Los ministerios de finanzas son algunos de los tomadores de decisiones clave en la acción climática. ¿Por qué? América Latina y el Caribe necesita entre 470 mil millones y 1.3 billones de dólares anuales para abordar el cambio climático de aquí a 2030. Por lo tanto, ¿cómo financiarán los países de la región la acción climática? ¿Cómo aseguraremos los fondos necesarios?
Para lograrlo, se requiere una respuesta coordinada entre el sector público y el privado. Es aquí donde los ministerios de finanzas desempeñan un papel crucial en la determinación de la asignación de recursos y en la configuración del gasto público, incluidos los relacionados con el clima. Con el fin de fortalecer su papel, durante los últimos dos años hemos apoyado la Plataforma Regional de Cambio Climático de Ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas, que tiene como objetivo integrar la acción climática en las funciones principales de la estrategia económica, la política fiscal y la política financiera pública.
Ministerios de finanzas, ¿por qué deben actuar, cómo pueden actuar y qué pueden hacer?
¿Por qué los ministerios de finanzas?
La región necesita planificar y ejecutar el cambio con urgencia. Nuestra región, y el mundo, enfrentan transformaciones económicas decisivas. Si no actuamos ahora, los costos presentes y futuros seguirán aumentando.
Ya sabemos que los desastres relacionados con el clima pueden afectar el PIB hasta en un 19% en los próximos 26 años. También sabemos que los países en desarrollo sufrirán las mayores pérdidas y que necesitan más preparación y recursos para adaptarse a los eventos climáticos.
Los países de la región que dependen de la exportación de combustibles fósiles enfrentan impactos económicos potencialmente más significativos. Hasta 2.6 billones de dólares en regalías petroleras y más de 200 mil millones de dólares en regalías de gas natural están en riesgo de desaparecer en la región para 2035. Los ministerios de finanzas deberán abordar estos cambios para proteger las finanzas públicas y la sostenibilidad fiscal, al tiempo que permiten una transformación justa hacia una economía con emisiones netas cero y resiliente al clima, asegurando que nadie se quede atrás.
¿Cómo vamos a financiar la acción climática? ¿Cómo aseguraremos los fondos necesarios?
Sabemos que la mayor parte de los recursos para la acción climática provendrá del sector privado. No obstante, la participación del gobierno en la economía de los países en desarrollo es de alrededor del 20%, por lo que las finanzas públicas tienen un papel relevante que desempeñar, y es probable que ciertos tipos de inversiones, como cubrir los costos de desastres naturales, recaigan principalmente en el sector público.
Las inversiones en descarbonización, como las energías renovables o la electromovilidad, probablemente provendrán del sector privado, especialmente a medida que estas áreas de inversión se vuelvan cada vez más rentables. Estimamos que la descarbonización de las economías de la región podría generar 2.7 billones de dólares adicionales para 2050. Estas inversiones en nuevas tecnologías, con menores costos para el transporte y la producción de energía, también serán la base de la competitividad futura. El 30% de la energía de la región ya proviene de fuentes renovables, el doble del promedio mundial. Somos el hogar de dos tercios del litio del mundo y el 38% de su cobre, esenciales para la transición verde. Además, de los 12 millones de toneladas de hidrógeno verde que Europa necesitará anualmente para 2030, nuestra región podría exportar al menos un tercio, generando $9.1 mil millones en ingresos anuales.
¿Qué pueden hacer los ministerios y qué están haciendo?
