Cuando se habla sobre tecnología para la educación se piensa en tablets, laptops, robots o plataformas interactivas con las que los chicos aprendan mejor o más rápido habilidades nuevas (codificación) o tradicionales (matemáticas). Planteado así, parece inevitable imaginarse que los estudiantes o escuelas de más altos ingresos sean los que más acceso tengan a este tipo de recursos. Pero, ¿qué pasaría si el acceso a la tecnología en los próximos años no sea un privilegio, sino la forma más barata de acceder a servicios educativos?
Así empezaba un artículo publicado recientemente en The New York Times: “La hipocresía prospera en la Escuela Waldorf de la Península en el corazón de Silicon Valley. Aquí es donde los ejecutivos de Google envían a sus hijos a aprender a tejer, escribir con tiza, practicar nuevas palabras jugando con una pelota y fracciones cortando quesadillas y manzanas. No hay pantallas, ni una sola pieza de contenido interactivo, multimedia y educativo. Los niños ni siquiera toman exámenes estandarizados (…)”.
Sorprendente ¿no? América Latina y el Caribe está invirtiendo cada vez más en equipamiento tecnológico y recursos digitales para cerrar la brecha de habilidades en el mercado laboral y la de aprendizajes entre estudiantes de altos y bajos ingresos. Al contrastar estos esfuerzos con la descripción del New York Times sobre cómo aprenden los más privilegiados, vale la pena preguntarse si la tecnología, después de todo, podría aumentar la inequidad en habilidades y aprendizajes.
Los aprendizajes que más importan: cuáles y por qué
Entre los grandes objetivos de los sistemas educativos está el de promover aprendizajes que preparen a los niños y jóvenes no sólo para el mundo laboral, sino también para contribuir a crear sociedades más prósperas.
Se sabe que para acceder a buenos trabajos, se requiere una combinación de habilidades técnicas y habilidades blandas. Esto en sí no es nada nuevo. Lo que sí está cambiando es la distribución relativa de ambas. A pesar de que las habilidades cognitivas siguen estando fuertemente relacionadas con resultados en el mercado laboral (en términos de participación e ingreso), su importancia ha venido cayendo en las últimas dos décadas, mientras que los retornos a las habilidades blandas han ido aumentando. Esta tendencia no es casual: para sobrevivir en el mundo de la automatización, es prioritario enseñar a los jóvenes lo que no pueden hacer las máquinas, porque los trabajos que requieren imaginación, creatividad y estrategia son más difíciles de computerizar.
Un dato interesante viene de un estudio de Google en 2013 realizado para entender si su estrategia de reclutamiento enfocada en “habilidades duras” en ciencias de la computación era la adecuada. Los resultados arrojaron una realidad incómoda: siete de las ocho cualidades más importantes que compartían los empleados de más alto desempeño eran habilidades blandas como ser un buen coach, comunicar y escuchar bien, conocer bien a sus colegas, empatía, pensamiento crítico y resolución de problemas y conectar ideas complejas. Las competencias técnicas en STEM vinieron en último lugar.
Aprender tejiendo: algo más que trendy
Ante este auge de las habilidades blandas, aprender a tejer, escribir con tiza o practicar nuevas palabras jugando con pelotas son actividades que van más allá de una moda de Silicon Valley. Este tipo de educación se convierte en una estrategia para innovar, como bien decía aquel artículo del New York Times: “Mientras que la razón de ser de Silicon Valley es crear plataformas, aplicaciones y algoritmos para generar la máxima eficiencia en la vida y el trabajo (un mundo “sin fricciones”, como Bill Gates una vez lo expresó), cuando se trata de sus propias familias (y desarrollar también sus propias empresas), los nuevos maestros del universo tienen un sentido diferente de lo que se necesita para aprender e innovar: es un proceso lento e indirecto, hace falta serpentear, no correr, permitir el fracaso y la casualidad, incluso el aburrimiento “.
