Para la mayoría de los niños de nuestra región, existen dos alternativas de cuidado: el primero provisto en hogares por los padres u otros familiares como tíos, hermanos mayores, o inclusive vecinos. Otra alternativa es que acudan a centros de cuidado infantil durante varias horas al día. Un estudio pionero en Nicaragua nos demuestra cómo estos centros impactan en los niños y ayudan a la participación laboral de las madres.
Se espera que las mujeres asuman las tareas de cuidado
Una de las principales barreras que siguen enfrentando las mujeres para acceder al mercado de trabajo es la expectativa cultural que existe sobre su papel como cuidadoras. En América Latina y el Caribe, al igual que en otras regiones del mundo, las tareas de cuidado y crianza de los hijos recaen principalmente sobre las mujeres. Datos para 17 países de América Latina y el Caribe muestran la desigualdad en la distribución de los quehaceres domésticos y cuidados no remunerados entre hombres y mujeres. En todos estos países, la proporción del tiempo reportado por las mujeres es el doble o más que el que reportan los hombres, y en países como Brasil, Ecuador y Honduras llega a ser hasta cuatro veces mayor. Y no sólo se trata de las obligaciones domésticas: inclusive la interacción directa con los niños de 0-5 años recae desproporcionadamente sobre las mamás. Para todas las actividades analizadas, las madres realizan el doble o más actividades con sus hijos en comparación a los padres.
Este es uno de los factores que aumentan la brecha en la participación laboral entre hombres y mujeres. La situación difiere por país: la brecha va desde los 16 puntos porcentuales en Uruguay a los 55 puntos en Guatemala. Pero existe un denominador común en todos los países de la región: las mujeres con hijos menores a 5 años trabajan menos que las mujeres que no son madres, e incluso que las madres con hijos mayores. Entonces, la oferta de servicios de cuidado cobra un rol fundamental.
El papel de los centros de cuidado infantil
Los centros de cuidado infantil tienen un doble objetivo: por un lado, promover el desarrollo de los niños y sus capacidades. Por el otro, al liberar tiempo que las madres pasan asumiendo tareas de cuidado, estos centros buscan incrementar la participación femenina en el mercado laboral. Ambos objetivos son fundamentales, ya que rompen la transmisión intergeneracional de la pobreza.
Dado que, en este escenario, el tiempo que un niño no lo pasa en su hogar con sus cuidadores primarios, lo pasa en un centro de cuidado infantil, cabe preguntarse: ¿Qué es mejor para los niños: el hogar o el centro de cuidado? No existe una única respuesta. La literatura de los países desarrollados sugiere que asistir a un jardín en general da resultados positivos y sostenidos cuando los niños son pobres y la calidad es alta. Sucede que los niños que asisten que no son necesariamente pobres, tienen en sus hogares una alternativa de cuidado de calidad relativamente alta. Es que la calidad del entorno del hogar varía según los ingresos: los niños de los hogares más ricos tienen más probabilidades de recibir alimentos nutritivos, estimulación cognitiva y un cuidado de apoyo emocional que los niños de hogares más pobres
Estudio pionero encuentra beneficios en el desarrollo infantil y en la participación laboral femenina
En Nicaragua evaluamos los impactos de un programa público que introdujo el acceso a centros de cuidado infantil de medio tiempo para niños menores de cuatros años en las áreas urbanas pobres del país. Este trabajo es uno de los primeros estudios experimentales que se haya hecho sobre los efectos de un programa público de cuidado infantil en un país en desarrollo.
Analizamos la asistencia a centros infantiles de cuidado y encontramos un impacto positivo doble. Por un lado, se registraron mejoras en las destrezas socioemocionales del niño. Por el otro, verificamos un aumento de 14 puntos porcentuales en la participación laboral de las madres. Este último punto es fundamental, ya que no sólo acorta la brecha de participación laboral, sino que, considerando el nivel salarial mínimo vigente en Nicaragua al momento del estudio, este impacto alcanzaría para pagar el programa en su totalidad.
Este es un ejemplo concreto de una política pública que pueden adoptar los países en búsqueda de una región más equitativa para todos sus habitantes. ¿Cónoces otros programas que ayuden a achicar la brecha de género? Déjanos un comentario.
Luz Dalida Alzate Valencia dice
Las políticas de apoyo al desarrollo infantil y al campo laboral femenino, muestra la importancia de acrecentar este proceso con el paso del tiempo en espacios académicos con el empoderamiento femenino dentro y fuera de las aulas de clase.
Una política Institucional de género y preparación para la vida profesional.
Gracias.
“Somos altamente diversos e inclusivos compartiendo estos temas”
Dr Hector Lamas Rojas dice
Debemos impulsar programas que tengan como objetivos:
1. Mejorar la calidad del aprendizaje académico y la formación personal en valores para una participación ciudadana responsable.
2. Reconocer y aplicar estrategias de psicología positiva de prevención y promoción generando fortalezas personales.
Desde la Psicología proponemos como actividades de intervención:
Desarrollo de recursos cognitivos, afectivos y psicosociales que integran el denominado capital psíquico; que según Cazullo(2006) . se utiliza para hacer referencia a ese conjunto de factores y procesos que permiten aprender a protegerse y sobrevivir, a generar fortalezas personales. Se intenta suplementar y no reemplazar lo que se conoce científicamente sobre el sufrimiento psicológico, con el objetivo de poder lograr una comprensión más equilibrada de la experiencia humana, con sus altibajos, sus momentos de éxtasis y goce y aquéllos de dolor y desesperanza. En una `primera etapa de mayo a diciembre, se aplicarían los siguientes programas.
a) Valores: Dinámicas para fomentar valores (sentido de justicia, tolerancia, respeto, honestidad
b) Superar obstáculos: Resiliencia, habilidades sociales, autoestima
c) Capacidades cognitivas: Curiosidad , creatividad, pensamiento crítico
d) Vínculos interpersonales Promoviendo la armonía Inteligencia emocional
Adriána Constanza cruz dice
Buenas tardes. Me interesaría saber si este programa lo desarrollarán en Colombia. Y en que fecha