- Gasto de ingresos públicos: Los ministerios están prestando especial atención a los ingresos y el gasto público para alcanzar la carbono neutralidad y la resiliencia climática. Hay que revisar las políticas de impuestos y subsidios. Los ministros de finanzas pueden transformar $60 mil millones en subsidios directos a combustibles fósiles en inversiones para un crecimiento sostenible mediante la reasignación gradual de fondos a energías renovables y el fortalecimiento de las redes de seguridad social. Países como Ecuador ya han comenzado a eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles y otros, como Colombia y México, están implementando un impuesto al carbono sobre los combustibles fósiles. Las compras y el gasto públicos también pueden orientarse hacia una mayor sostenibilidad. El uso de la clasificación funcional de los presupuestos públicos o sistemas de etiquetado presupuestario puede ayudar a rastrear y reportar los gastos climáticos positivos y dañinos. Paraguay, Argentina, Costa Rica y República Dominicana están trabajando en la identificación de su gasto climático a través de la clasificación funcional de su presupuesto público utilizando las mejores prácticas disponibles, como el Marco Conceptual para la Clasificación del Gasto Público en Cambio Climático.
- Flujos financieros privados: Instrumentos como las taxonomías de finanzas verdes pueden ayudar a guiar la inversión privada. México y Colombia ya han presentado sus taxonomías, y otros países como Chile, Costa Rica, Brasil, República Dominicana y Paraguay están desarrollando las suyas. Los bonos vinculados a la sostenibilidad, bonos verdes, mercados de carbono, conversiones de deuda como en Barbados y Ecuador, y nuestra nueva iniciativa ECOINVEST están reduciendo los costos de capital para inversiones privadas que permiten transformaciones económicas.
- Coordinación gubernamental: Los ministerios de finanzas son uno de los tomadores de decisiones políticas más significativos y pueden trabajar de la mano con los ministerios de medio ambiente, los ministerios sectoriales y el sector financiero. Los ministerios de finanzas son clave para identificar los riesgos fiscales relacionados con el clima y coordinar las respuestas sectoriales para mitigarlos. Desempeñan un papel cada vez más importante en la coordinación y la estrategia a largo plazo.
Nuestra región está avanzando, y los ministerios de finanzas de América Latina y el Caribe están avanzando en los sistemas presupuestarios, las taxonomías sostenibles, las estrategias de financiamiento climático, las emisiones temáticas, la gestión de la inversión pública más resiliente y los mecanismos de rendición de cuentas para medir los impactos de la implementación de políticas.
En agosto de 2024, la Plataforma Regional de Cambio Climático de Ministerios de Economía y Finanzas celebrará su tercer diálogo de alto nivel en Belice, para trazar su rumbo estratégico, con el objetivo de amplificar los resultados. Los países miembros adoptarán una visión compartida de las finanzas sostenibles, asegurando que la movilización de recursos contribuya a un futuro con bajas emisiones de carbono, positivo para la naturaleza, resiliente al clima y, sobre todo, mejore la calidad de vida y el bienestar de nuestros ciudadanos.
Lee más sobre la política fiscal verde y los avances de los ministerios de finanzas en la acción climática aquí:
- Expectativas de los ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas sobre los precios al carbono y evidencia de su efectividad
- Estrategias financieras climáticas: análisis de experiencias internacionales
- Guía práctica de instrumentos financieros sostenibles para oficinas de crédito público y tesorería
- Integración de la acción climática en la gestión financiera pública: lecciones de Paraguay y Costa Rica
- Integración de la acción climática en la gestión de la inversión pública: lecciones de Argentina, Costa Rica y Colombia
- Política fiscal para la resiliencia y la descarbonización : aportes al diálogo de políticas
Graciela Marty dice
Comentario… Los ministros de finanzas deben ser concientizados al respecto de la crisis climática. Los ministros de ambiente ya están concientizados… Ambos estamentos estatales tienen que ser parte de los proyectos de financiamiento extranjero. En realidad todos los estamentos (educación, salud, producción, etc.) de un gobierno nacional, provincial o municipal deben ser concientizados urgentemente sobre la crisis climática.
Guillermo Bermudez dice
To accelerate results on climate remediation, It is is important to create “soft” financing options of early stages (pre-seed and seed) of many innovation projects. This critical hurdle is keeping many high impact projects undeveloped.
Most of the financing coming from the private sector requires projects to be generating revenue, which is not possible during early stages (concept, preliminary design, prototype and pilot).
Funds required to support these stages are not large. Yet, funding is very limited.