El rápido crecimiento de las ciudades es una tendencia mundial que ha transformado la forma en que vivimos en ellas. Desde 2007, más del 50% de la población mundial reside en entornos urbanos, y se prevé que esta cifra aumente al 60% para 2030. Nuestra región no es una excepción, y en países como Costa Rica se observa esta tendencia de forma muy clara, tanto en el crecimiento de las ciudades, como de su población.
En este contexto, se requiere una planificación adecuada para administrar el crecimiento urbano y promover un desarrollo sostenible. Contar con información precisa es clave para que los países puedan ofrecer servicios públicos en función de la demanda ciudadana, impactando positivamente la calidad de vida y el entorno urbano.
Con el objetivo de apoyar a Costa Rica a comprender mejor el crecimiento de sus ciudades, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su División de Vivienda y Desarrollo Urbano, ha colaborado con la Contraloría General de la República de Costa Rica (CGR-CR) para hacerlo posible. Sigue leyendo para conocer más detalles de esta colaboración que ha permitido a los gobiernos locales costarricenses tomar decisiones informadas para crear ciudades más inclusivas, sostenibles y prósperas en el futuro.
Análisis del crecimiento territorial de ciudades intermedias con datos abiertos
Con el objetivo de optimizar la utilización de los fondos públicos y conocer cómo mejorar el desarrollo urbano sostenible del país, la (CGR-CR) realizó un estudio sobre la gestión estratégica territorial de las ciudades intermedias de Liberia, Limón y Pérez Zeledón.
Mapa 1: Ubicación de las tres ciudades intermedias analizadas en Costa Rica.
Para ello, la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID, a través de su Laboratorio de Ciudades, ha colaborado con la CGR-CR proporcionando un análisis del crecimiento territorial de estas ciudades intermedias. Este análisis, realizado con herramientas como URSA (sigla de Urban Reporting based on Satellite Analysis), una aplicación de código abierto que utiliza datos de satelitales, ha permitido comprender mejor la evolución urbana de estas ciudades.
Aunque inicialmente diseñada para ciudades más grandes, la herramienta URSA se adaptó para las ciudades más pequeñas de Costa Rica, gracias a la colaboración con el Instituto Tecnológico de Monterrey de México. Este estudio reveló patrones de alerta de crecimiento urbano en Liberia, Limón y Pérez Zeledón.
Hallazgos del estudio
Los resultados de este estudio permitieron a la CGR-CR concluir que el modelo de ocupación territorial en estas ciudades es distante, disperso y afronta retos de conectividad. Por ejemplo, en el caso de Liberia, la zona urbana del distrito tenía en 2020 una superficie edificada de 3,5 km2 (mapas 2 y 3) y una superficie urbanizada de 23km2 (mapa 4). Es decir, el área urbanizada -que incluye vías de circulación, equipamientos urbanos diversos y terrenos vacantes- es seis veces mayor al área de edificaciones dedicadas a la actividad residencial, comercial e industrial.
Izquierda: Mapa 2 (Crecimiento de la mancha urbana en el distrito de Liberia) | Derecha: Mapa 3: Crecimiento en el centro urbano
Mapa 4: Cobertura de suelo en 2022
Fuente: Análisis del crecimiento territorial en tres ciudades intermedias de Costa Rica.
El crecimiento expansivo de estas ciudades provoca que la utilización del suelo se incremente mucho más rápido que la población, dando como resultado una disminución de la densidad. Esto encarece la prestación de los servicios públicos, incide en el uso eficaz y eficiente de los fondos públicos e impacta la sostenibilidad.
Los informes de auditoría de la CGR-CR resaltaron la importancia de una planificación estratégica con visión a futuro, que permita superar las debilidades existentes, aprovechar las oportunidades, potenciar las fortalezas y esquivar las amenazas. También se resalta la importancia de incorporar un análisis prospectivo de la ciudad que permita establecer su direccionamiento estratégico. Los informes de auditoría pueden ser consultados en los siguientes enlaces para Liberia, Pérez Zeledón, y Limón.
El diagnóstico y monitoreo del entorno urbano: una buena práctica para replicar en otras ciudades.
Las ciudades son como sistemas complejos, donde las actividades humanas interactúan conforme el sistema evoluciona dinámicamente en ámbitos como el social, el físico-espacial, el económico y el ambiental. Por tanto, el análisis situacional de la ciudad permite plantear una abstracción simplificada de la complejidad inherente a la realidad urbana, para dar paso posteriormente a la proyección de escenarios futuros y la formulación de estrategias de desarrollo.
Las herramientas del Urban Planning Toolbox y el apoyo disponible por parte del Laboratorio de Ciudades del BID en esta materia son un recurso valioso para los gobiernos locales. Les permite contar con datos para el diagnóstico y monitoreo de sus ciudades y, a su vez, contribuye a la toma de decisiones informadas para crear ciudades más inclusivas, sostenibles y prósperas en el futuro.
Editor: Daniel Peciña López
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