades o áreas del currículo, medida adoptada por 63% de los países.
Las pérdidas de aprendizajes son alarmantes
En aquellos países donde se cuentan con estimaciones iniciales, como México y Brasil, las pérdidas de aprendizaje por el cierre de las escuelas se calculan entre 47% y 73% de lo que los estudiantes hubieran aprendido en un ciclo regular. Es decir, los estudiantes perdieron más de medio año de escolaridadi por la pandemia. Para el resto de los países de la región, no disponemos de información ¿estarán sufriendo perdidas de aprendizaje igual de preocupantes? No tendremos una respuesta segura hasta que no se realicen estudios y evaluaciones con datos post pandemia, pero la situación podría ser mucho peor que en los dos países más grandes de la región.
El cierre afectó más a los países de bajo desempeño
Mientras que Uruguay casi no reportó días de cierre físico de las escuelas, algunos países no tuvieron un solo día de clases presenciales en todo el año académico. Los países de bajos ingresos y los que presentaban los más bajos resultados de aprendizaje previo a la pandemia son los que más días han cerrado sus escuelas:
Fuente: Elaboración propia a partir de resultados de aprendizaje armonizados a 2020 reportados por Angrist, et.al , 2020. “Measuring human capital using global learning data” y datos sobre los días sin clases presenciales reportados en UNICEF (2021), “Covid and school closures”. Marzo 2021. Obtenido de http://data.unicef.org
No se está evaluando suficientemente el impacto de la crisis particularmente rezagos de aprendizaje
Para impulsar la transformación necesaria y focalizar intervenciones en los grupos más afectados, hay que conocer en profundidad lo que ha ocurrido. La región necesita evaluar resultados educativos, sobre todo aprendizajes, y estudios en profundidad sobre como mitigar los costos reales de la crisis: ¿qué está funcionando? y ¿por qué?
Nota CIMA #23: “¿La gran oportunidad? Recuperación y transformación educativa.”
Y después de la reapertura de las escuelas, ¿qué viene?
Sería una equivocación buscar regresar a las aulas en las mismas condiciones que antes. La región tiene ante sí la gran oportunidad de consolidar y profundizar las innovaciones y la flexibilidad que impuso la crisis. Algunas intervenciones, como las de programas de tutorías personalizadas y el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales han probado ser efectivas.ii
Trabajando juntos podemos transformar los sistemas educativos de nuestra región y lograr que ofrezcan una educación de calidad a todos sus niñas, niños y jóvenes.
Conoce más sobre las medidas implementadas en la región para enfrentar la pandemia y cómo se vinculan con la agenda que propone el Banco Interamericano de Desarrollo en la última entrega de la Nota CIMA: “¿La gran oportunidad? Recuperación y transformación educativa.”
Y tú, ¿crees que esta sea la gran oportunidad para la transformación educativa en América Latina y el Caribe? Déjanos un comentario.
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