América Latina y el Caribe tienen un papel crucial en la transición hacia economías positivas para la naturaleza. Pero ¿qué significa esto? Es promover un modelo económico que no solo minimice el impacto ambiental negativo, sino que también contribuya activamente a la regeneración y conservación de los ecosistemas. Este enfoque se basa en la idea de que las actividades económicas pueden y deben ser diseñadas para beneficiar tanto a la sociedad como al medio ambiente, creando un ciclo virtuoso de desarrollo sostenible.
La naturaleza es valiosa para la economía. En el ámbito mundial, los servicios ecosistémicos están valuados en US$125 billones anuales, es decir, aproximadamente 1,5 veces más que el producto bruto interno (PIB) mundial, mientras que el valor anual de los servicios que proveen los ecosistemas terrestres del continente americano asciende a, por lo menos, US$24,3 billones, equivalente al PIB del continente.
La equidad social y la protección del medio ambiente deben ser prioridades simultáneas – y es posible, como nos demuestran las poblaciones indígenas, afrodescendientes, y comunidades locales. Durante años, científicos, líderes ambientales y organizaciones sociales han investigado, analizado y hecho llamados para que la ciudadanía proteja la naturaleza. Si colaboramos y establecemos metas ambiciosas para la protección y conservación de los ecosistemas, es probable que podamos ver una recuperación de los ecosistemas y de las especies. Sin embargo, si no actuamos, podríamos enfrentar fenómenos con consecuencias graves e irreversibles para todos. Es por esto que el Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo ha desarrollado un Plan de Acción para la Transversalización del Capital Natural y la Biodiversidad, lo que significa, que está tomando acción para acelerar proyectos positivos para la naturaleza que prioricen el bienestar social y ambiental.
La importancia del nexo entre el clima y la naturaleza
Los países de la región están comprometidos a enfrentar la crisis de biodiversidad, al igual que con el Acuerdo de París. Todos los países de América Latina y el Caribe han firmado el nuevo Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal bajo la Convención sobre la Diversidad Biológica, que establece metas para 2030, como frenar y revertir la pérdida de biodiversidad y movilizar al menos US$30 mil millones anualmente. Además, un número creciente de países está incorporando objetivos y acciones relacionadas con la naturaleza en sus NDC climáticas.
La convergencia de las acciones relacionadas con la naturaleza y el clima también se ha observado a nivel internacional, donde las COP del Clima y las COP de Biodiversidad han ido alineando cada vez más sus agendas, como se vio en los segmentos de alto nivel sobre naturaleza en las COP del Clima en Glasgow y Dubái, y en el esfuerzo conjunto de los BMD en la COP 26 para publicar una Declaración Conjunta sobre Naturaleza, Personas y Planeta.
En general, literatura reciente indica que las crisis entrelazadas del clima y la biodiversidad pueden provocar una disminución global del 1,3% del producto bruto interno para 2100, afectando principalmente a los países más pobres del mundo. Los factores que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad son, en muchos casos, los mismos, y los impactos de ambas crisis son frecuentemente soportados por las mismas poblaciones.
Cuatro pilares para desbloquear economías positivas para la naturaleza
El Grupo BID está comprometido en posicionar a la región como una super potencia de la naturaleza, con el objetivo de generar un impacto positivo en la diversidad biológica y mejorar el bienestar de la población de América Latina y el Caribe. Por ello, en su nueva Estrategia Institucional, considera a la biodiversidad, el capital natural y la acción por el clima como ejes prioritarios y temas transversales que deben estar presentes en la agenda de diversos sectores y países. El plan de acción responde a este compromiso institucional con el objetivo de integrar el capital natural y la biodiversidad en áreas clave en las que la naturaleza puede respaldar el desarrollo económico, social y climáticamente inteligente. Veamos cómo:
- Diálogo con los países, estrategias y programación: por medio de la articulación y los lineamientos a los países miembros haremos que la biodiversidad se integre de manera transversal en los proyectos. Un elemento clave serán los marcos sectoriales y el apoyo que daremos a los países para la construcción, revisión y fortalecimiento de sus Planes Nacionales de Acción en Biodiversidad. Además, queremos influir y brindar el conocimiento y las estrategias necesarias para que la biodiversidad esté presente en los planes nacionales de desarrollo, impulsando que haya definiciones claras en la destinación de recursos y en el diseño de las políticas públicas. Adicionalmente, haremos que los especialistas y los proyectos en cambio climático incluyan siempre el componente de biodiversidad.
- Operaciones y rendición de cuentas: la medición y el monitoreo son fundamentales para la transversalización del capital natural y la biodiversidad. Desarrollaremos proyectos que busquen generar cobeneficios de la naturaleza, revertir las causas de la pérdida de biodiversidad y promover la protección, restauración y uso sostenible de la naturaleza y sus servicios para las personas. Diseñaremos metodologías para que la riqueza natural aparezca en un gran número de procesos y no se desligue en ningún momento de las operaciones dónde puede tener un impacto. También, estamos analizando nuestra cartera en cuanto a la exposición al riesgo relacionado con la naturaleza y la biodiversidad. Adicionalmente, vamos a diseñar metodologías que nos permitirán contabilizar los logros de los proyectos en clave de financiamiento naturaleza positivo. Queremos llegar al punto en que podamos mostrar a nuestros donantes, países aliados e interesados el porcentaje de las inversiones que tienen impacto positivo para la naturaleza.
