El acceso a la vivienda adecuada es un de derecho humano universal. Es por esto que el BID lleva muchos años trabajando en la región de América Latina y Caribe (ALC) por eliminar la brecha de vivienda a través de un amplio menú de opciones que incluyen desde la construcción directa de vivienda hasta el apoyo a subsidios para vivienda social, pasando por líneas de crédito a la banca de desarrollo de los países.
Según ONU Medioambiente, suplir el déficit de vivienda en las ciudades hasta el 2020, duplicaría el nivel actual de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En concreto, casi un cuarto de los GEI en ALC se deben al sector residencial.
En este contexto, la vivienda social sostenible que mejora la eficiencia energética y reduce el consumo de recursos aparece como una gran solución ya que permite reducir los GEI de las viviendas al mismo tiempo que mejora el confort térmico para los residentes y reduce los costos en las facturas de agua y electricidad.
Esta tipología de vivienda incluye diseños inteligentes (atención a la orientación del inmueble, soleamiento y protección solar, aislamiento térmico y ventilación), materiales de bajo impacto (materiales a kilómetro cero, reciclados y biodegradables) y tecnologías para optimizar el uso de los recursos naturales (paneles solares fotovoltaicos, colectores solares térmicos, aparatos de bajo consumo energético y sistemas de reciclaje de aguas).
Sin embargo, a pesar del enorme potencial de la vivienda social sostenible, la realidad es que de momento hay muy pocos ejemplos de este tipo de vivienda en nuestra región.
El municipio de João Pessoa, en el nordeste de Brasil, se ha propuesto aprovechar un crédito del BID para cambiar la realidad de la vivienda social en su territorio como parte de su programa “João Pessoa Sustentável”. El programa viene como concretización operacional de las estrategias elegidas para la ciudad en el marco del “Plan de Ação João Pessoa Sustentável”, desarrollado utilizando la metodología de la Iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES).
Como primer paso para construir vivienda social sostenible, se organizó un taller entre técnicos del municipio, estudios de arquitectura de la región y personal del BID donde se buscó entender dónde se encuentra el desafío para que las viviendas sociales que se construyan en Joao Pessoa no sólo incluyan elementos de sostenibilidad, sino que también incluyan diseño.
¿Y sabes cuál fue el resultado del taller? ¡Que el desafío estaba en el proceso de compras!
La verdad es que este no es un resultado que nos sorprenda mucho en el BID. Durante el 2018 publicamos el documento Comprando verde: ¿Cómo fomentar las compras verdes en los proyectos financiados por el BID?. En este documento pusimos de relevancia el poder de las compras para conseguir el impacto esperado de nuestros proyectos y dimos recomendaciones sobre cómo aprovechar las compras para conseguir más sostenibilidad en nuestros proyectos.
Ahora ha llegado el momento de poner en práctica todas las recomendaciones que figuran en la guía. Para ello queremos aprovechar la necesidad de construcción de 675 unidades habitacionales para hacerlo a través de un proceso de compra que permita que la vivienda que finalmente incorpore elementos de eficiencia energética y ahorro de agua y también que tenga un diseño diferencial que haga que las personas se sientan orgullosas de vivir ahí.
Acompañando al municipio de João Pessoa en un proceso de licitación diferente, buscamos generar insumos que nos permitan que, en el futuro, otros proyectos de vivienda financiados por el BID también puedan replicar este proceso. ¡Esperamos poder contarles pronto sobre los avances de este trabajo conjunto!
Si quieres conocer más en detalle sobre las compras verdes, haz clic aquí.
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