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El futuro ya está aquí. Los efectos del cambio climático global se sienten de forma severa en América Latina y el Caribe (ALC): por ejemplo, los incendios forestales son cada vez más frecuentes, los períodos de sequía son más prolongados, y ha aumentado la duración e intensidad de las tormentas tropicales. El cambio climático amenaza el futuro de nuestro planeta, pero aún estamos a tiempo de adaptarnos a él y mitigar sus efectos.
En las ciudades, donde vive cerca del 80% de la población de la región, la adaptación a los cambios producidos por el clima pasa por adecuar las edificaciones e infraestructuras urbanas. El BID, en su compromiso con el desarrollo de la región, colabora con los países, y las ciudades de ALC, para solucionar el déficit de vivienda de una manera sostenible y adaptada al cambio climático. Un ejemplo lo encontramos en la República Dominicana, donde se está ejecutando el Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial de Santo Domingo (CCSD).
Sigue leyendo para conocer más detalles sobre nuestro trabajo en la República Dominicana y 3 aprendizajes de esta experiencia que pueden ser replicados en otros países interesados en llevar a cabo planes de mejora de vivienda social con enfoque de adaptación y mitigación al cambio climático
La escasez y baja calidad de la vivienda, un problema regional
El acceso a una vivienda digna aparece consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. También es considerado un derecho constitucional en muchos países. Sin embargo, en ALC cerca de 113 millones de personas carecen de una vivienda adecuada.
En el Banco Interamericano de Desarrollo, estamos trabajando para poner solución a esta situación tan dramática y urgente. En la República Dominicana, apoyamos al Gobierno de la nación a través del Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial de Santo Domingo (CCSD). Este programa tiene como uno de sus objetivos la mejora de las condiciones de habitabilidad de los hogares más vulnerables, interviniendo 140 viviendas precarias con un enfoque de adaptación y mitigación al cambio climático. Para lograrlo, se incluirán estrategias para aumentar la resiliencia de las viviendas a los riesgos de desastres e impactos de cambio climático, y las mejoras se llevarán a cabo con criterios de construcción sostenible como una línea de acción hacia la descarbonización del sector de la construcción.
¿Por qué adaptar la vivienda social en República Dominicana a los efectos del cambio climático?
El cambio climático presenta importantes amenazas a todos los estados caribeños, incluyendo la República Dominicana. A pesar de las diferencias entre las naciones del Caribe, el cambio climático plantea amenazas serias a todas ellas. De acuerdo con el IPCC, las temperaturas promedio en se han incrementado entre 0.1° y 0.2°C cada década, a lo largo de las últimas tres décadas en el Caribe. Los patrones de lluvia también han cambiado, y se espera un aumento en el número de días secos consecutivos. Como consecuencia, las viviendas, al ser el principal espacio de refugio y protección, deben adecuarse a estas nuevas circunstancias.
La construcción de edificios de forma sostenible y resiliente es una tendencia mundial, que no deja atrás a la República Dominicana. Está siendo impulsada con rapidez debido a una mayor preocupación por los impactos del cambio climático, pero también por la búsqueda de espacios más saludables y confortables incitados por la pandemia. A medida que somos conscientes de los beneficios de la construcción sostenible y resiliente su demanda va en aumento.
La construcción de viviendas con criterios de sostenibilidad y resiliencia tiene grandes beneficios. Entre ellos están el aumento de salud y el bienestar de sus ocupantes, la inclusión de prácticas sostenibles, y el aumento de productividad de los trabajadores.
Beneficios de adaptar la vivienda social a los efectos del cambio climático
La implementación del programa de CCSDde República Dominicana nos deja tres aprendizajes en materia de mejoramiento de vivienda social con enfoque de adaptación y mitigqación al cambio climático. A continuación, te contamos en detalle estas tres lecciones, que pueden servir de inspiración para el desarrollo de asentamientos urbanos sostenibles y climáticamente inteligentes en otras ciudades de la región.
