Esto es lo que ocurrió en Honduras entre 2013 y 2016, el gorgojo de pino, un escarabajo del tamaño de una gota de agua atacó un área equivalente a 1 millón de canchas de futbol en bosque (500,000 hectáreas), 25% del bosque de pino del país, destruyendo unos 100 millones de árboles. Esta área representa la pérdida de cobertura que hubiera ocurrido en el bosque de pino de Honduras durante 110 años con las tasas de deforestación actual, generando unas 200 millones de toneladas de CO2e en la medida que toda esta madera se descompone. El bosque de pino de Honduras se ubica especialmente alrededor de zonas altamente pobladas y juega un papel muy importante para la producción de agua, cuya disponibilidad actualmente se ve amenazada por la deforestación.
¿Cómo se llega a este escenario tan catastrófico? 5 años continuos de intensa sequía por efecto del Fenómeno del Niño que afecta a Centroamérica, sumado a la dificultad de manejo de un área tan grande de bosque, generan condiciones ideales para el ataque de la plaga como el gorgojo. Lamentablemente, no es la primera ni la última vez que ocurrirá, el gorgojo tiene un ciclo de ataques que está relacionado con la ocurrencia de años de sequía intensa. Históricamente este tipo de ataques ocurren cada varias décadas, sin embargo, por efecto de cambio climático la frecuencia parece estar intensificándose.
El 21 de marzo, es el día Internacional de los bosques, y este escenario nos plantea la necesidad de buscar soluciones integrales y de largo plazo que permitan enfrentar el problema. Varias acciones son clave para poder abordarlo:
- Elaborar un pronóstico anticipado de la aparición de la plaga,
- Generar acciones preventivas que promuevan un bosque más resiliente (bosques más fuertes y sanos),
- Involucrar actores locales (comunidades, pueblos indígenas, gobiernos locales, privados, etc.) que permitan responder de una forma más rápida y anticipada al problema.
El Grupo BID a través del proyecto “Manejo Sostenible de Bosques” impulsa dichas acciones para promover la recuperación de las áreas que fueron afectadas por la reciente epidemia del gorgojo de pino y que se generen las condiciones para evitar que vuelva a provocar impactos similares.
El 22% de los bosques se sitúa en América Latina y el sector juega un papel fundamental en los compromisos climáticos presentados en el marco del Acuerdo de París y las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDCs, por sus siglas en inglés). Es imprescindible cuidar nuestros bosques ya que representan posiblemente el activo más importante para la adaptación al cambio climático; y un buen manejo que incluya una buena gobernanza, son actividades que debemos fortalecer para asegurar la permanencia de bosques, y, por ende, el cumplimiento del Acuerdo de París. En el Grupo BID apoyamos varios proyectos estratégicos en donde es clave mantener el rol de resiliencia al cambio climático.
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Copyright de la foto: Luis Javier Gala Orgaz | Flickr
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