El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) acaba de publicar el informe de síntesis de su sexto informe de evaluación, que ofrece una visión general del estado de los conocimientos sobre el cambio climático. ¿Qué dicen más de 200 científicos sobre los riesgos del cambio climático? Vuelven a alertar sobre los graves problemas que plantea el aumento de la temperatura. Pero una diferencia clave con las iteraciones anteriores es el énfasis en que las soluciones para detener el cambio climático ya están aquí, y la mayoría de ellas vienen acompañadas de oportunidades económicas para los países en desarrollo.
Primero, las malas noticias: la temperatura global ya ha aumentado en 1,1, lo que ha provocado fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y violentos, como sequías o huracanes. Debemos limitar el calentamiento y mantenerlo lo más cerca posible de 1,5 °C para alcanzar el objetivo principal del Acuerdo de París. Los impactos climáticos suponen una serie de amenazas para los países en desarrollo, ya que afectan a la seguridad alimentaria e hídrica, perturban las infraestructuras, aumentan la morbilidad y la mortalidad humanas y reducen la productividad laboral, los ingresos de los hogares, las balanzas fiscales y los ingresos del turismo. Hacer frente a la crisis requiere una acción audaz para no dejar a nadie atrás.
La buena noticia es que, lejos de ser un sacrificio, la acción climática aporta muchas oportunidades económicas a los países de América Latina y el Caribe. Aquí les dejo dos beneficios de la acción climática y lo que el BID ofrece para apoyar a los países en su transición hacia economías con cero emisiones netas de carbono y resilientes al clima.
La oportunidad del desarrollo sostenible libera múltiples beneficios
Beneficio #1: La descarbonización es la oportunidad de crecimiento del siglo XXI. De hecho, las soluciones técnicas ya están ampliamente disponibles y se centran en la generación de electricidad con cero emisiones de carbono, la sustitución de los combustibles fósiles en todos los sectores, la expansión, protección y restauración de los ecosistemas con altas emisiones de carbono y el avance de las prácticas económicas sostenibles. Y tienen muchas ventajas:
- Alimentar todo con electricidad renovable será más barato y limpio: la descarbonización de la electricidad y un sistema energético 100% renovable suponen un ahorro neto de 12 billones de dólares, y todos los nuevos proyectos de generación de electricidad deberían proceder de recursos renovables.
- Las ciudades transitables y la movilidad eléctrica suponen un transporte más barato y un aire más limpio: la redefinición del espacio público puede ofrecer un mejor transporte y mejorar la vida de las personas. La transición hacia la electromovilidad ha comenzado, ya que el coste de las baterías ha bajado drásticamente y la cuota de mercado de los vehículos eléctricos crece exponencialmente.
- Podemos compartir comidas deliciosas preservando la biodiversidad y el clima: modernizar las prácticas agrícolas para aprovechar las soluciones basadas en la naturaleza y combinar cultivos hará que la agricultura sea más resiliente y menos contaminante. Las dietas más respetuosas con el medio ambiente, que dependen menos de la carne vacuna, pueden ser más baratas y saludables al tiempo que preservan la biodiversidad y la conservación del carbono.
- Los edificios descarbonizados serán más cómodos y baratos para vivir: las características de los edificios pueden contribuir a reducir las cargas de calefacción, refrigeración e iluminación al tiempo que proporcionan hogares más silenciosos y asequibles.
- La industria libre de carbono está a la vuelta de la esquina. Las bombas de calor y los calefactores eléctricos pueden proporcionar una fuente de calor limpia para aplicaciones de baja y media temperatura, como cocinar. Estas soluciones también abaratan los procesos industriales y los hacen más seguros para los trabajadores, lo que es más competitivo y mejor para los consumidores.
Lo maravillo es que la transición a una economía de cero emisiones netas podría crear 15 millones de nuevos empleos netos en América Latina y el Caribe de aquí a 2030. Por supuesto, los gobiernos tendrán que asegurarse de que se dispone de las habilidades, competencias y planes de apoyo necesarios para garantizar una transición justa de la mano de obra.
Beneficio #2: Invertir en adaptación y resiliencia muestra una relación coste-beneficio de cuatro a siete dólares por dólar invertido. El IPCC estima que los costes anuales de adaptación en los países en desarrollo ascienden a 70.000 millones de dólares, y se espera que esta cifra alcance los 140.000-300.000 millones de dólares en 2030 y los 280.000-500.000 millones de dólares en 2050. Los países de ALC deben intensificar urgentemente las acciones para adaptarse a la nueva realidad climática o enfrentarse a graves costes, daños y pérdidas.
