El sector agroalimentario es crítico para el logro de varios objetivos de desarrollo sostenible (ODS) como el hambre cero (ODS2) y la erradicación de la pobreza (ODS1), así como los vinculados a la sostenibilidad y equidad ambiental (FAO). Por lo tanto, debe aumentar su capacidad productiva para alimentar a una población en crecimiento, y debe hacerlo de manera sostenible e inclusiva, proporcionando la cantidad y variedad de alimentos necesarios para una dieta nutritiva. Este desafío se torna aún más complejo por los impactos del cambio climático sobre la agricultura y la biodiversidad.
Una publicación reciente del USDA muestra que la tasa de crecimiento de la producción agrícola mundial fue casi un tercio más lenta en el periodo 2011-2021 en comparación con 2001-2010, (1,94% anual frente al 2,74% anual, respectivamente). En el último periodo, la producción agrícola mundial aumentó al ritmo más lento de los seis decenios anteriores. La mayor parte de la caída de la producción se debe a la desaceleración del crecimiento de la productividad agrícola. En la última década analizada, el crecimiento promedio de la Productividad Total de los Factores (PTF) fue 1,14% anual, en comparación con el 1,99% anual del periodo 2001-2010. Y, considerando solamente los países en desarrollo, la desaceleración en el crecimiento de la PTF fue aún mayor, pasando de un promedio de 2,20% anual en la década de los 2000 a 1,06% anual en la década del 2010. Algunos factores como el cambio climático y las perturbaciones meteorológicas, la aparición de nuevas plagas y enfermedades, y la desaceleración del desarrollo de nuevas tecnologías explican la disminución de la productividad.
Investigaciones anteriores del USDA y otros han puesto de relieve una disminución en el gasto público en I+D agropecuario, lo que podría estar asociado con una disminución a largo plazo en el crecimiento de la PTF. Ahí es donde la innovación y la tecnología pasan a jugar un rol fundamental y por esa razón nos planteamos la siguiente interrogante:
¿Cuál es el estado de la investigación y la innovación tecnológica en los países de América Latina y el Caribe para dar respuesta a estos retos?
La publicación del BID titulada “Desatando la innovación: Evaluación del papel de la I+D agropecuaria de América Latina y el Caribe” presenta un análisis exhaustivo de la I+D pública agropecuaria en América Latina y el Caribe (ALC). Con base en datos recabados con el estudio y otras fuentes, el informe proporciona un examen en profundidad de las tendencias recientes en el gasto, la capacidad de investigación pública y sus resultados en toda la región.
Los hallazgos revelan una subinversión histórica en I+D agropecuaria en ALC, con una concentración de recursos en pocos países, en particular, Brasil. Asimismo, el informe destaca el problema del inadecuado capital humano en la investigación agropecuaria en muchos países de ALC. Esta situación conduce a un agotamiento gradual de los recursos humanos críticos necesarios para la investigación, con posibles consecuencias que podrían tardar décadas en corregirse. Además, los países con sistemas de investigación agropecuaria más pequeños enfrentan desafíos adicionales, incluidos entornos de innovación subdesarrollados, menor calidad y desarrollo de los sistemas de educación e investigación científica, y menor eficacia de sus esfuerzos de I+D.
La capacidad innovadora de los países de la región es muy heterogénea. Por un lado, Chile se sitúa como el país con el desempeño más elevado de la región, seguido por Panamá, Costa Rica y Uruguay. En la posición contraria se encuentran Nicaragua, Bolivia, Belice, y Paraguay. La capacidad intermedia se encuentra alrededor de países que poseen las economías más grandes de la región, especialmente Brasil, Colombia y México. Por debajo del promedio están Guatemala, Honduras, República Dominicana y Ecuador, y sorprendentemente Argentina. Los países con una capacidad innovadora por encima del promedio regional tienen niveles más altos de capital humano, un ambiente propicio para el desarrollo de innovaciones y mayor capacidad de investigación que los que están por debajo del promedio. Las disparidades en el entorno de innovación, la política de innovación y la calidad institucional explican las diferencias entre el liderazgo en innovación de Chile y otros países que se sitúan por encima del promedio. Estos factores también explican las clasificaciones relativamente bajas de Brasil y, en particular, Argentina.
