Los gobiernos de América Latina y el Caribe llevan décadas implementando acciones para provisión de soluciones habitacionales focalizadas en hogares pobres y vulnerables. Una de las soluciones más exploradas es la de subsidios de vivienda para los hogares, priorizando la atención a mujeres jefas de hogar y a hogares con personas con discapacidad. Por ejemplo, el programa “Soluciones de Vivienda para Hogares Pobres y Vulnerables” de Ecuador tiene como objetivo la inclusión a través del otorgamiento de subsidios. Al 2024 este programa, liderado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, ha entregado a nivel nacional alrededor de 3.609 subsidios, de las cuales el 31% han ido dirigidos a hogares con jefatura femenina y un 17% a hogares que tienen entre sus miembros a una persona con discapacidad (MIDUVI, 2024), lo que deja ver los avances en inclusión en las normas y el cambio de vida en muchas familias.
Pero aun, queda mucho por hacer. Por ejemplo, alrededor del 36% de los hogares indígenas reside en una vivienda deficientes. A su vez, los hogares afrodescendientes tienen el doble de probabilidad de vivir en barrios pobres o informales comparado con los hogares no-afrodescendientes (Banco Mundial 2018). Lo que confirma la importancia de incluir el enfoque de género y diversidad en la atención al déficit de vivienda.
Brechas
A pesar de los grandes avanzado en la reducción de la pobreza, la región se sigue caracterizando por revelar persistentes brechas de género en indicadores sociales y económicos. Aún más, las brechas se amplían cuando se trata de hogares que se identifican como parte de uno o más grupos diversos (por ejemplo, mujeres Afrodescendientes y mujeres indígenas).
En el ámbito urbano. La provisión de infraestructura y servicios urbanos deficientes afecta en particular a mujeres, niños, niñas, adultos mayores y personas con discapacidad, los cuales constituyen la mayoría de los habitantes urbanos (Libertun, Mastellaro, Brassiolo et al., 2020). En la región, al igual que en todo el mundo, las mujeres reportan sistemáticamente niveles más altos de inseguridad en lugares públicos que los hombres, lo que limita su participación en la sociedad (Johansson & Haandrikman, 2023). Casi el 40% de la población urbana de América Latina y el Caribe ha declarado haber sido víctima de un delito, lo cual lleva a limitaciones en el uso del espacio público especialmente entre jóvenes y mujeres (Vilalta, Castillo y Torres, 2016). Además, la mayor parte de la población urbana de LAC carece de acceso a áreas verdes seguras, con consecuencias negativas en los niveles de estrés, obesidad y el desarrollo de la vida comunitaria de la población urbana (BID-HUD 2020).
El ámbito laboral. A las brechas urbanas se suman las dificultades económicas. En LAC, una de cada dos mujeres no tiene empleo y una de cada cuatro no tiene ingresos propios. Las mujeres de LAC ganan en promedio un 23% menos que sus pares hombres con idénticas cualificaciones, y dicha discriminación salarial no ha disminuido en las dos últimas décadas. La brecha de 10 puntos porcentuales (pp) en el empleo formal entre afrodescendientes y no afrodescendientes también se muestra constante en el tiempo, siendo las mujeres afrodescendientes quienes menos posibilidades tienen de estar empleadas en trabajos formales. Situación que se complejiza si tienen que asumir las responsabilidades económicas y la carga de cuidados del hogar. La situación es aún más crítica cuando se toma en cuenta que los hogares monoparentales con jefatura femenina han aumentado, en el 2000 eran 31,9% al 2021 llega al 35,8% (Cepal 2022).
Oportunidades
Avanzar hacia una Región más inclusiva y ecuánime implica abordar aquellos desafíos subyacentes que enfrentan las mujeres, particularmente si también se identifican con comunidades afrodescendientes, indígenas, personas con discapacidad o LGTBQ+.