1. Fortalecimiento institucional
El Grupo BID es la mejor fuente de conocimiento para diseñar instrumentos destinados a expandir las oportunidades de innovación en temas de cambio climático y sostenibilidad ambiental en ALC. La División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID, en particular, se ha posicionado a la vanguardia en la generación, gestión y diseminación de conocimiento en los campos de vivienda y desarrollo urbano. Nuestro acompañamiento y capacitación a ejecutores, con énfasis en la construcción verde, no para de aumentar.
En el caso de la República Dominicana, el BID acompañó a los ejecutores del programa en CCSD con acciones de capacitación, cursos, talleres y conferencias, que permitieron compartir conocimientos para fortalecer la capacidad de respuesta e incrementar el desempeño.
Este tipo de acciones de fortalecimiento institucional son una excelente oportunidad para innovar y desarrollar un sector de la construcción más eficientes en la región. Es por ello por lo que juegan un papel primordial para aumentar la oferta y demanda de edificios verdes y resilientes.
Taller Introductorio a EDGE dirigido a los actores del programa en CCSD
2. Inclusión de prácticas sostenibles:
Hasta el 80 % de las pérdidas totales causadas por los desastres en ALC se producen en las zonas urbanas, que también producen una tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel regional. Lograr que las ciudades sean más resilientes frente a los eventos climáticos e implementar la descarbonización de los sistemas urbanos es una prioridad para la acción climática.
El programa de CCSD incluye la definición de estrategias específicas para aumentar la resiliencia de las viviendas a los riesgos de desastres e impactos de cambio climático. También aborda medidas costo-efectivas de eficiencia energética, uso de agua y selección de materiales de construcción bajos en carbono, que permiten de manera integral cumplir con estándares internacionales de edificios sostenibles, como lo es EDGE. EDGE es un software libre creado por el IFC que ayuda a identificar estrategias costo-efectivas para reducir la demanda de recursos.
Elaboración propia, adaptado con la guía de Edificios Verdes
3. Generación de empleo verde
La creación de empleos verdes vinculados con estrategias especificas de cambio climático como la eficiencia energética o las energías renovables, por ejemplo, genera grandes oportunidades para dinamizar la economía local además de promover un impacto positivo en la reducción de la pobreza y en el avance hacia una sociedad más equitativa y sostenible. A esta referencia de acuerdo con un estudio del BID, un hallazgo clave en la región es que la mayoría de los empleos que requieren habilidades verdes no son empleos verdes tradicionales, es decir que no requieren necesariamente un título universitario por lo contrario habilidades a través de la capacitación en el trabajo, educación técnica, aprendizaje en el trabajo, programas de certificación técnica, entre otros.
Esto demuestra la necesidad de incrementar estas habilidades en diferentes sectores de la economía. El programa de CCSD, desde su preparación ha contribuido con la generación de habilidades verdes en los equipos de trabajo, desde la identificación de oportunidades así como la recolección de datos información para el análisis de desempeño energético e hídrico. Se espera que la fase de implementación de programa se desarrollen otras habilidades como por ejemplo provedores o instaladores de ecotecnologías, supervisores de obras verdes, mano de obra capacitada, auxiliares de construccion certificados, entre otros.
Equipo recolección de datos e información
Estudios del BID aseguran que vivir en espacios libres de carbono resultará más barato y cómodo. En este escenario, planificar la reutilización del stock de vivienda existente, y aplicar prácticas de diseño verdes y resiliente representa una gran oportunidad para el desarrollo de ciudades sostenibles, contribuir a enfrentar los desafíos del cambio climático y sumarse a los esfuerzos de cumplir con los objetivos acordados en el Acuerdo de París.
¿Está tu ciudad preparada para adaptar la vivienda social a los efectos del cambio climático?
En la División de Desarrollo Urbano y Vivienda del BID trabajamos para mejorar vidas en las ciudades y países de la región. Si estás interesado en la implementación de planes de mejora de vivienda social con enfoque de adaptación al cambio climático en tu municipio, no dudes en escribirnos. Estaremos encantados de conocer tu caso y ver cómo podemos apoyarte.
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