La diversidad cultural a nivel mundial incluye más de 250 millones de comunidades indígenas y locales. La mayoría de esas comunidades son pueblos indígenas que dependen de sus recursos naturales y del reconocimiento de sus derechos colectivos para mantener sus gobernanza y medios de vida.
En América Latina y el Caribe, la presencia indígena es significativa. Se estima que hay cerca de 53.41 millones de personas indígenas, lo que representa más del 9.8% del total. En la región hay más de 800 pueblos indígenas que hablan más de 420 idiomas diferentes. Por ejemplo, México cuenta con más de 67 pueblos indígenas distintos desde el punto de vista lingüístico y sociocultural. De igual forma, Perú, Bolivia y Guatemala también poseen una gran diversidad cultural y lingüística.
Avances en el Reconocimiento de los Derechos Indígenas
La región ha logrado avances significativos en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Por ejemplo, 13 de los 22 países en la región han ratificado el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Además, muchos otros países han aprobado leyes que favorecen el reconocimiento de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas. Un ejemplo reciente es México, que en septiembre avanzó en las reformas constitucionales que reconocen los procesos de libre autodeterminación. Éstos se ejercerán por las autoridades comunitarias.
Esta situación se destaca como una oportunidad en el marco de la celebración del Día internacional de los pueblos indígenas, que las Naciones Unidas conmemoran anualmente desde hace más de una década. En este contexto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de su nuevo marco de política ambiental y social, especialmente la norma de desempeño 7 sobre pueblos indígenas, proporciona herramientas valiosas para desarrollar esquemas de análisis socioculturales y la preparación de planes de pueblos indígenas para que se beneficien de los proyectos que el BID financia. Estos esquemas promueven la inclusión social y cultural de los pueblos indígenas en el área de influencia de los proyectos financiados por el BID. Esto contribuye a fortalecer la inclusión social de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas en sus respectivos países.
Iniciativas del BID para Fortalecer los Derechos de los Pueblos Indígenas
Actualmente, el BID cuenta con múltiples iniciativas. Por un lado, se enfoca en el fortalecimiento permanente de los sistemas nacionales de licenciamiento y fiscalización. Por otro, desarrolla inversiones especificas a través de proyectos que benefician de manera directa a los pueblos indígenas en la región.
En el primer caso, la Unidad de soluciones Ambientales y Sociales del BID preparó una nota técnica que resalta los avances regionales sobre el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas e identifica áreas clave para fortalecer los sistemas nacionales. Esta nota técnica aborda algunos de los desafíos comunes que enfrentan los gobiernos nacionales, pueblos indígenas y el sector privadode la implementación de procesos de licenciamiento y fiscalización ambiental y social. La nota aspira a contribuir al diálogo sobre temas relevantes para la gestión oportuna y eficaz de asuntos sociales en proyectos con presencia de pueblos indígenas, con el fin de fortalecer las buenas prácticas e identificar oportunidades de mejora.
Asimismo, el BID está financiando numerosos proyectos encaminados a fortalecer los derechos fundamentales de los pueblos indígenas mediante el acceso a servicios básicos y la seguridad territorial. Por ejemplo, el proyecto de inversión de una línea de crédito condicional (CCLIP) que recientemente fue aprobado por el directorio del BID, en su primera operación individual se focalizará en financiar infraestructura básica de electrificación, comunicaciones, acceso a agua y generación de ingresos comunitarios a través de iniciativas de bio-economía (Bio-Sweet) (SU-L1076 and SU-G1010). Otro caso es la iniciativa amazónica, que mantiene un diálogo permanente con la representación indígena de los ocho países de la Amazonia y transfiere fondos de cooperación técnica a organizaciones nacionales y regionales. Estas iniciativas también fortalecerán los recursos socioculturales de los pueblos indígenas, incluyendo la seguridad de la tenencia de la tierra, que es una de sus principales demandas.
Leave a Reply