Una comunidad de prácticas es un espacio para aprender con los otros. Para compartir experiencias sobre los programas de tutorías remotas, que están demostrando tener gran capacidad para recuperar aprendizajes en América Latina y el Caribe, se desarrolló la comunidad de práctica de tutorias. Durante tres encuentros, 40 participantes de 26 diferentes organizaciones de tutorías remotas en la región sistematizaron lo aprendido sobre temas centrales como la selección de tutores y su capacitación, los vínculos con los estudiantes y las posibilidades de escalar estas iniciativas.
A continuación, un repaso de las lecciones aprendidas tras desarrollar la comunidad de práctica de tutorías.
Las tutorías remotas como oportunidad para acelerar aprendizajes
La pandemia del COVID-19 ha impactado sobre los aprendizajes y las condiciones educativas en todo el mundo y, particularmente, sobre América Latina y el Caribe. Las pérdidas de aprendizaje que se han identificado reflejan que ocho de cada 10 niños de sexto grado no alcanzan las habilidades mínimas esperadas para su edad. A su vez, ha aumentado del 52% al 79% la pobreza de aprendizajes. Esto implica 7,6 millones adicionales de niños y niñas con pérdidas de aprendizaje luego de la pandemia, según diversas investigaciones (OCDE, 2019; Banco Mundial y UNESCO, 2022; UNESCO, 2021; BID, 2022).
Ante este escenario, resulta crucial brindar oportunidades para recuperar y acelerar los aprendizajes mediante apoyos que complementen a los sistemas educativos. Diversos programas de tutorías remotas han demostrado gran efectividad para la recuperación y aceleración de aprendizajes, tanto a nivel mundial como en América Latina y el Caribe.
Aprendizajes de los programas de tutorías en la región
Se ha identificado que la implementación de tutorías remotas en la región tiene un impacto positivo para los estudiantes tanto en términos de sus aprendizajes académicos, como de sus habilidades socioemocionales y desarrollo de funciones ejecutivas.
A su vez, estos programas generan beneficios para los tutores, tanto en términos del entusiasmo y la satisfacción por la tarea realizada, como de su valor como experiencia formativa –particularmente cuando se trata de tutores que son estudiantes de carreras docentes.
La región cuenta con una amplia experiencia en el desarrollo de programas de tutorías . Un reciente relevamiento fue presentado en el 2° Encuentro Regional de Tutorías Remotas. Allí se puso en evidencia la necesidad de diversas organizaciones de tutorías en la región de contar con espacios de apoyo y aprendizaje conjunto. En particular, enfatizan los beneficios que pueden implicar las comunidades de práctica, al promover el diálogo entre distintos programas de tutorías y la oportunidad de compartir sus prácticas, conocer otras experiencias y fortalecer sus herramientas de trabajo.
Primeros pasos hacia la construcción de una comunidad de práctica sobre tutorías
¿Qué es una comunidad de práctica?
“Es un grupo de personas que comparten una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, y que profundizan su conocimiento y pericia en esta área a través de una interacción continuada”.
(Wenger, 2002)
Las tutorías se presentan, no solo como parte de un programa que fortalece y/o recupera los aprendizajes de los tutorados, sino como un nuevo modo de concebir y entender al proceso de aprendizaje.
A partir de las experiencias compartidas en la comunidad de práctica de programas de tutorías, se construyó un espacio de retroalimentación formativa entre los profesionales especialistas en el tema. Nuevos escenarios se proyectaron dentro de cada práctica donde el compartir con los otros enriqueció y potenció la experiencia, generando una oportunidad para aprender del y con el otro.
Se trató de un espacio abierto a todas las organizaciones que realizan programas de tutorías en la región, que promueve el compromiso y la reflexión, poniendo el foco en aprender de la propia práctica y experiencias de otros colegas para co-crear estrategias efectivas y generar mayor conocimiento sobre la temática.
Lecciones aprendidas de la comunidad de práctica de tutorías remotas
Con la presencia de 40 participantes de 26 diferentes organizaciones de tutorías en la región se realizaron tres encuentros de la comunidad de práctica de tutorías. Allí se sistematizaron como principales aspectos: la convocatoria y selección de tutores, la capacitación y acompañamiento de los tutores, los vínculos que se generan con los estudiantes y con sus familias, el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales de los estudiantes y la posibilidad de escalabilidad de las propuestas de tutorías.
Tal como expresaron los participantes, la participación activa, las intervenciones de calidad y el interés por escuchar y aprender del otro, son señales para continuar y profundizar en los saberes compartidos. En la sinergia se afianzan los aprendizajes colectivos respecto de las oportunidades que los programas de tutorías representan a nivel regional. Además a partir de la colaboración se potencian las individualidades y prácticas específicas de cada programa de tutorías.
El compromiso y motivación de cada una de las organizaciones participantes son señales de un buen comienzo para continuar en una meta clara y precisa: fortalecer los programas de tutorías en la regional y contribuir a la mejora de cada de las prácticas de tutorías que impulsa cada organización.
Este es un camino que recién inicia y hay mucho por hacer.
¿Te interesa el trabajo de la comunidad de práctica de tutorías remotas? ¿Cuál crees que es el aporte de los programas de tutorías a la aceleración de aprendizajes? ¡Déjanos tu comentario!
cristian dice
Sin duda los programas de tutorías tiene efectos positivos sobre aprendizajes y otras dimensiones (emocionales. psicológicas, etc) en estudiantes. En Perú, implementamos un programa de voluntariado llamado Yachay Wasi (Casa del saber, en quechua) para brindar tutorías a estudiantes de escuelas públicas rurales. Las tutorías no solo se daban mediante videollamadas, sino incluso mediante llamadas telefónicas. La experiencia con niñas y niños de la sierra y selva peruana ha sido más que enriquecedora.
Sería ideal conocer las otras experiencias y así aprender y fortalecer este tipo de intervenciones.