A pesar de noches enteras de negociación y sin dormir, de los cambios políticos internos para muchos de los países, y de la frustración de emparejar un horario apretado con una variedad de eventos laterales, las COPs tienden ser un lugar donde reina la esperanza. Marrakech no es una excepción.
Ha habido muchos eventos en 2016 que han reforzado la escala y la urgencia del desafío climático. En Australia, la Gran Barrera ha experimentado un blanqueamiento extenso del coral. Este año un El Niño, excepcionalmente fuerte está generando sequía y hambruna. En un mundo con el clima cambiante, el aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos es la nueva norma. Dichos eventos tienen el potencial de ser más fuertes que el huracán Matthew – cuya paso en Haití desplazó gente, destruyó casas y causó daños en la infraestructura, deshaciendo los avances logrados después del terremoto de 2010.
Sin embargo, este año también nos ha dado razones de tener esperanza con el significativo progreso alcanzado en ciertos foros mundiales. El compromiso en la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) sobre la necesidad de encaminarse hacia un crecimiento neutro en carbono y el Acuerdo de Kigali sobre la eliminación de los hidrofluorocarbonos (HFC) resaltan el poder de la cooperación multilateral. ¡Que los países ya estén empezando a trabajar en sus NDCs con tanta antelación, tampoco es un asunto menor!
El camino es sin embargo, largo y difícil. Si bien el Acuerdo de París nos marca el camino con un plan coherente, debemos ahora mostrar ambición climática mediante una implementación eficaz. Para que los NDCs prosperen, necesitamos proporcionar a los países las herramientas, los instrumentos financieros y la capacidad adecuados para asegurar que se traduzcan en planes de inversión factibles. Reducir el déficit financiero climático es un largo camino.
Y en ese sentido, hay tres cosas que el CIF y el BID saben que serán clave para cumplir las promesas de París.
1) Inversiones en Infraestructura y Paisajes Sostenibles: El informe de la Nueva Economía del Clima de 2016 estima que en los próximos quince años tendremos que invertir 90 billones de dólares (USD 90 trillion), la mayor parte en países en desarrollo.
La buena noticia es que sabemos cómo hacerlo. Desde 2008, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros bancos multilaterales de desarrollo han trabajado en colaboración con los Fondos de Inversión Climática (CIF) para ayudar a los países a avanzar hacia economías bajas en carbono y más resilientes. Hemos trabajado a lo largo del espectro de las intervenciones posibles. Desde un programa geotérmico en Chile con potencial para convertirse en el primero en el país (y quizás de América del Sur) que demuestra a inversores la viabilidad de esta tecnología limpia, hasta en el movimiento de México hacia viviendas y construcción de bajo carbono.
A medida que el panorama de las finanzas climáticas evoluciona, también lo hace el CIF. Hay planes en marcha para aprovechar un modelo que cree un vehículo de financiación innovador y pueda apalancar los $100 billones (USD 100trillion) que los mercados de capital ofrecen y que permita a los inversores apoyar inversiones climáticas innovadoras y sostenibles en las economías emergentes de todo el mundo.
2) Capacidad de los países para ejecutar planes de inversión: Los planes de inversión (PI) que los países receptores preparan como parte del proceso de financiación del CIF merecen un examen más detenido. Estos permiten la coordinación entre financistas y ejecutores, lo que ayuda a garantizar, que el fondo administrado por el CIF se utilice bien, para obtener el máximo impacto. Y si bien replicar el CIF no es una tarea fácil, como argumenta un reciente informe del instituto Brookings, podemos aprender de su experiencia y usarla para informar cómo trabajamos con todas las fuentes disponibles de financiamiento multilateral concesional.
Justamente y para ayudar a sus países miembros a cumplir con sus compromisos climáticos, el BID ha lanzado la plataforma NDC Invest que ayuda convertir dichos compromisos en planes de inversión con el objetivo de transitar hacia una economía baja en carbono y resiliente a los impactos del clima.
3) Más capital del sector privado en el financiamiento climático: Sabemos que los recursos concesionales públicos y multilaterales no serán suficientes. Para superar la brecha financiera y mantener nuestros ojos hacia el norte, también tendremos que innovar en la entrega a fin de aprovechar los recursos del sector privado. Una vez más, hay algunas lecciones valiosas de la experiencia CIF. El modelo CIF crea un entorno propicio para los proyectos climáticos cubriendo los altos costos iniciales y reduciendo el riesgo para los financistas más cautelosos. Como resultado, logra apoyar a los pioneros, estimula mercados, y reduce brechas de información y de financiamiento. Así es como, en Chile, usamos una inversión de $ 192 millones del Fondo de Tecnología Limpia para movilizar más de $ 1.3 mil millones para energía renovable.
Si bien es un criterio importante para el éxito, concentrarse en la reducción de las emisiones por sí solo no ayudaría a los miles de millones de personas en todo el mundo que ya están siendo afectadas por el cambio climático. Es por eso que también estamos desarrollando e implementando programas de adaptación para ayudar a nuestros socios más vulnerables a lidiar con las consecuencias. En América Latina y el Caribe, el Programa Piloto para la Resiliencia Climática en Jamaica y Bolivia, ofrece muchas lecciones sobre cómo abordar eficazmente estas cuestiones.
El futuro puede no parecer tan brillante como nos gustaría: todavía estamos lejos de alcanzar nuestras metas de movilización de recursos para hacer frente al cambio climático. En verdad, aún no hemos comprendido completamente los desafíos crecientes que surgirán como consecuencia del mismo. Estamos por ejemplo lanzando una iniciativa que esperamos, brinde mayor conocimiento sobre el tema y ayude a investigar los activos abandonados por el clima.
Para Leer la versión del Blog en Inglés, haga click aquí.
Ricardo dice
Buenas tardes mi gente, les comento que soy Chileno y encontré este Blogs por casualidad y les quiero comentar una tremenda noticia.
Mi socio y yo encontramos una solución al problema ambiental de Raíz, fuimos capaces de inventar y patentar un sistema de capatacion llegando al 97% del material particulado y gases tóxicos que emiten las empresas y casas particulares por las chimeneas.
Estamos solos contra el mundo pero fuimos capaces de encontrar esta solución y queremos darla a conocer al mundo.
Estamos en la utlmia etapa buscando financiamiento para hacerlo comercial.
Si algunos de ustedes les interesa les dejo mi teléfono y correo electrónico para entregarles más información.
Ricardomartinezt@gmail.com
+56 9 4246 3411