Todas las comunidades de vecinos tienen sus más y sus menos. En los desarrollos de vivienda social, esto no es una excepción, pero además, se agrava por un contexto socioeconómico vulnerable. Existe evidencia cualitativa que prueba cómo complementando las obras de construcción de viviendas junto con intervenciones sociales se disminuye el riesgo de que los proyectos habitacionales se conviertan en foco de problemas sociales. Los problemas sociales más frecuentes que encontramos son las tensiones en las relaciones vecinales, la falta de pago de las contribuciones, el poco involucramiento de sus habitantes en las actividades comunitarias para la convivencia y mantenimiento de la infraestructura o la falta de cumplimiento de las reglas y acuerdos vecinales.
¿En qué consiste el Acompañamiento Social a Proyectos Habitaciones (ASPH)?
El ASPH podría definirse como un proceso que facilita el acceso y uso de vivienda y espacios públicos a ciudadanos/as. Es un generador de encuentros para el diálogo, de toma de decisiones consensuadas, de intercambio de conocimientos técnicos y experiencias entre vecinos/as y promotores/as. El propósito del ASPH es fortalecer aptitudes, capacidades, responsabilidades y fomentar la organización de tal manera que se logre la convivencia armónica y el mantenimiento adecuado de la infraestructura (vivienda y espacios públicos).
Las acciones de acompañamiento social en proyectos de vivienda social tienen un fuerte enfoque comunitario, buscando, mendiante la participación de sus habitantes una mayor apropiación de la vivienda, los espacios públicos y el fortalecimiento del tejido social. Las actividades incluyen acciones de distinto tipo y grado de complejidad y deben venir acompañadas de un fuerte enfoque de género e inclusión, así como del cuidado ambiental.
Experiencias de acompañamiento social a proyectos habitacionales
En el día de hoy nos acercamos hasta Ecuador, un país que lleva tiempo gestionando con éxito proyectos de acompañamiento social y nos servirá para ilustrar por qué el ASPH debe considerarse como una inversión necesaria.
A nivel público, Ecuador, a través del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI) implementó entre el 2012 a 2016 la Gerencia de Acompañamiento Social/Gerencia Social. Este plan tenía como objetivo apoyar proyectos de construcción de conjuntos habitacionales y reasentamientos que pudieran mejorar las condiciones de vida de la población beneficiaria. Para llevarlo a cabo, se capacitó a las familias en el buen uso de la vivienda y convivencia social. Así mismo, se trabajó en la creación de comunidades solidarias y autogestoras de su propio hábitat, como en la coproducción de planes de acción comunitaria y acuerdos de convivencia.
Foto. Código del buen uso de la vivienda. MIDUVI, 2016 Foto. Proyecto Habitacional Ceibo Renacer. STPTV, 2021
En 2017 se crea la Secretaría Técnica Plan Toda una Vida (STPTV), que está a cargo del acompañamiento social en Ecuador mediante la implementación de la Estrategia de Fortalecimiento Comunitario (EFC), un tipo de ASPH, en los proyectos habitacionales impulsados por el Estado. Su objetivo es “formular mecanismos de participación comunitaria que permitan construir, reconstruir o fortalecer la estructura comunitaria, basada en el reconocimiento de los derechos, la paz y la convivencia ciudadana, que respondan a las necesidades de la realidad territorial y aspiraciones socioeconómicas, para que los actores sean protagonistas de sus propios proyectos de desarrollo” (STPTV, 2020).
Según un estudio financiado por el BID, los beneficiarios de los programas de ASPH en Ecuador tienen una valoración positiva de los mismos. Según se desprende de este estudio, los beneficiarios/as consideran que ha tenido como efecto “el empoderamiento de las comunidades en los procesos de desarrollo y la generación de organización local y tejido social, la conformación de hábitats saludables, seguros y sostenibles; y en algunos casos ha favorecido la generación de oportunidades, emprendimiento e inserción laboral”.
El ámbito privado no es ajeno al ASPH en Ecuador. Un ejemplo de ellos lo encontramos en la Fundación Bienestar , quien lleva 14 años fomentando y ofreciendo asesoría técnica especializada en temas relacionados a la organización comunitaria y convivencia en proyectos inmobiliarios a nivel nacional. Según la Fundación Bienestar, la ASPH ha contribuido a que baje el número e intensidad de los conflictos y se fortalezcan los procesos de conocimiento de la comunidad alrededor de la vivienda. También indican que la ASPH ha hecho posible que las personas estén mejor capacitadas y que los administradores/as de los proyectos se empoderen logrando una mejor gestión y ambiente vecinal.
El acompañamiento social a proyectos habitaciones: una buena inversión
En líneas generales, las experiencias de ASPH presentan cinco factores que contribuyen a obtener resultados positivos en los proyectos habitacionales:
- El enfoque comunitario plantea la dinamización de la gestión organizativa, apropiación y adecuada convivencia vecinal, incluyendo el involucramiento de la población en las distintas etapas del proceso de producción y mantenimiento de la vivienda
- Incoporar en las acciones el enfoque de género, inclusión y cuidado del ambiente
- La conformación de equipos multidiciplinarios con perfiles técnicos sociales y ambientales posibilita abordar problemas de ámbitos dispares
- La articulación de servicios sociales promueven la integración con programas públicos sociales dirigidos a la población que habita en los proyectos
- Mantener una visión integradora: para que habitantes de los proyectos tengan acceso a la oferta de espacios públicos y servicios de la ciudad
Pese a lo anterior, la implementación de estas acciones enfrenta importantes desafíos, como:
- Contar con un presupuesto adecuado
- Disponer de metodología adaptable al contexto
- Contar con profesionales técnicos sociales calificados
- Asumir que acompañamiento social es un proceso que genera responsabilidad y no dependencia
- Facilitar la coordinación interinstitucional
- Motivar a las y los habitantes de los proyectos habitacionales a crear e involucrarse en acciones que respondan a sus intereses y necesidades
En conclusión, considerando el potencial de estas experiencias, el ASPH debe considerarse como una inversión necesaria de política pública, como práctica de las instituciones y empresas que construyen y financian los proyectos, así como parte de los procesos comunitarios de las y los habitantes de los proyectos habitacionales.
Karolina Castro Marín dice
Muchas gracias por este importante aporte y guía sobre este tema tan necesario en América Latina.
Soy arquitecta y empleada del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos de Costa Rica, y justamente me encuentro apoyando el proceso de inclusión de la variable social dentro de la Directriz 27; la cual rige el desarrollo de vivienda social en el país. Se encuentra de hecho, un Proyecto de Ley en revisión en la Asamblea Legislativa de Costa Rica, con el fin de incluir dentro del monto del bono de vivienda, un porcentaje para financiar los costos de este acompañamiento social de las familias durante el proceso de desarrollo de los proyectos de vivienda.
Del mismo modo, nos encontramos desarrollando un modelo de convivencia para el acompañamiento social de las familias que habitarán en proyectos de vivienda social bajo la figura legal de condominio residencial.