No necesitamos ser expertos para identificar que el principal factor para conseguir una buena educación es un buen maestro. Piensen en sus propias experiencias en la escuela y seguro que podrán identificar fácilmente a los maestros que hicieron una gran diferencia en sus vidas.
En mi opinión, en nuestros países tenemos muchos profesores que son muy buenos, de los cuales podemos aprender sus mejores prácticas, y por lo tanto, replicar sus buenos resultados.
Por ello me gustó la presentación que Bill Gates hizo recientemente a la Asociación de Gobernadores de Estados Unidos.
Gates se preguntó cuál es la mejor inversión en un contexto de limitaciones en el gasto educativo dada la crisis fiscal de casi todos los estados norteamericanos. Y su respuesta fue identificar, recompensar y sobre todo replicar a los buenos maestros. Mientras que otros profesionales como médicos e ingenieros mejoran constantemente copiando métodos y técnicas de sus pares más exitosos, los maestros no tienen esta práctica.
Resalto una propuesta concreta de Gates interesante para nuestros países y tiene que ver con el uso de tecnología (no, no es darle un laptop a cada alumno). Se trata de la instalación de cámaras de video de bajo costo en el aula. Estas cámaras, enfocan a su vez en el maestro y en los alumnos y le permiten al maestro autoevaluar su clase y también identificar las reacciones de sus estudiantes.
Esta no es una idea nueva (la filmación en clase se usa en el portafolio de la evaluación docente en Chile), pero sí poco generalizada en la Región. La Fundación Gates está impulsando este proyecto en los Estados Unidos, y conozco muchas fundaciones y filántropos que podrían hacerlo en Latinoamérica.
Este es el tipo de innovaciones que se necesitan en América Latina y el Caribe donde es prioritario lograr una mayor efectividad de nuestra educación. Después de una década de crecimiento sostenido en el ingreso per cápita, nuestro rendimiento en los exámenes internacionales de aprendizajes (PISA) está todavía por debajo de lo que ese nivel de ingreso permite predecir.
Los países más exitosos en este test, se caracterizan por mejorar frecuentemente la calidad de sus docentes, y los resultados son evidentes; todos ellos obtienen resultados muy superiores a lo que predice su riqueza.
El 70 por ciento de los docentes latinoamericanos todavía estarán enseñando en el 2030. Mejorar lo que hacen en sus clases es nuestro mayor desafío pero también nuestra mayor oportunidad.
valeria marina elizalde dice
La realidad actual nos muestra que las tecnologías digitales multimediales acaparan la atención y el interés de la población conformada por chicos, adolescentes y jóvenes. En el ámbito de la educación y desde una perspectiva de inclusión digital, se pretende que todos los alumnos puedan acceder a una educación de calidad y con equidad, mediante el desarrollo de conocimientos y habilidades específicas para la apropiación y uso crítico de los recursos tecnológicos en diferentes contextos. Se trata de nuevas y múltiples alfabetizaciones requeridas hoy para el desenvolvimiento en la vida social y laboral.
Así, los nuevos escenarios de enseñanza y de aprendizaje se encuentran ante el desafío de incorporar nuevas herramientas tecnológicas y diferentes recursos, que se caracterizan por la multiplicidad de lenguajes, a lo que hay que agregar el incremento potencial de la información disponible. Aquí reside un desafío central el de saber reconocer que tales recursos y medios están , por un lado, transformando singularmente las maneras de adquirir, producir y aplicar conocimientos, y por otro, que requieren la formación de nuevas competencias para que los sujetos puedan comprender y participar activamente en una realidad cada vez más compleja. En este marco, entendemos que emergen la necesidad y el desafío de una capacitación docente para la apropiación e integración de herramientas conceptuales y tecnológicas con sentido crítico y creativo que propicie la construcción de nuevas prácticas de enseñanza, dentro de una línea de inclusión digital. Desde esa perspectiva, es de esperar que se implementen planes, programas acciones destinados a los educadores (maestros, profesores) que se orienten a la construcción y revisión de discursos, conceptos y criterios necesarios para el diseño de las estrategias más adecuadas de mediación didáctica que sustenten y acompañen el uso de recursos tecnológicos, en consonancia con las necesidades y características de cada situación de enseñanza y de cada grupo de alumnos y atendiendo la multiplicidad de sus entornos socioeconomicos y culturales. Es necesario que asumamos y reflexionemos sobre el sentido y la importancia de las mediaciones didácticas en contextos educativos donde se integran recursos tecnológicos.
