Las actividades humanas son una de las principales razones del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y de los cambios en el sistema climático global, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). También existen evidencias desde todos los continentes y océanos de que el cambio climático regional está afectando muchos sistemas naturales. El IPCC destaca el hecho de que muchas pequeñas islas y naciones costeras son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático, incluyendo la elevación del nivel del mar y eventos extremos tales como inundaciones. El cambio climático podría ser considerado una amenaza seria y sustancial a las economías de América Latina, en particular las naciones del Caribe.
En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) nos aseguramos de que el riesgo del cambio climático sea incluido en nuestros proyectos de desarrollo mediante la aplicación de nuestras políticas operativas, proponiendo cambios de diseño o la realización de estudios adicionales de ser necesario. Sin embargo, hay veces en que las consideraciones de cambio climático se introducen una vez que ya ha finalizado el diseño del proyecto. En este punto, cualquier cambio de diseño o estudios adicionales pueden generar costos añadidos y/o demoras. He aquí algunos ejemplos:
- Revisar el diseño de un proyecto de infraestructura portuaria que no tuvo en cuenta el aumento del nivel del mar y de la frecuencia de eventos extremos y de las marejadas que provocan incrementaría tanto el costo como el tiempo de un proyecto.
- Proponer la construcción de proyectos o de operaciones en áreas proclives a la inundación (o incluso dentro del lecho de un río) sin tener en cuenta el aumento en la severidad y frecuencia de eventos extremos podría resultar en profundas y costosas modificaciones de diseño que incluso podrían llevar a la elección de algún otro sitio para el proyecto.
- Desarrollar proyectos hídricos sin considerar el cambio climático y los patrones meteorológicos podría requerir cambios en el futuro que incluso tendrían la capacidad de comprometer el éxito del proyecto.
Sobre la base de estos elementos, es importante tener presentes los impactos y escenarios del cambio climático en todo proyecto financiado y en la etapa más temprana posible del proyecto (por ejemplo, durante los estudios de factibilidad). Considerar los impactos relacionados con el cambio climático en el primer estadio del proyecto puede significar:
- Menores demoras futuras en el desarrollo del proyecto;
- Menores costos asociados con modificaciones de diseño y con estudios faltantes o adicionales;
- Menores costos asociados con futuras modificaciones al proyecto y su operación para asegurar la permanencia de su viabilidad.
El BID está tomando medidas en varios frentes para incorporar estudios de riesgo climático en sus proyectos. Algunos ejemplos recientes incluyen:
- Elevar la resiliencia de la ciudad de Paramaribo, Surinam, a las inundaciones, que probablemente se vean exacerbadas por el cambio climático.
- Estudios sobre anegamientos en un proyecto de desarrollo urbano en Argentina que identificó la necesidad de contar con sistemas de defensa contra la inundación, incluyendo un sistema de exclusas, terraplenes y muros.
- Estudio de riesgo climático realizado en el Puerto de Manzanillo, México. Los estudios identificaron una serie de medidas que el puerto puede adoptar para reducir los posibles impactos climáticos.
En es el interés de los países, las autoridades locales, los equipos de proyecto y los actores locales considerar el cambio climático en los proyectos. Una adecuada mitigación de estos riesgos asegurará que los potenciales impactos sean tenidos en cuenta lo antes posible, lo que se traduce en menores costos y tiempo de preparación de los proyectos.
Amalia Hernández Alvarado dice
Me es de mucho interes ya que yo trabajo con operadores de acueductos rurales delegados.