¿Por qué hablar de resiliencia y déficit habitacional?
El 3º Foro Regional de Vivienda 2024 es una oportunidad crucial para redefinir el panorama habitacional en América Latina y el Caribe y explorar la innovación disruptiva que valdría la pena ponerse en marcha para una mejor atención de la población vulnerable. En este contexto, hay un tema central del que todos debieramos estar hablando: viviendas sostenibles y resilientes frente a las amenazas del cambio climático y los desastres naturales.
No es difícil darnos cuenta que el cambio climático añade una capa de complejidad a la crisis habitacional en la región: la inundación de Rio Grande do Sul de mayo dejó al menos 200 mil viviendas afectadas y 423 mil personas desplazadas. Más recientemente, los intensos temporales y vientos de junio han dejado 11 viviendas destruidas y más de 20 personas aisladas en el centro y sur de Chile. Por su parte, el Gobierno de Panamá ha apoyado la reubicación de 300 familias de la comunidad isleña de Gardí Sugdub (Comarca Guna Yala) debido al aumento del nivel del mar y al hacinamiento. Se prevé que para para 2050 ninguna de las islas de la Comarca (más de 365) en el Caribe panameño serán habitables a causa del calentamiento global.
Esta situación no solo aumenta la presión sobre los recursos ya limitados, sino que también destaca la necesidad de readecuar las infraestructuras existentes, y construir nuevas viviendas que sean sostenibles y capaces de soportar las condiciones climáticas que están cambiando. En este blog, presentamos algunas soluciones para fortalecer la resiliencia y sostenibilidad en el sector vivienda, y los invitamos a continuar explorando formas para garantizar que las comunidades puedan adaptarse y prosperar en un entorno cada vez más desafiante.
¿Cómo lo hacemos? Soluciones alternativas de vivienda resiliente
Abordar el déficit habitacional en LAC requiere un enfoque multifacético que incorpore soluciones alternativas de vivienda resiliente. A continuación, nos enfocamos en tres estrategias útiles para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia del sector habitacional: 1) el retrofit (o mejoramiento) de viviendas existentes para hacerlas más resilientes, 2) la redensificación urbana, y 3) la seguridad en la tenencia de la propiedad.
Retrofit de vivienda existente para mejorar la resiliencia y eficiencia
Esta práctica implica la renovación y mejora de estructuras habitacionales actuales con el fin de aumentar su capacidad para resistir eventos extremos y desastres naturales, mejorar su eficiencia energética y/o hídrica y mejorar su calidad y comfort. Este proceso puede incluir una variedad de mejoras, tales como el refuerzo de las conexiones estructurales, mejorar la cobertura del techo; mejoras en ventanas y puertas exteriores, la instalación de materiales de construcción más duraderos y resistentes, la implementación de sistemas de energía renovable, y la mejora del aislamiento térmico y la impermeabilización.
Por ejemplo, el Programa My Safe Florida Home del Estado de Florida ofrece inspecciones gratuitas de viviendas en las que se evalúa la vulnerabilidad frente a huracanes, a partir de lo cual se proporciona una lista de mejoras recomendadas para mitigar posibles daños por tormentas. Después de la inspección, los propietarios elegibles pueden solicitar fondos de subvención a través del programa para implementar las mejoras recomendadas en sus hogares. Por cada $1 que el propietario aporte, el programa proporciona $2, hasta un monto máximo de $10,000 en fondos de contrapartida.
Otro aspecto interesante de la reutilización y renovación de edificaciones existentes es que es evita emisiones de gases de efecto invernadro: puede tomar entre 10 y 80 años compensar la deuda de carbono que se incurre cuando un edificio existente es reemplazado por una nueva estructura, incluso si el nuevo edificio es altamente eficiente en el uso de energía.
Así, en muchos casos ¡la vivienda más verde es aquella que ya existe! Con el mejoramiento de las viviendas existentes se puede lograr que sean más seguras, sostenibles y capaces de soportar condiciones climáticas extremas, mientras se el consumo de energía y agua, se reduce la huella de carbono y los costos operativos para los residentes.