Sólo con la mirada puesta en la equidad educativa, con inclusión, respeto por la diferencia, calidad, compromiso, recursos, infraestructura es posible hacer que el proyecto de desarrollo integral de los países y la región avnce de modo efectivo. Los discursos deben acompañarse con prácticas consistentes para que la tecnología no sea un mobiliario más sino una herramienta de autorrealización y de aprendizaje.
Manuel E. Contreras dice
Hay amplio consenso sobre la necesidad de mejorar la calidad de los maestros para contar con más y mejor educación. La literatura sobre el tema es abundante. El quid del asunto es el cómo. Para avanzar en esta conversación propongo que se tomen en cuenta algunos puntos que paso a enumerar:
1. Cómo definimos el problema no es trivial. Siguiendo el marco analítico que ofrece Ronald Heifetz (1994) de la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard, pregunto: ¿el problema/asunto de mejorar la calidad de los maestros es un problema “técnico”—de fácil definición y donde contamos con experiencia sobre qué hacer, quien lo debe hacer y cómo y, además, la “solución” viene desde un experto o autoridad externa—o es, más bien, un problema “adaptativo”—es decir, uno de compleja definición, que requiere cambios en valores, comportamientos y aprendizaje de todas las personas que son parte del problema y la solución? Me atrevo a decir que es un problema adaptativo, con algunos elementos técnicos. Por tanto, es complejo, toma tiempo y tal vez no tenga “solución” en el corto plazo. Requiere de un cambio en la cultura de la profesión docente.
2. Cambios de cultura organizacional. Según Edgar Schein, experto en cultura organizacional de MIT, las culturas no se cambian. En el mejor de los casos, se transforman. El primer paso para ello es entenderlas. Mi hipótesis es que aun falta comprensión por los tomadores de decisión de las culturas profesionales de la variedad de maestros que tenemos en America Latina y el Caribe. Una vez más, una transformación cultural, es un proceso de largo alcance. Un par de décadas, por lo menos.
3. ¿Soluciones o progreso? Como indica L.H. Menke “Para toda pregunta compleja hay una respuesta simple. Y está equivocada.” Temo que muchas veces caemos en la paradoja de tratar de encontrar “soluciones” a problemas complejos y, en nuestro afán, sobre simplificamos el problema y por tanto la “solución” no es una solución. Como sugiero arriba, tal vez los problema adaptativos, como el que nos ocupa, no tienen “solución” en el corto plazo y el encuadre más apropiado para enfrentarlos es transitar del paradigma de buscar “soluciones” al de “generar progreso” en un largo camino por recorrer.
En síntesis, cómo definimos el problema es importante, comprender las diferentes culturas organizacionales de los maestros en America Latina y el Caribe es vital e intentemos desmarcarnos del paradigma de las “soluciones” a una propuesta más modesta de buscar, en su lugar, generar progreso en la solución colectiva de los problemas adaptativos.
Maria Luisa Talavera dice
Manuel,
Que bueno saber que sigues en la brecha. Yo acabo de terminar mi tesis doctoral en la que planteo que el problema (de la resistencia de los maestros al cambio) es cultural! (yo también sigo en la brecha, como te das cuenta). Los maestros bolivianos aprendieron a participar en la definición de las politicas educativas y en su aplicación desde muy temprano en el siglo XX y a pesar de que ahora aparentemente no tienen la estatura profesional de antes, por las transformaciones que sufrio su cultura a partir de fines de los sesenta, al autoidentificarse con su cultura de participación, resisten al cambio. Por ello, para que las reformas o la educación mejore, hay que tener en cuenta su cultura….¿respuesta simple a una pregunta comnpleja? No creo. Para elaborarla he realizado una reconstrucción històrica a lo largo del siglo XX que me ha permitido entender el punto de vista de los maestros.. Me gustaría que leas y comentes mi tesis.
Flor de María Sanchez Aguirre dice
Me parece interesante la apreciación con relación a la práctica docente, porque de él depende la formación del ciudadno desde los diferentes niveles educativos de un pais. En nuestro caso la Educcaión Peruana atraviesa un proceso de modernización donde el mismo docente debe ser considerado por el estado como el elan vidal de formación de sus ciudadano no solo para lograr aprendizajes, sino para la formacion de los proyectos de vida de un ciudadano que le permita insertarse en la economia de nuestro pais con capacidades, competencias comunicativas, integrativas, capaz de resolver problemas. Ademas de contar con los medios necesarios y la capacidad instalada en la socialización de los aprendizajes, apostando por una práctica ética y en el ejercicio de los valores en pos de alcanzar una sociedad mas humana y equitativa.