Se estima que un año de educación aumenta los ingresos futuros en un 10%. Se trata de un retorno importante y significativo, que se suma a otros beneficios de tener una educación completa. Y eso es solo lo que la persona puede esperar recibir. La familia, la comunidad y el país también se benefician. Es decir, la educación y la acumulación de habilidades tiene tanto retornos privados como sociales.
Una forma en que los países se benefician es que la educación aumenta los ingresos nacionales. Pero no cualquier educación: tiene que ser una educación de calidad. ¿Qué quiere decir esto? Que las habilidades deben mejorarse, porque cuando lo hacen, el impacto es grande.
Aumentar las habilidades conduce al crecimiento económico
Mirar datos comparables a lo largo del tiempo sobre los resultados de aprendizaje (Resultados de Aprendizaje Armonizados) permite visualizar que un aumento del 1% en habilidades conduce a un aumento del 6% en el crecimiento económico nacional. Una gran parte de las habilidades medidas se relacionan con habilidades básicas fundamentales, como la lectura y las matemáticas. Es por eso que las habilidades básicas deben obtenerse desde temprano.
Afortunadamente, sabemos cómo mejorar las habilidades básicas. Los programas de desarrollo infantil temprano funcionan, como hemos visto en evaluaciones a largo plazo en Jamaica, por ejemplo. Además, los programas de lectura temprana funcionan bien, como hemos visto en muchos países. El primer paso es medir, difundir lo que funciona y mejorar los resultados.
La información es poderosa. Incluso simplemente medir y reportar resultados puede generar mejoras, como hemos visto en varios países. Por ejemplo, el estado de Colima en México implementó un sistema de evaluación de estudiantes y la información fue difundida a las escuelas. Sin ninguna otra intervención, los resultados de aprendizaje mejoraron en solo un año académico. Se informaron resultados similares en Pakistán con el uso de boletines de calificaciones simples.
Más allá de las habilidades fundamentales: la importancia de las habilidades no cognitivas y sociales
Los jóvenes necesitan más que habilidades básicas. Necesitan construir sobre esas habilidades y obtener fluidez en lectura y matemáticas. Esto se puede lograr extendiendo las oportunidades para que los estudiantes de entornos desfavorecidos asistan a escuelas integrales, como hizo Finlandia en la década de 1970 y Polonia desde principios de la década de 2000. Eso mejora las oportunidades de aprendizaje para los estudiantes que necesitan más apoyo.
Luego, necesitan desarrollar sus habilidades no cognitivas y sociales. Estas habilidades incluyen resolución de problemas, gestión personal, habilidades sociales y de trabajo en equipo, habilidades de aprendizaje para adquirir nuevos conocimientos y comunicaciones.
El cierre de escuelas que trajo el COVID-19 desafió a los sistemas educativos. Hay informes de pérdidas de aprendizaje debido al cierre de escuelas en más de 40 países. Para los estudiantes de secundaria que luchan y corren el riesgo de abandonar la escuela, se necesitan acciones inmediatas. Estas pueden incluir:
- Remediación o educación compensatoria: intervenir con lo que funciona, como las tutorías.
- Motivation: dar más información a los estudiantes en riesgo para que no abandonen, como se hizo en la República Dominicana; ajustar los programas para enfocarse en los conocimientos fundamentales y permitir que los jóvenes se pongan al día; enseñar de manera diferente, por ejemplo, incorporar cursos de emprendimiento o educación financiera.
- Programas que dan una segunda oportunidad a aquellos que abandonan, como esta.
Aún mejor, considerar abolir los exámenes de selección, que estigmatizan y a menudo no producen suficiente información.
Desarrollo de habilidades: los próximos pasos
Los responsables políticos deben promover este proceso a través de su compromiso político y financiero para mejorar los resultados de aprendizaje. Deben decirlo y deben financiarlo.
También deben medir y monitorear los resultados del aprendizaje. Después de todo, es muy difícil mejorar algo si no se sabe cómo se está haciendo.
Finalmente, se necesita un plan de inversión para mejorar el aprendizaje. Es hora de poner la educación y las habilidades en primer lugar y priorizar el desarrollo de habilidades para los jóvenes.
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