El día que visitamos la escuela San Juan en la provincia de Chiriquí en Panamá, los estudiantes de preescolar estaban riéndose, bailando y cantando. Pero su juego no era desestructurado; seguía una secuencia pedagógica bien investigada. Estos estudiantes son parte de un nuevo programa preescolar bilingüe e intercultural llamado Ari Taen JADENKÄ (Contemos y Juguemos, en Ngäbere) que ayuda a los niños a desarrollar habilidades matemáticas esenciales de forma temprana. El programa introduce destrezas o habilidades que los niños necesitan como base para las matemáticas de la escuela primaria, incluyendo secuencia numérica, reconocimiento de formas, conteo de objetos y habilidades espaciales (por ejemplo, la diferencia entre arriba y abajo).
En un esfuerzo por sentar las bases de las habilidades matemáticas tempranas que preparan a los niños para tener éxito en las matemáticas de la escuela primaria, el Ministerio de Educación de Panamá (MEDUCA) decidió introducir JADENKÄ (pronunciado Ha-den-go) al grupo indígena más grande del país (Ngäbe). Los estudiantes que viven en las comunidades indígenas muestran algunos de los niveles más bajos de matemáticas en un país que, en general, es uno de los de más bajos resultados en las pruebas internacionales estandarizadas de matemáticas e idiomas.
En América Latina, las lecciones integrales de matemáticas preescolares son raras en sí mismas. Sin embargo, lo que realmente distingue a JADENKÄ es que integra el español y la lengua materna de los niños, Ngäbere, a la vez que combina las matemáticas de los países occidentales con las matemáticas interculturales o étnicas. Tomemos el recuento, por ejemplo.
En Ngäbere hay 14 formas diversas de contar dependiendo de las características de los objetos que estás contando; y números como 1, 2 y 3 son adjetivos que no pueden ser usados independientemente. Por ejemplo, una naranja se clasifica como redonda, por lo que Kwa-ti-naran (una naranja) se expresa como “cosa redonda-una-naranja”, y Kun-ti-neueva (un campo plano) se expresa como “cosa plana-un-campo” porque consideran el aspecto plano del campo. La aritmética de Ngäbe consta de 11 unidades, incluidos los números 1 a 11 y 20. Las formas de las cosas son importantes para las operaciones aritméticas. Por ejemplo, un objeto redondo que se vuelve irregular a través de la división, cambia de clasificador.
JADENKÄ ayuda a los niños en edad preescolar a dominar cinco de los 14 clasificadores numéricos, así como la base de la aritmética y la geometría de Ngäbe. Culturalmente, el conocimiento de las matemáticas de Ngäbe es valioso ya que impregna muchos aspectos de la vida comunitaria, desde la mitología de Ngäbe y las ceremonias religiosas, donde las semillas de cacao (objetos redondos) se cuentan y se utilizan junto con diferentes tipos de hierbas (objetos alargados), hasta la agricultura, donde los cultivos se realizan en formas geométricas intrincadas.
Tan importante como preservar un sistema aritmético antiguo, la investigación antropológica propone que además de preservar un sistema aritmético antiguo, la etnomatemática puede aumentar las habilidades de pensamiento lógico, el disfrute de las matemáticas por parte de los estudiantes y su sentido de pertenencia a carreras matemáticas. En palabras de la profesora de la Escuela San Juan, Zuleika Cubilla, “las matemáticas ngäbe permiten a los niños divertirse con las matemáticas, al mismo tiempo que salvaguardan su cultura”.
Noelia Collado dice
Hola buenos días. He leído toda la información que ponéis en el post ya que me parece relevante para saber más de esta cultura. Siempre podemos aprender algo nuevo y diferente que poder compartir con otros. Un saludo y buen trabajo!!