La riqueza natural del mundo invoca grandes espacios tales como bosques y áreas naturales protegidas habitadas por animales y plantas exóticas, pero también se imagina uno grandes paisajes con árboles inmensos que han sido derrumbados para introducir pastizales de producción ganadera y agrícola que pertenecen a grandes empresas. Sin embargo, algo que comúnmente se olvida es que también en estos espacios naturales existe una gran diversidad biológica y una gran diversidad cultural que se encuentra en permanente amenaza. Se estima que hay más de 250 millones de comunidades forestales alrededor del mundo que viven en estos espacios naturales y la gran mayoría son pueblos indígenas y que dependen de los recursos naturales para mantener sus medios de vida.
Por otro lado, se ha encontrado que existe una inexplicable vinculación entre diversidad biológica y diversidad cultural. Por ejemplo, se estima que alrededor de 5 mil a 7 mil lenguas se hablan a nivel del mundo; las lenguas son consideradas como el mayor indicador de diversidad cultural. Sin embargo, se estima que esta riqueza cultural se encuentra en permanente amenaza y estas podrían desaparecer en menos de un siglo; asimismo, muchas de las áreas de mayor diversidad bilógica en el planeta y en particular en América Latina, se encuentran habitadas por Pueblos Indígenas y Comunidades tradicionales. De hecho, de los 17 países de mayor mega biodiversidad (incluyendo Brasil, Colombia, Ecuador y México, entre otros) son también considerados centros de alta diversidad cultural.
Se resalta esta situación como una oportunidad en el marco de la celebración de 10 años consecutivos del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que las Naciones Unidas celebra cada 9 de agosto. En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo a través de sus salvaguardas ambientales y sociales contribuyen con herramientas muy valiosas para salvaguardar estos espacios naturales y socio-culturales. La Política Operacional del BID sobre Pueblos Indígenas (OP- 765) representa una importante herramienta para fortalecer los derechos fundamentales de los Pueblos Indígenas.
Se ha identificado que hay un balance interesante entre diversidad biológica y manejo de estos espacios por pueblos indígenas. La gran mayoría de los pueblos indígenas son muy pragmáticos en esquemas de manejo y conservación de sistemas forestales y de diversidad biológica; ellos combinan esquemas de conocimiento y toma de decisiones tradicional con esquemas modernos de manejo forestal. Tal es el caso de las comunidades indígenas forestales de México, que han desarrollado esquemas únicos a nivel mundial sobre el desarrollo de empresas comunitarias del Bosque que generan alta rentabilidad financiera. También existen otros ejemplos en Colombia, Perú, Bolivia, y Brasil.
Hay un gran número de proyectos que el BID está actualmente financiando que se encaminan a fortalecer los sistemas forestales y áreas de conservación biológica en América Latina a través de diferentes instrumentos financieros tales como el Fondo de Inversión Forestal (FIP) y el Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF). Al mismo tiempo, estas iniciativas también fortalecerán los recursos socioculturales de los Pueblos Indígenas, incluyendo la seguridad de la tenencia de la tierra, que es una de las principales peticiones de estos pueblos.
Los proyectos que sobresalen en estas áreas incluyen, entre otros:
- En Mexico, el Programa de Financiamiento de Estrategias de Reducción de Carbono en Zonas Forestales (ME-L1120) apoya a proyectos indígenas; de un total de 35 créditos asignados, 14 favorecieron a comunidades indígenas con el otorgamiento de garantías líquidas.
- En Peru, otro proyecto importante en esta misma modalidad se focalizará en la titulación y saneamiento de territorios indígenas de la amazonia peruana.
- En Colombia, el proyecto de titulación de tierras se está focalizando en el financiamiento para el reconocimiento de los territorios indígenas de Colombia.
La presencia indígena en América Latina arroja datos relevantes. En base a la información disponible de los censos del 2010, se estiman cerca de 42 millones de pueblos indígenas que representan aproximadamente el 8 por ciento de la población total en la región. Como ejemplo, México tiene más de 67 pueblos indígenas distintos desde el punto de vista lingüístico y sociocultural; al igual Perú, y Bolivia con una gran diversidad cultural y lingüística.
Por otro lado, la región tiene avances muy importantes en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Por ejemplo, quince de los 22 países han ratificado el articulo No. 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Muchos otros países también han aprobado leyes que favorecen el reconocimiento de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas.
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