Otro elemento relacionado con la capacidad de las instituciones es la inversión que realizan en actividades de investigación. Entre 2007 y el 2020, los diez países incluidos en el estudio incrementaron en conjunto sus inversiones en investigación en aproximadamente un 45%, impulsados fundamentalmente por Bolivia y Perú. Pese a este aumento, solo Panamá destina más de 1% del PIB agropecuario a este fin, mientras otros cinco países invierten menos del 0,25%, una cifra insuficiente para dar respuesta a los desafíos que enfrenta la agricultura. Otra tendencia preocupante es que estos países con bajos niveles de inversión han experimentado una disminución constante en sus índices de intensidad de investigación agropecuaria a lo largo del tiempo, en síntesis:
- La región es muy heterogénea en cuanto a sus capacidades, por lo que los países se pueden agrupar en tres categorías: (i) Grandes sistemas de investigación – GSI; (ii) Medianos sistemas de investigación – MSI, y (iii) Pequeños sistemas de investigación – PSI.
- Algunas implicaciones de la baja inversión y la falta de recursos humanos se traducen en bajo desempeño, medido a través de publicaciones científicas. El costo promedio de una publicación científica indexada es 67% más alto en los PSI que en los MSI y GSI. Es muy probable que esta tendencia se extienda a otros outputs tecnológicos como variedades, bioinsumos, etc.
- En países con PSI agropecuario la I+D pública ha proporcionado contribuciones limitadas al crecimiento de la productividad total de los factores (PTF). Entre 2000 y2020, la I+D pública contribuyó a un crecimiento anual de la PTF de solo el 0,1% en promedio para estos países.
La cadena productiva de alimentos en ALC ha sufrido transformaciones significativas desde el establecimiento de los Institutos Nacionales de Investigación Agropecuaria (INIA). Hoy en día existe una mayor integración de los mercados de insumos y productos, lo que ha dado lugar a una cadena alimentaria ampliada y más diversa con conexiones más estrechas entre la producción primaria, las industrias de procesamiento de alimentos y el sector minorista (proveedores y comerciantes). Estos cambios en la cadena alimentaria han disminuido el significado político e institucional de los INIA.
Asimismo, varios INIA no están adecuadamente preparados, tanto organizacional como institucionalmente, para incorporar, por ejemplo, avances en las tecnologías de edición del genoma en cultivos, animales y microorganismos, así como las innovaciones digitales que ayudan a los agricultores, comerciantes y legisladores a tomar decisiones informadas a lo largo de las cadenas de valor. Se requieren cambios fundamentales en el desarrollo de recursos humanos y una colaboración más estrecha entre los INIA y los centros de investigación, las universidades, institutos públicos, industrias y actores emergentes como empresas de telecomunicaciones y desarrolladores de software (Benfica et al., 2023).
La situación anterior de bajo desempeño de los sistemas de investigación, indica la necesidad de una nueva institucionalidad que priorice la innovación, los sistemas colaborativos y la implementación de mecanismos de financiamiento más flexibles y competitivos, al tiempo que permita la incorporación de recursos humanos de elevada cualificación académica y alto desempeño. Los cambios deberán procesarse de manera urgente si se quiere recuperar los niveles de producción y alcanzar los ODS propuestos.
—
¿Te interesó este contenido? Suscríbete a nuestra base de Agricultura y Seguridad Alimentaria para recibir información sobre nuevas publicaciones y próximos eventos.
—
Contenido relacionado:
Publicación: Desatando la innovación: Evaluación del papel de la I+D agropecuaria de América Latina y el Caribe”
Infografía: Semillas para la Seguridad Alimentaria en América Latina y el Caribe
Blog: COP28: ¿Por qué los sistemas alimentarios tienen que estar en el centro de la agenda climática?
Blog: Proteger el planeta para garantizar la seguridad alimentaria
—
Crédito de imagen: Shutterstock
Leave a Reply