- Productos de conocimiento y desarrollo de capacidades: existe una brecha en el conocimiento científico sobre la biodiversidad en la región y, por ello, vamos a desplegar todas nuestras capacidades y estrategias de transmisión y generación de conocimiento. Buscaremos alianzas para hacer investigaciones que sirvan, entre otras, para la formación de capacidades para los gobiernos y agencias. Una de las metas es la producción de documentos de investigación en biodiversidad y publicaciones relacionadas con el tema. Un ejemplo de este trabajo que se lleva a cabo actualmente es el apoyo del Grupo BID a la actual presidencia brasileña del G20, donde el Banco está ayudando a impulsar la Iniciativa sobre Bioeconomía para fomentar el diálogo y la acción internacionales, y como resultado, habrá un conjunto de principios acordados de alto nivel sobre bioeconomía.
- Movilización de recursos y financiamiento de la naturaleza: la innovación financiera para la biodiversidad es clave y creemos firmemente en la posibilidad de diseñar una amplia gama de instrumentos financieros para abrir mercados. Nos comprometemos a desarrollar nuevos productos financieros, por ejemplo, canjes de deuda por naturaleza, nuevas clases de activos de capital natural, bonos temáticos, bonos azules , préstamos y bonos vinculados a la sostenibilidad, entre otros. En este pilar vamos a apoyar el desarrollo de mercados de capital natural como el pago justo por servicios ambientales, los bancos de hábitat, la agricultura regenerativa, la bioeconomía, entre otros.
Hacia la COP 16, América Latina y el Caribe la región líder
El Plan de Acción para la Biodiversidad es el reflejo de un compromiso y también una llamada a la acción por la naturaleza. Alrededor del 20% de los empleos en la región dependen estrechamente de los servicios ecosistémicos y una parte considerable de ellos son desempeñados por poblaciones vulnerables, como los 42 millones de pueblos indígenas de América Latina y el Caribe. Tenemos la oportunidad de que la biodiversidad pueda convertirse en empleos verdes, en salud y en nuevas alternativas económicas si emprendemos la ruta de estudiar, conservar y aprovechar sosteniblemente la riqueza de esta región.
Por primera vez en la historia, Colombia hospedará la edición 16 de la Conferencia bianual sobre Biodiversidad del 21 de octubre al 1ero de noviembre y el Grupo BID será el socio clave de los países en la región. Continuará sus esfuerzos por priorizar la biodiversidad para contribuir a la reducción de la pobreza, fomentar un desarrollo equitativo, potenciar la seguridad alimentaria y la mitigación de los riesgos ambientales con el fin de mejorar vidas en la región. América Latina y el Caribe puede ser líder mundial en proveer soluciones para la transición a modelos económicos positivos para la naturaleza.
Con la COP de Biodiversidad en Cali este año y la COP de Clima en Belém el próximo año, realizándose de manera consecutiva, la región tiene una oportunidad única para demostrar activamente el impacto y resaltar la conexión crucial entre el clima y la naturaleza con el BID como socio estratégico en estas agendas.
Marbelly Conrado dice
Hola, excelente artículo, gracias por compartir esta información de gran valor.
El ítem que me encantó fue: Movilización de recursos y financiamiento de la naturaleza.
Y es como la innovación financiera puede contribuir no solo a mejorar el medio ambiente, sino que a transformar las vidas de las personas. Considero que la tecnología (blockchain)+finanzas+regulación+medio ambiente son claves el desarrollo de nuevos productos y servicios, para lograr un impacto económico, social, ambiental.
Actualmente mis socias y yo estamos en busca de organismos que apoyen iniciativas relacionados con blockchain+desechos sólidos industriales.
Saludos.
Carlos Cáceres Claros dice
El extremo Centralismo de Estado como es el caso de Bolivia, asume normativas y acciones incoherentes con los acuerdos climáticos que el país suscribe:
No permite flujos de cooperación internacional, que debe pasar por flitros ministeriales y organizacionales, que objetan, detinen y condicionan posibles flujos de apoyo tangible.
Los Gobiernos Municipales, priorizan loteamientos, urbanizaciones, conversiones productivas en vastas extensiones de tierras productivas, forestales, prateneses y/o acuíferas.
El BID, debia requerir mejor y mayor coherencia en la normativa interna en relación a los acuerdos suscritos en sendos eventos regionales y globales
Álvaro Franco Nieto dice
Mientras se siga pregonando el discurso del modelo de desarrollo ilimitado y se hable de sostenibilidad desde lo económico y no desde lo ambiental, las circunstancias no van a cambiar y la sexta gran extinción sera incontenible.
Leonardo dice
Me parece interesante la conclusión del articulo y felicito la visión que sugiere ese tránsito hacia economías sostenibles positivas a la naturaleza. Es verdad América Latina puede ser un actor importante en la lucha contra el cambio climático si recibe el apoyo económico financiero a través de la banca internacional y/o canales financieros locales para el desarrollo de un modelo económico sostenible de gran impacto social, ajustable a diferentes realidades, que priorice la puesta en valor de la restauración y conservación de los bosques, el uso adecuado de la tecnología para darle mayor productividad a la tierra con la forestería, la silvo pastura y la agroecología. y por ultimo que permita utilizar los certificados de reducción de emisiones (bonos de carbono) para financiar de manera sostenible las actividades productivas
Veronica dice
Primero que nada felicitaciones por la iniciativa de accion que ha tomado el BID, en terminos de tiempo diria que debemos movilizarnos rapidamente desde las politicas publicas y el conocimiento. Desde mi punto de vista, nuestros recursos naturales, principalmente en suramerica estan siendo devastados por el hombre. Si bien es cierto la economia es importante para cada pais, falta crear conciencia y nuevos metodos para convivir con la naturaleza. Este trabajo como cualquiera sobre las 4 lineas de accion no son faciles, pero nos queda confiar en la responsabilidad y la identificacion de los lideres de cada pais con el tesoro natural que puedan tener y la vision de futuro como compromiso con sus coterraneos.