Infill development: redensificación y uso eficiente del suelo
El desarrollo de terrenos vacíos, conocido como “infill development”, es una estrategia clave para abordar la necesidad urgente de viviendas asequibles, seguras y resilientes al clima en muchas ciudades. Al construir hacia adentro y hacia arriba en lugar de expandirse, las ciudades pueden reducir la dependencia del automóvil, los costos de infraestructura y servicios públicos, revitalizar las economías de los vecindarios, conservar tierras escasas y mejorar la calidad de vida al crear barrios menos contaminados, mixtos, caminables y diversos.
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) estima que un crecimiento urbano compacto y eficiente podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 23% y un 26% para el año 2050 en comparación con el escenario de desarrollo urbano tendencial. Este enfoque también aumenta la resiliencia urbana, ya que permite una planificación más eficiente del uso del suelo, reduciendo la exposición a riesgos climáticos y la identificación temprana de medidas de mitigación de los riesgos.
La Ciudad de Guatemala tiene una experiencia interesante en este tema, por ejemplo a través del Programa Municipal de Vivienda Prioritaria y Asequible que tiene una visión de desarrollo urbano inclusivo orientado al sistema transporte. Este programa establece normas y planes para la densificación y aprovechamiento óptimo del suelo, generando oportunidades para la producción de suelo para vivienda social en ubicaciones estratégicas a través de la redensificación y captura de plusvalía.
Conocé más sobre este caso y otros ejemplos en la siguiente webinar organizado por la Red de Ciudades del BID sobre “Generación de suelo asequible para vivienda social en Ciudades”.
Seguridad en la tenencia de la tierra
En LAC, donde más de 110 millones de personas viven en asentamientos informales, la seguridad en la tenencia de la tierra es un pilar fundamental para la resiliencia y la sostenibilidad de las comunidades. En contextos donde la tenencia de la tierra es insegura, las comunidades son más vulnerables a los desalojos y menos propensas a invertir en mejoras de la vivienda o infraestructuras resilientes. Garantizar que los habitantes tengan derechos claros y protegidos sobre sus tierras proporciona estabilidad y confianza e incentiva la inversión en mejoras habitacionales y se facilita el acceso a financiamiento y programas de apoyo, promoviendo la implementación de viviendas más resilientees y sostenibles. Además, la formalización de la tenencia puede ayudar a integrar a las comunidades en la planificación urbana formal, asegurando que reciban servicios esenciales y mejoren su calidad de vida.
En numerosos programas del BID – como el programa de mejoramiento de vivienda social ProMorar Brasil, el Programa de Mejoramiento de Barrios de Uruguay o el Promeba en Argentina – trabajamos en mejorar la seguridad en la tenencia de la tierra o la propiedad de los beneficiarios, haciendo uso de esta estrategia clave para construir comunidades más fuertes y preparadas para enfrentar los desafíos del futuro.
Reflexión final: Atender el déficit habitacional con soluciones de vivienda verde y resiliente es una necesidad urgente y una oportunidad
Con una rápida urbanización y una creciente población, la región necesita soluciones habitacionales que no sólo cubran la demanda actual, sino que también sean sostenibles y resilientes frente a las amenazas del cambio climático y los desastres naturales. La implementación de estas soluciones puede generar empleo, fomentar la innovación y atraer inversiones. Además, la creación de un mercado robusto para viviendas sostenibles puede estimular el crecimiento económico, reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de millones de personas. La construcción y renovación de viviendas verdes también pueden servir como un catalizador para la regeneración urbana, revitalizando comunidades y creando espacios urbanos más inclusivos y habitables.
La colaboración entre gobiernos, sector privado y comunidades es fundamental para lograr este objetivo y asegurar que todos los ciudadanos de LAC tengan acceso a un hogar seguro y digno, por lo que los invitamos a que el 3º Foro Regional de Vivienda 2024 sea una oportunidad de colaboración en esta temática.
Si quieres saber más sobre este tema, te invitamos a consultar blogs y contenidos que hemos escrito, como la guía Edificios verdes: lineamientos para la incorporación y contabilización de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático del BID, donde encontrarás conceptos y estrategias para la planificación y diseño de edificios más verdes y resilientes.
Si estás interesado en aprender cómo los proyectos de vivienda pueden contribuir a la reducción de emisiones y construir resiliencia climática, el grupo BID trae para ti un curso interactivo y dinámico que te dotará de herramientas para diseñar e implementar proyectos de vivienda climáticamente inteligentes y resilientes ¿Cómo planificar viviendas verdes y resilientes?
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