Los océanos del mundo y la impresionante biodiversidad que contienen son vitales para nuestro planeta. Sus servicios ecosistémicos resultan esenciales para el bienestar humano, pues son fuente de agua y alimentos, regulan el clima de la Tierra y apoyan el turismo y la recreación.
Los océanos también albergan dos poderosos ecosistemas que pueden ser aliados clave en la gestión de riesgos, particularmente para las áreas costeras: los manglares y los arrecifes de coral. Los manglares son árboles y arbustos que crecen en la zona intermareal costera. Poseen un complejo sistema de raíces que les ayuda a resistir el subir y bajar de las mareas, a filtrar la sal y a proporcionar alimento y refugio a los organismos acuáticos. Los arrecifes de coral, a menudo llamados las selvas tropicales del mar, son ecosistemas submarinos que constituyen uno de los hábitats más diversos del mundo.
El BID está comprometido con la protección, conservación, gestión y uso sostenible de la biodiversidad, los recursos naturales y los servicios ecosistémicos. Los servicios ecosistémicos son importantes para muchos tipos de inversiones de los sectores público y privado que se sustentan en la biodiversidad, como el agua, la salud, el desarrollo rural y el turismo.
En celebración del Día Mundial de los Océanos, te compartimos tres razones por las que los manglares y los arrecifes de coral, a través de los servicios ecosistémicos que brindan, pueden ser fundamentales para aumentar la resiliencia y gestionar los riesgos relacionados a los desastres y al cambio climático.
1. Proporcionan servicios ecosistémicos de regulación, como la captura de carbono y la protección contra la erosión, las inundaciones y el aumento del nivel del mar
Los arrecifes de coral y los manglares sirven como primera línea de defensa para proteger a las comunidades costeras de las olas y el aumento del nivel del mar, los cuales representan un riesgo apremiante para millones de personas en todo el mundo.
Los arrecifes de coral sirven como un rompeolas natural, disipando hasta el 97 por ciento de la energía de las olas incidentes. Su desempeño hidrodinámico es comparable al de las estructuras de cresta baja utilizadas en la protección costera, lo que reduce la vulnerabilidad de las costas a la erosión y a las inundaciones.
Los manglares también pueden reducir en gran medida el impacto de la erosión y las inundaciones costeras, particularmente el proveniente de la acción de las olas y las mareas. Su denso sistema de raíces ralentiza el flujo de agua, mejora la sedimentación y reduce la erosión, mientras que sus raíces, tronco y dosel forestal reducen la fuerza del viento y de las olas. Los manglares también contribuyen a aumentar el volumen del suelo al atrapar sedimentos, fusionar partículas y depositar materia orgánica, lo que con el tiempo puede ayudarlos a aguantar el ritmo del aumento del nivel del mar.
Además, los manglares pueden tener un gran impacto sobre el clima, ya que se encuentran entre los ecosistemas más densos en carbono del mundo. Esos pueden circular el carbono rápidamente y almacenarlo en el suelo que, si se mantiene inalterado, puede actuar como un sumidero de carbono a largo plazo.
2. Brindan servicios ecosistémicos de apoyo, aprovisionamiento y culturales que benefician a las comunidades costeras
Los manglares y los arrecifes de coral también pueden reducir la vulnerabilidad de las comunidades costeras y contribuir a su bienestar brindándoles servicios ecosistémicos que pueden mejorar sus medios de subsistencia y sustentar sus economías.
Los manglares y los arrecifes de coral actúan como criaderos de peces y proporcionan terrenos para que muchos otros organismos marinos vivan y se reproduzcan, lo que aumenta la disponibilidad de alimentos para las comunidades locales. También pueden ser una fuente de derivados con fines medicinales, apoyar la producción de madera y proporcionar agua dulce. Además, apoyan las economías locales al ser una fuente importante de actividades relacionadas con la recreación y el turismo. Al proteger estos ecosistemas oceánicos, también estamos protegiendo los medios de subsistencia de las comunidades que dependen de sus servicios.
3. Son alternativas sostenibles a las soluciones tradicionales de infraestructura
Las soluciones basadas en la naturaleza constituyen una opción asequible y sostenible para mejorar la resiliencia y mitigar los impactos de los desastres naturales y el cambio climático. Tanto los manglares como los arrecifes de coral pueden ser menos costosos de mantener que las alternativas de infraestructura gris, con el valor agregado de que se adaptan al entorno cambiante, no dejan una huella negativa y brindan otros servicios ecosistémicos beneficiosos, como los ya mencionados.
Invertir en su protección y restauración es, por lo tanto, una solución adaptativa sabia y sostenible, ya sea en reemplazo o de la mano de otras soluciones verdes y grises, con el fin de proporcionar una reducción óptima del riesgo. A su vez, los manglares y los arrecifes de coral apoyarán la seguridad alimentaria, gestionarán los impactos del cambio climático, reducirán los riesgos de desastres naturales y brindarán bienestar general a las muchas comunidades costeras que dependen de ellos.
Para obtener más información sobre cómo el BID protege los servicios ecosistémicos en sus proyectos, consulte este curso en línea sobre biodiversidad y la gestión de los recursos naturales vivos.
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