Hace poco leí una reflexión de Brittney Cooper, una profesora universitaria estadounidense, que compartía una anécdota personal. En ella, contaba que viajando en el metro de Washington DC, un niño blanco jugaba inquieto mientras su madre dejaba que se trepara por las barras y los asientos sin emitir comentario. La autora en su artículo reflexionaba sobre la actitud de esta madre y se preguntaba si madres de otros grupos étnicos hubieran reaccionado de forma diferente. Por ejemplo, ¿Qué haría una madre argentina, mexicana o panameña en una situación parecida?
Esta anécdota vino a mi mente cuando leí el post “La delgada línea entre la práctica y la aceptación del castigo corporal” que reporta datos bastante alarmantes sobre la frecuencia del castigo físico severo entre los niños muy pequeños de América Latina y el Caribe. Pensé cuánto de nuestras actitudes y comportamientos se forman en el tejido cultural que nos rodea y que promueve o premia cierto tipo de comportamientos como la disciplina, la obediencia, o la docilidad de nuestros niños.
En la región existen varias iniciativas que buscan trabajar con las familias para mejorar sus prácticas de crianza y, entre ellas, el manejo de la disciplina. El enfoque que favorece la disciplina positiva es uno que ha ganado popularidad entre los educadores y sicólogos en años recientes. La disciplina positiva propone enseñar y reforzar los comportamientos positivos. Enfatiza la necesidad de no herir física ni verbalmente al niño para eliminar comportamientos negativos.
¿Cuál es el potencial de programas que buscan mejorar las prácticas de crianza y promover herramientas de disciplina positiva para cambiar efectivamente el comportamiento de padres y madres en sus interacciones diarias con sus hijos? Este es un tema que ha sido poco estudiado y que merece mayor atención dentro de la agenda analítica en la región.
Me atrevo a proponer una hipótesis. Aunque estos programas pueden cumplir un rol fundamental al concientizar a los padres sobre la importancia de la disciplina positiva y proveerles de herramientas que les permitan manejar situaciones de la vida diaria, pocos han sido rigurosamente evaluados. Pero además, incluso si tuvieran impactos grandes, los esfuerzos acotados de estos programas son insuficientes para observar cambios sistémicos.
El entorno cultural que determina en gran medida las actitudes, preferencias y expectativas sobre el comportamiento de los niños necesita reinventarse e incorporar ideas nuevas. Para esto es indispensable que exista una masa crítica de padres, madres, abuelos, vecinos, maestros y otros actores de la comunidad, que haya internalizado enfoques diferentes sobre la disciplina y la crianza de los niños, de tal manera que poco a poco marquen nuevas normas sociales y pautas culturales.
Probablemente se requiere una combinación de iniciativas educativas y comunicacionales para dar a nuestras sociedades el sacudón que éstas requieren en materia de crianza de los niños. ¿Qué crees que funcione mejor en nuestra región? Cuéntanos en la sección de comentarios o en Twitter.
María Caridad Araujo es economista líder en la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.
Jean Pierre Torres dice
Pienso que una buena forma de lograr que nuestros hijos sean disciplinados es mostrándoles las cosas que deben y no deben de hacer de una manera alegre y divertida. Tengo un hijo de 2 años y cuando solía decirle que no debe hacer alguna cosas (se lo decía de manera seria y con voz firme) el me obedecía pero yo percibía que lo hacía por temor y luego lo volvia a hacer. Cierto dia le empecé a decir las cosas de manera alegre y jugando (tal como lo hace un payaso en una fiesta infantil) y su reacción fue otra, me obedecía pero a la vez me entendía lo que tratada de decirle que hay cosas que no puede hacer porque aun no es el momento y podría ser dañino para el.
En mi opinión se debe forjar la disciplina con gestos amables y alegres.
Saludos
María Caridad Araujo dice
Gracias por tu comentario, Jean Pierre. Nos entusiasma que compartas tu experiencia de papá en este espacio. Estamos seguros que tu hijo de 2 años se enriquece mucho con tus esfuerzos por orientar su atención de forma positiva y a través del juego. Te invitamos a que sigas visitando nuestro blog y compartiendo tus experiencias.
Dr Max Ramirez dice
No hay escuela para padres o si hay son espacios no generalizados para todos los padres, aun hay padres de nivel universitario que no conocen o no practican técnicas de disciplina positiva, de allí que el castigo físico o corporal sea una practica común. La puericultura es poco generalizada.
