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Por Florencia López-Boo y Mayaris Cubides Mateus.
¿Cuál es la mejor modalidad de intervención para atender a la primera infancia?
Es evidente que no existe una receta única. La respuesta a esta pregunta no es una tarea fácil, pues depende de la realidad de cada contexto. Por ejemplo, ¿qué se quiere modificar en el comportamiento de las familias, madres y/o cuidadores? ¿Cuáles con los recursos humanos y financieros con los cuales se cuenta para realizar esta intervención? ¿Cuál es la capacidad institucional?
En los últimos años, los programas de primera infancia se han posicionado en la agenda de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe como prioritarios. Los gobiernos han enfocado sus esfuerzos principalmente en la expansión de la cobertura de los servicios de cuidado en centros para niños pequeños. Sin embargo, existen otras modalidades de atención a la primera infancia, enfocadas en mejorar las pautas de crianza de los padres, que tienen el potencial de mejorar el desarrollo infantil. Es ahí donde Río Grande del Sur, en Brasil, ha sido un pionero en la región.
El programa Primeira Infância Melhor (PIM)
El Estado de Río Grande del Sur inauguró hace 14 años el programa Primeira Infância Melhor (PIM), que mediante visitas domiciliarias y comunitarias semanales promueve buenas prácticas parentales y el desarrollo de los niños más vulnerables. A lo largo de toda su trayectoria, PIM ha brindado atención a más de 50.000 familias y 60.000 niños.
La experiencia de este programa, que se ha mantenido en el tiempo, ha servido de inspiración para otros municipios, Estados y países de la región, incluyendo a otros siete programas de atención infantil en Brasil. De hecho, ha pasado de ser una política de estado a una política nacional, al haberse convertido en el referente tanto en el diseño como en la implementación del programa nacional Criança Feliz. Este programa es la más reciente iniciativa del Gobierno brasilero para promover la acumulación de capital humano a partir del desarrollo infantil de más de tres millones de niños vulnerables en el país y de los niños beneficiarios del Programa Bolsa Familia. Con tal alcance, Criança Feliz está en proceso de convertirse en el programa de atención a la primera infancia más grande del mundo al término de este año.
De modo que un estudio de la trayectoria del PIM no podría ser más oportuno y relevante. Con el propósito de analizar los retos y extrapolar las lecciones aprendidas del PIM, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto con la Fundación Maria Cecilia Souto Vidigal y el programa PIM, ha publicado un documento en tres idiomas que permite conocer el PIM en toda su extensión.
Principales hallazgos
Destaca entre los principales logros del PIM la consecución de una atención integral, la cual ha demandado la acción conjunta de las Secretarías de Salud; de Educación; de Cultura; de Justicia y de Derechos Humanos; de Trabajo y de Desarrollo Social; y del Gabinete de Políticas Sociales. Al estar bajo la coordinación de la Secretaría de Salud, facilita el acceso de sus beneficiarios al Sistema Único de Salud – SUS. Asimismo, se resalta la elaboración de un marco legal que no solo ha sustentado la creación de esta política, sino que también se ha convertido en un mecanismo para hacer que el PIM perdure y sea inmune a los cambios de gobierno.
Desde el punto de vista metodológico, la principal contribución del PIM es el diseño de un currículo que es fácilmente adaptable y que, al mismo tiempo, reconoce el monitoreo y la supervisión, tanto a nivel estatal como municipal, así como elementos fundamentales de la calidad.
Por otra parte, el principal reto tiene que ver, aún, con los procesos de evaluación de impacto. Si bien los estudios cualitativos y aproximaciones empíricas existentes apuntan a que el PIM ha tenido efectos positivos sobre la valoración de las comunidades hacia el desarrollo infantil, la reducción en las tasas de mortalidad infantil por causas externas y un mejor desempeño en medidas de desarrollo infantil al iniciar el primer año escolar, hacen falta evaluaciones rigurosas que permitan realizar inferencia estadística contundente de los beneficios asociados al programa, así como de las mejoras que se deban realizar.
Queda pendiente, también, la tarea de traducir el debate abierto sobre los retos y los logros de un programa como Primeira Infância Melhor y su potencial impacto para la infancia en América Latina y el Caribe a políticas y acciones concretas. Esto será particularmente crítico ahora que los gobiernos y la sociedad civil se están comprometiendo, finalmente, con el desarrollo infantil.
¿Existe un programa como Primeira Infância Melhor en tu país? ¿Qué lecciones se han aprendido y qué retos permanecen? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Florencia López Bóo es Economista Sénior en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.
Mayaris Cubides Mateus es consultora en el área de desarrollo infantil temprano en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.
Eliane Bernardes dice
Este programa é belíssimo, necessário, vital para nossas crianças, principalmente as classes menos favorecidas. Parabéns aos idealizadores e membros do PIM. Vocês tem o meu respeito!
Enmy Hernández dice
Felicidades a los precursores de esta iniciativa en Brasil.
En la fundación United Way Honduras tenemos todo un programa dirigido a la primera infancia el cuál queremos socializarlo al BID aquí en Honduras. Con quién me puedo contactar? espero respuesta de parte de ustedes. Gracias.