Estoy preparando mi presentación sobre un reciente estudio del BID para la 18 Conferencia Anual de la Asociación de Economistas de América Latina y El Caribe (LACEA por su sigla en inglés) en México D.F. LACEA es una asociación internacional de economistas con intereses investigativos en temas latinoamericanos. Fue creada en 1992 para facilitar el intercambio de ideas entre economistas y formuladores de políticas. Desde sus inicios, LACEA congregó a un promedio de 1000 miembros activos y es la segunda asociación de economistas más grande, después de la AEA (American Economic Association).
Mientras preparo el power point, pienso en cómo puede ser que nuestra región siga siendo la más desigual en el mundo. Y no solo eso, sino que la desigualdad comienza a partir de apenas los 5 años de edad. Utilizando datos longitudinales únicos del proyecto Young Lives, mi estudio documenta las disparidades en el desarrollo cognitivo –medidas a través de un test de vocabulario receptivo– entre niños de hogares de estatus socioeconómico (ESE) alto y bajo en cuatro países en desarrollo: Perú, Etiopía, India y Vietnam. Es decir, suministra evidencia intercontinental sobre los tiempos, la forma, el patrón y la persistencia de estas desigualdades. ¿Qué tal si les digo que Perú no es solamente el país con la mayor desigualdad transversal entre ricos y pobres (alrededor de 1,30-1,40 desviaciones estándar), sino también el que presenta la más alta persistencia en materia de desarrollo cognitivo?
Esta constatación es de por sí preocupante pues sugiere menos oportunidades de convergencia entre ricos y pobres en el desarrollo cognitivo en este país latinoamericano. En otras palabras, no parece haber ninguna convergencia entre países, con Perú permaneciendo como el más desigual y con la magnitud de la brecha entre países sin reflejar mayor cambio en el tiempo. No obstante, un hallazgo de algún modo nuevo en relación con la literatura existente sobre los gradientes –y en un tono más positivo– es que el análisis sugiere que aunque las desigualdades encontradas a los 5 años persisten durante los primeros años escolares en los cuatro países, la magnitud de estas disparidades en el ESE al interior de los países parece decrecer con el tiempo. Esto implica que hay convergencia entre ricos y pobres incluso si Perú aparece como el más desigual de los cuatro países. Esta última es una afirmación descriptiva interesante, pero algunos quisieran saber qué hay detrás de estos gradientes, o sea a qué pueden atribuirse.
El estudio aborda mediante análisis de regresiones algunos eslabones que subyacen tras estas tendencias, pero el gradiente persiste sobre todos incluso cuando se controla por un amplio número de mediadores importantes como el preescolar, la nutrición temprana y la escolarización. Es interesante señalar que el desempeño en el Test de vocabulario en imágenes Peabody a los 5 años es el mediador más importante del gradiente del ESE a los 8 años. Mi humilde conclusión de este estudio sencillo es que si la región quiere invertir en la infancia y encarar la alta desigualdad de nuestra región, es necesario comenzar a pensar en intervenciones que se hagan antes de que los niños cumplan 5 años. Es posible ver a un niño de 5 años como una personita llena de potencial, pero desafortunadamente la literatura científica (y este estudio) demuestran que podría ser ya DEMASIADO tarde invertir en el recién a esta edad.
Puntajes de test PPVT en edades de 5 y 8 por país y quintil de gasto
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