María Caridad Araujo dice
Muchas gracias por tu comentario, Max, en efecto, todos los padres y madres podemos beneficiarnos de apoyo con la crianza de nuestros hijos. Esperamos que nos sigas leyendo y compartiendo tus impresiones sobre los artículos que publicamos. Saludos.
Dulce Banegas dice
Pienso que la falta de educación en América Latina fomenta en alguna medida ese tipo de castigo físico que en algunas ocasiones deja mella en las conductas de nuestra gente, personalmente yo tuve experiencia de castigo físico por parte de mis padres y ellos siempre nos decían que en sus tiempos era mas fuerte, entonces ellos aprendieron de sus padres y así sucesivamente se han aprendido esas conductas.
La necesidad de educarnos y plantear las cualidades de una disciplina formativa y no agresiva es sumamente importante para nuestros países.
María Caridad Araujo dice
Hola Dulce, gracias por compartir tu experiencia. Tienes razón, una parte de nuestras prácticas de crianza son el reflejo de las experiencias que tuvimos como niños. Lo importante es darnos cuenta de cuánto nuestras acciones impactan la trayectoria de desarrollo de nuestros niños y de esta forma, ofrecerles a ellos una experiencia mejor que aquella que tuvimos nosotros. Esperamos que sigas visitando y comentando en Primeros Pasos.
Beatriz Prada dice
Buen día Maria Caridad, muchas gracias por compartir todos estas publicaciones sobre educación y desarrollo infantil. Sin duda son un excelente aporte para los que trabajamos en temas de infancia.
De manera muy especial quiero invitarla a que conozca el Programa de Educación y Desarrollo Psicoafectivo, Pisotón, de la Universidad del Norte. Un programa con más de 17 años de experiencia que de manera lúdica busca promocionar la salud emocional y el desarrollo integral de la infancia.
Si es posible le pido me comparta un correo electrónico al que le pueda enviar información más amplia sobre el Programa, el trabajo que hemos realizado, el impacto en los niños, maestros y familias y algunos resultados de las investigaciones que en esta materia venidos adelantando.
Estaremos muy agradecidos en compartirlo con ustedes.
Muy cordialmente,
Beatriz Prada
María Caridad Araujo dice
Estimada Beatriz, muchas gracias por tu comentario. Te he hecho llegar por interno mi correo. En efecto, he visto el material de Pisotón en Colombia. Sería muy interesante que nos contaras si el programa ha sido evaluado y qué resultados han obtenido. Nos alegra escuchar que les gusta nuestro blog y esperamos nos sigan visitando, leyendo, comentando y compartiendo sus experiencias. Felicidades y muchos saludos.
Felix Mercado dice
Buen día estimada.
Me llena de mucha satisfacción este articulo y en este espacio he aprendido mucho y seguramente seguiré fortaleciendo mis conocimientos.
Yo también pienso que el castigo (Duro) esta ligado a cuestiones culturales. Recordemos cómo nos educaban hace años atrás. Mi padre por ejemplo decía (mi papa así me crió a mi dándome duro y aquí estoy, soy un hombre de bien) desde luego es algo aprendido, por la tanto se puede desaprender y de esa forma educar mejor a nuestros hijos e hijas. Yo estoy en ese momento de desaprender practicas culturales machistas que mucho daño hacen a quienes nos rodean.
Saludos
Maria Caridad Araujo dice
Hola Félix, gracias por tu comentario. Nos alegra que encuentres interesantes los artículos que publicamos en tu experiencia de padre. Por favor síguenos leyendo y comparte los posts que más te gusten con tus amigos. Saludos.
Veronica Alarcon dice
Creo el punto que tocas sobre el entorno cultural es crítico. Te cito”… Para esto es indispensable que exista una masa crítica de padres, madres, abuelos, vecinos, maestros y otros actores de la comunidad, que haya internalizado enfoques diferentes sobre la disciplina y la crianza de los niños, de tal manera que poco a poco marquen nuevas normas sociales y pautas culturales.” Debemos apoyar políticas publicas sobre la enseñanza a estos actores para disciplinar y fomentar comportamientos positivos de los niños. Se me ocurre ser mas estrictos en el contenido de los programas populares de television que toquen este tema. Platicas con padres de familia en centros de salud y escuelas publicas.
Veronica Marcial dice
Cuando eramos pequeños, nuestros padres intentaban educarnos a base de libros pero hoy en día, los niños del siglo XXI se han convertido en nativos digitales por lo tanto si van a pasar mucho tiempo delante de una pantalla, mejor aprovechar y que dediquen parte de su tiempo a educarse con diferentes aplicaciones como las del post.