En el sector de Vivienda y Desarrollo Urbano del Grupo BID entre otros aspectos busca promocionar el acceso a vivienda adecuada y de calidad para todas las personas a través de intervenciones que contribuyen a cortar brechas de género y grupos diversos. El Programa de Integración Urbana de Campamentos en Chile prioriza la entrega de subsidios de vivienda a hogares nacionales y migrantes residentes en campamentos y a personas indígenas mujeres jefas de hogar. Así como el Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial de Santo Domingo favorece la titulación de la vivienda para mujeres o compartido con su pareja.
Entre las soluciones habitacionales inclusivas que se han implementado en la Región están: las cooperativas de vivienda integradas por mujeres jefas de hogar, quienes participan en el diseño, gestión y mantenimiento de viviendas, como es la experiencia de la Cooperativa Pa´lante en Uruguay. El proyecto Soluciones urbanas para Buenos Aires se constituye en un puente entre inquilinos y propietarios a través de facilitar garantías o intervención directa con la construcción o renovación de inmuebles para alquiler o por incidencia en la política pública y en el imaginario social, se caracteriza por el reciclaje de edificios para alquileres justos dirigido a grupos de población vulnerable, proyecto implementado por Hábitat para la Humanidad Argentina.
Lecciones de las intervenciones
De estas experiencias surgen siete importantes lecciones para cerrar la brecha de género y diversidad en el acceso a la vivienda en LAC.
- Entender al déficit de soluciones habitacionales como un fenómeno multidimensional. Es por eso que es necesario incluir una perspectiva intercultural e interseccional que aborde de modo integral los múltiples sistemas de discriminación para lograr equidad en la diversidad.
- Contar con un adecuado diagnóstico sobre las brechas de género y grupos diversos en el acceso a soluciones habitacionales. Estos diagnósticos necesitan incorporar aspectos como: crédito, diseños participativos, niveles de vulnerabilidad, entre otros. Los proyectos deben basarse en datos desagregados por género y grupos diversos que visibilicen su situación y se identifiquen oportunidades de cambio, el género evidencia la importancia de los datos para promover la igualdad.
- Formar a los equipos técnicos en aspectos de género y grupos de población diversos para la implementación de proyectos. Por ejemplo, en Brasil donde se implementó el curso Ciudades para Todes: oportunidad para construir un urbanismo inclusivo y accesible.
- Diversificar las herramientas para facilitar el acceso a vivienda adecuada, incluyendo titulación, mejoras a la vivienda y apoyo al arrendamiento. Por ejemplo, mediante subsidio de arriendo, tal como se realizó en Chile; titulación de la propiedad en el Barrio 31 en Buenos Aires en Argentina.
- Incorporar métodos transparentes de focalización y selección de beneficiarios. Esto requiere a la mejora de los procesos y sistemas de información para el registro y selección de beneficiarios de programas de vivienda social como en Brasil.
- Reforzar la colaboración con el sector privado en los programas de vivienda asequible y accesible mediante alianzas. Para este propósito es importante implementar herramientas de financiamiento no convencionales como: asociaciones público – privadas, titularización hipotecaria y bonos temáticos, como el primer bono social de género emitido por Davivienda en Colombia.
- Contar con procesos de acompañamiento social en proyectos habitacionales. Esto requiere ser incorporado desde la etapa inicial del proyecto, considerando que es una inversión necesaria, como en Ecuador.
Desde el Grupo BID apoyamos, a las mujeres, a Pueblos Indígenas, Afrodescendientes, personas con discapacidad y población LGTBQ+ para que sean agentes de crecimiento económico, y de soluciones sustentables ¡Multiplicando su impacto!

Si quieres conocer más sobre las soluciones para cerrar la brecha de género y diversidad en el acceso a vivienda y otros temas relacionados con la situación del déficit habitacional en América Latina y el Caribe, regístrate en el 3er Foro Regional de Vivienda 2024, que se celebra en Ciudad de México el próximo 25 de julio. El evento estará centrado en la “Innovación disruptiva en vivienda sostenible para población vulnerable en América Latina y el Caribe”.
Al Foro asistirán los actores más relevantes del tema vivienda, entre ellos ministros, profesionales del sector privado, bancos de desarrollo, organismos nacionales de vivienda y expertos de la Academia, entre otros.
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