La Cumbre del Clima de Madrid (COP25) ha sido definida como la COP de la ambición. Alrededor de 500,000 personas marcharon el viernes en la capital española, demandando acciones que respondan a la escala de la emergencia climática. De no ser atendida, la emergencia climática tendrá impactos sociales, económicos y ambientales profundos.
La ambición se refiere a la necesidad de incrementar los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases efecto invernadero, o NDCs por sus singlas en inglés, para alinearlos con el objetivo último que indica la ciencia de alcanzar cero emisiones netas para el año 2050.
En ALC 21 países han reconocido ya esta meta, y han iniciado esfuerzos para definir su Estrategias de Largo Plazo (LTS por sus siglas en inglés) en esa dirección. Las LTS pueden guiar el diseño de NDCs más ambiciosas permitiendo identificar las transformaciones requeridas para descarbonizar los diferentes sectores de la economía.
Estrategias Financieras para alinear la inversión
Una herramienta que puede ayudar a los gobiernos a implementar compromisos de descarbonización es una Estrategia Financiera, la cual determina a nivel nacional cómo financiar las transformaciones requeridas en todos los sectores que juegan un papel importante en la descarbonización, como energía, agricultura, o transporte.
Una Estrategia puede facilitar la identificación – en un dialogo con los actores relevantes – de prioridades de inversión, posibles enfoques de financiamiento, y considerar cómo los recursos públicos y privados podrían destinarse a la implementación de los objetivos del país. Al mismo tiempo, permiten evitar inversiones que vayan en contravía de la descarbonización y la resiliencia.
Hasta ahora los esfuerzos de descarbonización han estado bajo la responsabilidad de los Ministerios de Ambiente. En términos de financiación de la acción climática, mucha atención ha ido al uso de instrumentos de financiamiento climático internacional multilateral y bilateral, como el Fondo Verde del Clima, para la financiación de proyectos específicos. Pero esto no es suficiente. El Acuerdo de París establece una meta ambiciosa para el financiamiento concesional climático, de 100 mil millones de dólares por año. En contraste, se estima que se necesita invertir más de 30 veces eso cada año para cubrir las necesidades de infraestructura en un mundo coherente con el Acuerdo de Paris.
Movilizar estos montos colosales requiere un enfoque más holístico, que considere como todo los ministerios del Gobierno pueden tomar parte en transformaciones institucionales y actualizaciones normativas y regulatorias que permitan alinear tanto el gasto público como la inversión privada con los objetivos de desarrollo descarbonizado y resiliente. En este contexto los Ministerios de Finanzas y Planificación juegan un papel crítico en el desarrollo e implementación de estrategias financieras. Ellos pueden introducir criterios para priorizar las inversiones en infraestructura pública requeridas, y asegurarse del alineamiento de las políticas sectoriales.
Tomen el ejemplo del transporte público con buses eléctricos, uno de los pilares de la descarbonización que todo los países pueden considerar implementar. Fondos climáticos concesionales podrían financiar proyectos piloto puntuales que demuestren como la tecnología funciona. Pero para tener impacto a escala, los países necesitaran invertir en infraestructura pública (como carriles exclusivos y estaciones de recarga), y actualizar sus modelos de concesiones para habilitar modelos de negocios que hagan posible usar buses eléctricos.
El enfoque estratégico de Chile
Es por esto que el BID ha venido apoyando al gobierno de Chile en el desarrollo de una estrategia financiera de cambio climático. La Estrategia da un marco de trabajo para dirigir financiamiento hacia los objetivos de la nueva NDC y de carbono neutralidad al 2050 del país. El Ministerio de Hacienda, Ignacio Briones, anuncio ayer en Madrid los tres ejes de acción que conforman la Estrategia:
- La generación de información, datos y análisis para informar la toma de decisiones, incluyendo la definición de prioridades de inversión y barreras de financiamiento, así como la evaluación y perfeccionamiento periódico de la institucionalidad del financiamiento climático.
- La promoción del diseño y emisión de instrumentos económicos y financieros, a través de la generación de ambientes habilitantes y coordinación de acciones para movilizar diferentes fuentes de financiamiento, incluyendo fuentes multilaterales e instrumentos como los Bonos Verdes Soberanos.
- El fortalecimiento de la comprensión, capacidades y acción del sector financiero local en materia de riesgos y oportunidades derivados del cambio climático. Este eje promoverá un trabajo continuo en la mesa público-privada de finanzas verdes creada este año en el país con apoyo del BID.
Además el gobierno identificó acciones inmediatas que se desarrollarán durante los próximos dos años, que incluyen por ejemplo: la definición de las necesidades de inversión y hoja de ruta para implementar la NDC y la carbono neutralidad; desarrollo de carteras de proyectos, incluso a través del sistema de inversión pública; generación de nuevas emisiones de bonos verdes soberanos; y desarrollo de un Acuerdo Verde en conjunto con el sector financiero y los reguladores, junto con una “Hoja de Ruta de Finanzas Verdes 2020+” para facilitar su implementación.
Según el ministro, esta Estrategia constituye un punto de partida para un trabajo intersectorial. Chile plantea actualizar su estrategia de manera periódica de la mano de las nuevas NDCs requeridas bajo el Acuerdo de París, de esta manera la estrategia representa una hoja de ruta para guiar los esfuerzos de alineación de recursos en el largo plazo.
La experiencia de esta estrategia podrá ser compartida y discutida en la Coalición de Ministros de Finanzas por el Clima, liderada por Chile y Finlandia , espacio en el cual los ministros buscan potenciar su papel en la lucha contra el cambio climático.
A medida que los países avanzan en la planeación e implementación de sus compromisos climáticos, el desarrollo de estrategias financieras será cada vez más relevante. Desde el BID a través de NDC Invest continuaremos brindando apoyo a toda la región para su desarrollo.
Foto: Engie
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