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Por Equipo Blog Primeros Pasos.
“Pura felicidad”. Así describió Juan Carlos Méndez el sentimiento que lo embargó al enterarse que sería papá por primera vez. Y es que está comprobado que los padres que participan en la crianza de sus hijos e hijas son más felices, tienen mejor salud física y mental, menos estrés, y menor riesgo de sufrir accidentes o abusar de sustancias. Sus parejas e hijos también ganan: se reduce la violencia doméstica, de la que 1 de cada 3 mujeres es víctima, y disminuye el riesgo de que los niños se involucren en actividades delictivas o estén expuestos a la explotación o abuso sexual.
También mejora la salud materno-infantil. Los padres que se involucran alientan prácticas saludables como la lactancia materna y la vacunación (que anualmente puede prevenir hasta 3 millones de muertes infantiles en el mundo). Además, influyen sobre el desarrollo y bienestar de los niños, disminuyendo incluso las tasas de deserción escolar. No es de sorprender que los hijos de padres activos tienen menos problemas emocionales y hasta se preocupan menos por su futuro.
Lo que piensan los padres latinoamericanos y caribeños
En vista del tremendo impacto que tienen, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzó la campaña #SoyPadreAsí para rendir tributo a la paternidad activa y animar a los padres a liderar con su ejemplo, mostrándo al mundo cómo involucrarse transforma sus vidas, y las de sus familias, a diario.
Los padres que participaron coincidieron en que las cosas que más disfrutan con sus pequeños son bañarlos, alimentarlos, verlos despertar a su lado y hacerlos dormir sobre su pecho. Resaltaron que dedicarles tiempo de calidad, ya sea jugando, explorando la naturaleza, disfrutando de su cercanía o conversando, es clave para formar una buena relación, como lo expresó Mauro Scaff. Para él, ser padre es algo que había esperado toda la vida.
Unánimemente, confesaron que el miedo y la incertidumbre iniciales de no saber cómo ser padres desaparecieron con la noticia de que sus hijos venían en camino. Para Hector Borja “fue un embargo de felicidad saber que un ‘pedacito’ de mi ser estaría todas las mañanas para despertarme, y también para desvelarme. Pero no existe sueño capaz de resistir ese llamado”.
Mira esta galería con las fotos e historias de todos los papás que participaron. ¡Muchas gracias!
Los padres activos son los mejores defensores de la equidad
Los niños que crecen viendo a sus padres involucrarse responsablemente en casa tienden a replicar su ejemplo, con importantes consecuencias para la igualdad de género. A pesar de que en áreas urbanas de América Latina está aumentando el porcentaje de hombres que participan activamente del cuidado de sus niños, el 50% de los hombres aún consideran que las actividades domésticas no remuneradas, son principalmente tarea de las mujeres.
Solo el 3,2% de los hombres en la región ha cambiado el trabajo remunerado por el doméstico. En Ecuador, por ejemplo, las mujeres dedican 31 horas semanales al trabajo no remunerado y los hombres 9—una diferencia de 22 horas. En general, y aunque en países como Estados Unidos el tiempo que los hombres dedican a estas labores ha incrementado por 6 horas en las últimas décadas, las mujeres emplean 2 a 10 veces más de su tiempo en ello.
Aplaudir la paternidad activa es de todos
Para Andrés Rodriguez, “ser papá es lo máximo. De saber que era tan especial, habría sido padre mucho tiempo atrás.” El 80% de los varones en el mundo serán padres biológicos alguna vez, y aunque muchos de ellos quieren trabajar menos para dedicar más tiempo a sus hijos, las políticas empresariales no siempre son compatibles con este deseo. Por ejemplo, en Chile y México, los padres tienen solamente una semana de permiso de paternidad pagado.
Es urgente revolucionar los marcos sociales y profesionales que perpetúan estereotipos y terminan excluyendo a los hombres de una paternidad más activa. Políticas públicas que promuevan las licencias de paternidad y maternidad marcan la diferencia. Cuando los padres aprovechan la licencia de paternidad, son 19% más proclives a dedicarse al cuidado de los infantes 8 a 12 meses después, incluyendo de madrugada.
Roberto Lanza afirmó que, aunque parezca extraño, disfrutó mucho de trasnochar cambiando pañales y meciendo a sus hijos para hacerlos dormir en su pecho, asegurando que “era lo más romántico que uno pueda vivir”.
Ya es perceptible la voluntad de hacer de la paternidad activa una forma de vida, y las iniciativas para celebrarla lo demuestran. A Félix Alderete ser papá le cambió la vida para siempre. También a Antonio Gonçalves, quien sintió que “era de esas misiones de vida que, a punta de amor, instinto y todo el esfuerzo y dedicación del mundo, podía ser que me salga bien”. Si hubiera más papás activos, ¿cómo se vería el futuro de América Latina y el Caribe?
Y tú, ¿cómo te involucras en la crianza de tus pequeños? ¿Cambiarías algo? ¿Qué hace falta para que la paternidad activa sea una realidad? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
Rosa Chávez Cárdenas dice
Mi hijo Rafael es papá y mamá, se autonombra la MAPACHA: mamá, papá y la Chacha (en México, le decimos la “chacha” a la que hace los quehaceres de la casa). Desde que los niños tenían 2 y 3 años, la mamá los abandonó y nunca los ha vuelto a buscar, hoy en día tienen 11 y 12 años. Mi hijo se ha dedicado a ellos de tiempo completo, su trabajo le permite estar con ellos al salir de la escuela. Mi hijo estudió Diseño Gráfico y hace un par de años hizo una maestría en animación, fue algo muy dificil por el poco tiempo de que dispone. Pero los niños como están tan involucrados en su trabajo son muy creativos, ya cuentan con su página de videos, entrevistas y reportajes, su papá es el productor los encuentran como Rafa y Regina en facebook o en youtube.