Por Amal-Lee Amin y Amy Lewis
Imaginemos un puente que ha sido construido para soportar los efectos de un huracán. El cruce de ese puente es un flujo constante de peatones, ciclistas y vehículos eléctricos cargados por una red eléctrica que funciona con energía 100% renovable.
Esta visión puede parecer muy lejana, pero la transición a una economía neta de emisiones cero, resistente al clima y sostenible está en marcha a nivel mundial a medida que los países trabajan para cumplir con el Acuerdo de París y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El cambio climático es una amenaza importante para el crecimiento social y económico en América Latina y el Caribe. El aumento del nivel del mar amenaza las islas y las zonas costeras, mientras que las temperaturas más altas corren el riesgo de socavar los servicios vitales del ecosistema y eliminar innumerables especies.
A pesar de los riesgos, enfrentar la crisis climática también presenta muchas oportunidades para construir una economía sostenible y próspera, incluido el cambio a la movilidad eléctrica que podría revolucionar nuestros sistemas de transporte público y reducir la contaminación del aire costosa y mortal.
Para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a muy por debajo de los 2 grados centígrados, debemos transformar nuestra economía en una multitud de sectores. Esta no es solo una tarea para los ministerios de medio ambiente, sino también para los ministerios de finanzas y otros. Aquí enumeramos 7 sectores que tienen contribuciones vitales que hacer.
- Se requieren transformaciones en todo el sector energético, que a nivel mundial representa la mayor fuente de emisiones debido a nuestra dependencia de los combustibles fósiles. En nuestra región, hemos logrado resultados significativos al financiar proyectos de energía renovable que van desde energía hidroeléctrica en Bolivia, Colombia, Costa Rica y Venezuela hasta proyectos geotérmicos y eólicos en Chile y Argentina, algunos de los cuales incluyen la participación del sector privado. A medida que la transición a la movilidad eléctrica se acelera, la región está bien posicionada para conectar su increíble potencial de energía renovable para impulsar vehículos eléctricos.
- El transporte es una de las fuentes de emisiones de más rápido crecimiento en nuestra región. Las campañas que promueven el uso del transporte público son beneficiosas, pero su impacto es mayor cuando invertimos en flotas de transporte limpias, como los autobuses híbridos de Bogotá o los autobuses eléctricos de Chile. Sin embargo, para que los vehículos eléctricos funcionen, los países deben invertir en infraestructura, como la carretera eléctrica de Uruguay que proporciona varios puntos de carga a lo largo de la ruta. Los programas de bicicletas compartidas también pueden tener un impacto en la reducción de emisiones, pero para que sean ampliamente utilizados, los gobiernos deben expandir sus rutas y carriles para bicicletas.
- El sector de desarrollo urbano y vivienda es importante porque la construcción consume abundante energía y genera emisiones, pero también porque las intervenciones permiten incorporar elementos que promueven el crecimiento verde y el uso sostenible de los recursos.
- Un enfoque en el turismo es crucial, particularmente para las naciones del Caribe cuyas economías dependen en gran medida de él. El aumento de las tormentas tropicales, las inundaciones costeras, las playas erosionadas, el aumento del nivel del mar, el blanqueamiento de los corales y la pérdida de biodiversidad son factores relacionados con el cambio climático que amenazan la industria del turismo. La semana pasada, la devastación causada por el huracán Dorian en las Bahamas demuestra la vulnerabilidad de las naciones caribeñas. Es clave el desarrollo de políticas y programas de adaptación que conduzcan a destinos más resilientes.
- La seguridad alimentaria dependerá en gran parte de la aplicación de técnicas y tecnologías agrícolas inteligentes y respetuosas con el medio ambiente dado que se prevé que hacia 2050 el 22% de las tierras de cultivo en el mundo experimentará impactos negativos a causa del cambio climático.
- Es necesario tener en cuenta la gestión de residuos porque la eliminación de los vertederos y la promoción del reciclaje y el compostaje pueden reducir considerablemente las emisiones.
- En general, la inversión en infraestructura tiene un rol prominente que jugar en la lucha contra el cambio climático. La buena noticia es que no es demasiado ya que el 70% del aumento de emisiones que se pronostican para los países en vías de desarrollo provendrá de infraestructura que todavía se tiene que construir. Esto requiere integrar las estrategias y planes de infraestructura en las agendas nacionales de cambio climático de los países. Por eso, el Grupo BID ha desarrollado un marco que se puede aplicar más arriba en la cadena de producción para priorizar inversiones que respeten el Acuerdo de París y para obtener resultados en otras prioridades sociales, económicas, financieras, ambientales e institucionales.
La transformación a una economía de cero emisiones netas y resistente al clima podría ser la próxima historia de crecimiento de nuestra región. Por ejemplo, la transición puede ser una fuente masiva de nuevos empleos y crear los empleos del futuro, especialmente en áreas como las energías renovables. La educación y capacitación adecuadas serán importantes para acceder a estos trabajos y el Grupo BID está apoyando los cambios de política necesarios para llegar allí.
Esto requerirá trabajar en todo el gobierno, desarrollar nuevos tipos de asociaciones público-privadas y la participación activa de los ciudadanos. Solo un enfoque inclusivo y colaborativo para lograr la transformación en todos los sectores permitirá a los países lograr las economías seguras y prósperas que necesitan.
En muchos sentidos, nuestra región también es líder y, a medida que la transición se acelera, los países de América Latina y el Caribe deben confiar en que la construcción de economías de cero emisiones netas y resistentes al clima está muy alineada con la generación de prosperidad para todos.
Si desea obtener más información sobre las prioridades del Grupo BID para apoyar a América Latina y el Caribe, descargue nuestra Estrategia Institucional.
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