Nuestra vida en la Tierra está íntimamente ligada a los bosques. Desde las materias primas que obtenemos de ellos para construcción, productos de uso diario o medicamentos, hasta el aire que respiramos guardan relación con los servicios irremplazables que nos brindan estos valiosos ecosistemas.
América Latina y el Caribe ha sido denominada una superpotencia de biodiversidad, en gran parte debido a sus bosques. La región cuenta con aproximadamente un tercio de los bosques del mundo, la mitad de sus bosques tropicales y una cuarta parte de sus manglares.
En el Día Internacional de los Bosques, resaltemos los servicios ecosistémicos vitales que nos brindan y la importancia de estos ecosistemas para nuestras economías y nuestra calidad de vida.
¿Qué son los servicios ecosistémicos?
Según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, los ecosistemas son un complejo dinámico de comunidades de plantas, animales, microorganismos y su entorno no viviente que interactúan como unidad funcional. Nuestra región posee una amplia gama de ecosistemas que generan bienes y servicios valiosos para la humanidad.
El nuevo Marco de Política Ambiental y Social (MPAS) del BID define los servicios ecosistémicos como los beneficios que las personas, incluidas las empresas, las comunidades y la sociedad en general, obtienen de los ecosistemas. Estos pueden ser generados por hábitats naturales o modificados y suelen ser sensibles a los impactos de las actividades humanas.
Hay cuatro tipos de servicios ecosistémicos:
Los servicios de aprovisionamiento, los más directos y tangibles, son los productos que las personas obtienen de los ecosistemas. Por ejemplo: alimentos, agua potable, madera, plantas medicinales.
Los servicios de regulación son los beneficios que obtienen las personas de la regulación de los procesos de los ecosistemas. Por ejemplo: purificación de aguas superficiales, almacenamiento y secuestro de carbono, protección frente a amenazas naturales, control de plagas y enfermedades.
Los servicios culturales son los beneficios inmateriales que las personas obtienen de los ecosistemas. Por ejemplo: áreas naturales que son lugares sagrados, zonas de importancia para el ocio y el disfrute estético, ecoturismo.
Los servicios de apoyo son los procesos naturales que mantienen a los demás servicios. Por ejemplo: la formación de suelos, el ciclo de nutrientes.
Los bosques y sus servicios ecosistémicos
Los bosques brindan todos los tipos de servicios ecosistémicos descritos anteriormente, por lo que son de gran valor para los seres humanos. Son pieza clave de la conservación de la biodiversidad al ser hábitat de una multiplicidad de especies; proveen alimentos y materias primas esenciales, que permiten el desarrollo económico de muchos hogares e industrias; previenen la degradación del suelo y la desertificación; capturan y almacenan carbono de la atmosfera, siendo grandes aliados en la lucha contra el cambio climático; reducen el riesgo de desastres naturales como deslizamientos e inundaciones; regulan la calidad de las aguas superficiales y subterráneas; moderan la temperatura; tienen valor espiritual en muchas culturas; son sitios de recreación y ecoturismo; entre muchos otros beneficios.
Una reciente publicación del BID sobre los bosques en la región asegura que los bosques de América Latina y el Caribe eliminan grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, almacenan casi la mitad del carbono aéreo en los trópicos, hacen circular la humedad a escala continental y proporcionan hábitat para aproximadamente la mitad de las especies terrestres del mundo.
Sin embargo, estos servicios ecosistémicos continúan siendo subvalorados dado que la mayoría no tiene un valor de mercado, por lo que no son tomados en cuenta en las consideraciones económicas. La deforestación y la desertificación producto de actividades humanas siguen siendo una amenaza real para el delicado equilibrio de estos ecosistemas.
En el BID reconocemos que la protección y conservación de la biodiversidad, el mantenimiento de los servicios ecosistémicos y la gestión sostenible de los recursos naturales vivos son fundamentales para el desarrollo sostenible. Además, sabemos que, con frecuencia, los impactos sobre la biodiversidad pueden perjudicar la provisión de servicios ecosistémicos. Por eso, bajo el nuevo MPAS, la Norma de Desempeño Ambiental y Social 6 (NDAS 6) aborda cómo los prestatarios deben gestionar y mitigar de manera sostenible los impactos sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos durante el ciclo de vida de nuestros proyectos, incluyendo la identificación de servicios ecosistémicos prioritarios y la participación de las personas afectadas por impactos potenciales a estos servicios.
América Latina y el Caribe es una región con un capital natural incomparable, lo cual la ubica en una posición privilegiada. Sin embargo, esto también implica una gran responsabilidad en lo que se refiere al desarrollo de políticas y estrategias para asegurar su protección y conservación. Aprender a apreciar el valor inconmensurable de los servicios ecosistémicos es parte esencial de esa labor.
¿Quieres saber más sobre cómo abordar los riesgos e impactos a la biodiversidad y los recursos naturales vivos? Te invitamos a tomar este curso en línea sobre la NDAS 6, del cual se obtuvieron las infografías de esta entrada.
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