Que los sistemas y estrategias de medición del desarrollo infantil en la región se hablaran entre ellos serían noticias extraordinarias. Lo serían especialmente para los más de 23.5 millones de menores de 5 años que, según datos de 2004, viven en condición de vulnerabilidad en América Latina y el Caribe y que muy probablemente presentan déficits en su desarrollo. Sin lugar a dudas, cuantificar un problema es el primer paso para visibilizarlo, lo que a su vez es condición necesaria para empezar a buscar soluciones.
Si los indicadores de desarrollo en cada país fueran comparables entre sí—independientemente del contexto y del grupo poblacional—favorecería enormemente la rendición de cuentas entre los países y, en consecuencia, mejoraría la focalización, diseño e implementación de las políticas de desarrollo infantil en toda la región.
El compromiso con la primera infancia y la importancia de la medición
Existe un compromiso creciente con la primera infancia a nivel global. En la región, por ejemplo, el Diálogo Interamericano, en colaboración con otras instituciones, ha consolidado este compromiso a través de la Agenda Regional. Este acuerdo de políticas, firmado en 2017 en Bogotá por varios presidentes, otros representantes de gobierno, organismos multilaterales de cooperación, y organizaciones de la sociedad civil y la academia, orienta los esfuerzos necesarios para el fortalecimiento de las políticas públicas de primera infancia en los países de América Latina.
El Acuerdo 3 de la Agenda reconoce la necesidad de crear sistemas de medición del desarrollo que sirvan de base empírica para la formulación de programas de acción y políticas, como paso imprescindible para su concreción. En particular, se llama a que todos los países de América Latina y el Caribe cuenten, como parte de su infraestructura institucional, con mecanismos claros de evaluación de todas las dimensiones del desarrollo infantil que permitan determinar sus niveles y monitorear sus trayectorias. Estas mediciones deben ser de fácil administración e interpretación, tener cobertura nacional, y permitir desagregar resultados para los principales grupos poblacionales de interés.
Seminario Regional de Medición de Montevideo
Para avanzar en esta dirección, a finales de mayo se realizó en Montevideo el segundo seminario regional de medición. Organizado por el Diálogo Interamericano en colaboración con las autoridades de primera infancia y en el marco de las actividades del mes de la infancia en Uruguay, el taller reunió a expertos de varios países en la región que combinaban perfiles técnicos y políticos. El cometido del grupo fue analizar el estado de situación de la medición del desarrollo, identificar lecciones aprendidas y evaluar oportunidades de mejora a nivel nacional y regional. Esto, con el fin último de definir un programa de acción plurianual para el grupo, que promueva un enfoque común para impulsar los esfuerzos iniciados en Lima en 2016, durante un primer seminario.
Una parte del encuentro se centró en aspectos técnicos de la medición, tales como los instrumentos que se han usado en encuestas longitudinales y poblacionales, sus virtudes y sus limitantes. También se debatió acerca de cómo utilizar los sistemas nominales de información para el diseño de rutas de atención intersectoriales—en las áreas de protección, salud, nutrición, desarrollo psicosocial y emocional, a lo largo de la primera infancia—y para el monitoreo de su adecuada implementación.
¿Cuáles fueron los acuerdos?
Como resultado de estas productivas jornadas de intercambio y discusión, el grupo acordó:
- Que los esfuerzos en curso en la región para tener encuestas nacionales y sistemas de seguimiento nominal se constituyan en una política de estado.
- La creación de una plataforma regional y una comunidad de aprendizaje que se reúna periódicamente, de manera presencial y virtual, para continuar con el intercambio regular de experiencias y lecciones aprendidas que permitan avanzar en:
- La identificación e integración de estrategias óptimas de medición del desarrollo infantil en los países
- La consolidación de sistemas de seguimiento nominal integrales e integrados, articulados a la prestación de las atenciones básicas que requiere la primera infancia y que permita su monitoreo.
- La necesidad de dotar a esta red de la suficiente institucionalidad y recursos, tanto técnicos como financieros, para que cumpla con su cometido con la celeridad que merece la primera infancia.
- La voluntad de coordinar esfuerzos con otras iniciativas de medición del desarrollo globales que permitan las comparaciones internacionales, especialmente en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿Qué estrategias de medición del desarrollo a escala poblacional o con representatividad nacional conoces y cuáles han sido las lecciones aprendidas derivadas de su uso? ¿Qué otras estrategias crees que podrían ayudar a visibilizar la situación de la primera infancia en la región? Cuéntanos en la sección de comentarios o menciona a @BIDgente en Twitter.
Milena Moreno dice
Hola, excelente trabajo, coopero como investigadora y formuladora de políticas públicas para el desarrollo desde una universidad. Hay forma de integrarse como colaboradora a la red que mencionas en el artículo?
Gracias por tu atención.
PhD. Ps. Milena Moreno
Karleana Semprun dice
Excelente iniciativa que comparto desde mi practica clínica infantil y de investigación. De qué manera pudiera contactarlos e integrarme al trabajo planteado por ustedes?
Gloria Patricia Barusso dice
excelente propuesta ,como neurólogo pediatra me gustaria participar en el trabajo planteado