Las acciones para aumentar la resiliencia climática son esenciales para reducir la vulnerabilidad al cambio climático y necesarias para la reducción de la pobreza. La planificación de la adaptación a largo plazo (LTAP, por sus siglas en inglés) es crucial para responder a los impactos del cambio climático y debe incorporar políticas de adaptación para garantizar las prioridades, programas, objetivos y estrategias de inversión del desarrollo nacional. Por ello, el BID y la AFD se asociaron con el World Resource Institute (WRI, por sus silgas inglés) para conocer el estado del arte de la integración de la adaptación en los ejercicios de planificación y recopilar lecciones aprendidas de ocho países: Argentina, Barbados, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Jamaica, México y Uruguay. Los planes a largo plazo deben incorporar políticas de adaptación para garantizar la sostenibilidad y la viabilidad de las prioridades, los programas, los objetivos y las estrategias de inversión nacionales en materia de desarrollo. He aquí algunas recomendaciones:
- Alinear los marcos de políticas y leyes climáticas para aprovechar las sinergias entre las acciones de adaptación climática y las prioridades nacionales.
- Elaborar orientaciones para incentivar e implicar al sector privado con el fin de fomentar las inversiones en adaptación y la innovación para la planificación a largo plazo.
- Recopilar, supervisar y compartir pruebas de los beneficios de la adaptación para generar un mayor apoyo al compromiso y la acción de adaptación.
Impulsando el cambio: Qué ofrece el BID
Las estrategias climáticas integrales pueden ayudar a los gobiernos a desarrollar hojas de ruta para alcanzar los objetivos climáticos. Por ejemplo, en el BID realizamos investigaciones innovadoras para diseñar enfoques adecuados para abordar el desafío climático en la región. En 2022, apoyamos a 16 países para ayudarles a desarrollar acuerdos institucionales nacionales y subnacionales para abordar el cambio climático. Nuestro trabajo incluye inversiones, planificación financiera y cambios sectoriales en energía, transporte y uso del suelo. Nuestro apoyo incluye una plataforma para Ministros de Finanzas como espacio para el diálogo sobre innovación en política, gobernanza y financiación para la acción climática.
La integración regional es fundamental en la lucha contra la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. En la región amazónica, la colaboración es vital para desarrollar soluciones innovadoras que beneficien a las personas. Por ello, el BID estableció la Iniciativa Amazonia, que moviliza recursos públicos y privados y coordina la asistencia financiera y técnica del BID para estimular modelos de desarrollo sostenibles e inclusivos y acelerar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las comunidades y territorios amazónicos.
Además, el BID ofrece un conjunto de productos financieros destinados a fomentar la acción por el clima. Alinear los flujos financieros con cero emisiones netas y vías de desarrollo resilientes al clima puede impulsar cambios institucionales para abordar el doble reto de la adaptación y garantizar una transición justa. En el BID, la financiación para el clima en 2022 alcanzó la cifra récord de 5.900 millones de dólares: el 43% del volumen total aprobado por el BID.
Movilizar financiamiento concesional es fundamental para apoyar a los países de ALC en su misión de hacer realidad sus compromisos internacionales y generar un cambio transformador. Organizaciones internacionales como el BID dependen de los recursos de los donantes para proporcionar asistencia técnica y movilizar inversiones para desplegar proyectos transformadores en la región. Por ejemplo, la historia de éxito del Fondo Verde para el Clima y el BID consiste en ocho proyectos y programas por valor de 762 millones de dólares en financiación del FVC más 964 millones de dólares en cofinanciación, que benefician a 11 millones de personas.
El camino a seguir: Gobernadores respaldan la visión, las prioridades y los planes para el Grupo BID
Como socio estratégico de la región, el Banco Interamericano de Desarrollo celebró su reunión anual en Ciudad de Panamá del 15 al 18 de marzo. La Asamblea de Gobernadores aprobó resoluciones que darán forma al futuro del BID, BID Invest y BID Lab, y el cambio climático es una de las principales prioridades. Las prioridades del Grupo BID incluyen cuestiones sociales como la seguridad alimentaria, la pobreza y la desigualdad, la salud y la educación; la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, incluyendo cómo hacer frente a los desastres naturales cada vez más frecuentes; y la infraestructura digital y física sostenible, con énfasis en la integración regional. Además, el Presidente subrayó la importancia de preservar la biodiversidad a través de un Programa Regional Amazónico.
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