Para cerrar la brecha de habilidades en la región no podemos olvidar los fundamentos que subyacen detrás de este enfoque, pero sin perder de vista tampoco que el cambio tecnológico viene a ritmo galopante y ofrece nuevas posibilidades de las que niños y jóvenes se pueden beneficiar. Mantente conectado para leer el próximo artículo: ¿Tejer o surfear? Potenciales peligros de la tecnología para los aprendizajes
Abdel Alarcon dice
Estimada Mercedes.
Felicidades por tu articulo. Antes de leerlo, precisamente veía un vídeo sobre “Todo el mundo debería programar” https://youtu.be/DKJE4-9qRIk ahí me llama la atención, cómo quizás muchos países de América Latina quieren acortar la brecha digital, llevando a las escuelas más pantallas y computadores. No obstante, el fortalecer las habilidades blandas, como bien lo expresas, está quedando al margen. En ese vídeo uno de los testimonios tiene que ver con trabajar en grupo, con resolver problemas para la humanidad, conque programar no se diferencia mucho de algún arte o deporte. Particularmente, sufro con mis hijos para alejarlo de sus tablets, porque siento que les estoy haciendo más sedentarios, solitarios y retraídos, pero, también creo que no potencio estas herramientas para que aprendan cosas útiles para su vida.
Saludos Cordiales
Bernarda Donoso Rojasber dice
Exelente despues de lo basico ellos aprenden lo tecnológico aunque ya viwne con ellos
Ana Noé dice
Totalmente de acuerdo. ¿Se imaginan aprender las operaciones matemáticas o los teoremas., sólo con pantallas? ….Pésimo
Pedro landaur dice
Inmensamente cierto.
Dimas Concha dice
Gracias. Considero que los temas sobre educacion e instrucción son, ahora más que nunca, y siempre, los más interesantes. Implícita esta la innovación. Esto implica cambio (urgente?) y el cambio es el rumbo al progreso. De otra manera: ¿Cómo pasar desde este viejo orden mundial al Nuevo Orden?… “O cambiamos o sucumbimos” reza una sentencia, de Bahá’u’lláh, me parece.
Paulo Lomando dice
Maravilha! Análise dialética pontualmente bem, muito bem observada! É muito bom reestabelecer os critérios do conhecimento essencial. Mas creia: será muito difícil reverter esta onda trendy.
Eu continuarei lutando pelos fundamentos essenciais da formação do conhecimento. Mas acho que é uma batalha perdida!
Parabéns pelo artigo!
DAVID SALINAS FLORES dice
Excelente artículo que revela la verdad sobre la educación TIC, TIC para los pobres, libros, lápices para los ricos. El secreto de esta división de dos clases de educación se encuentra en el control mental. El objetivo de las TIC es que los niños latinoamericanos se conviertan en sirvientes de los estadounidenses
Sugerencia
Salinas D Mind Control on Children: Disney’s secret script –A critical review of “Inside Out”- JMPR 2019; 3(2):413-431.
Oscar Arsenio Castillo Rodríguez dice
Estamos en una transición ,de un modelo de mundo que no se acaba de instalarse completamente, y de un modelo de mundo que no se acaba de irse totalmente. ¿Son los Modelos Educativos actuales en Latinoamérica (Preferentemente en el Paraguay), válidos o pertinentes para preparar a los/as niños/as y Jóvenes para el siglo XXI? , ¿Seguiremos con la División Internacional del Trabajo? ¿ Serán que nuestros gobiernos, puedan invertir un mayor porcentaje del PIB para Educación e I+D en las diferentes disciplinas del saber y del quehacer?. Tal vez, no pueda ver los resultados de estos interrogantes, pero estoy convencido que, “La Calidad y Pertinencia de la Educación Formal y No Formal, prepararán a los hombres y mujeres del siglo XXI”
El Título responde a una Autora (que ya no recuerdo su nombre) del libro: “Computadoras y Tables para niños pobres. Libros y Maestros para niños ricos”. Me gustaría leerlo.