Después de un año en silencio repica la campana anunciando el inicio de clases en los pasillos del Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI) de Montería en la ciudad de Panamá. El país centroamericano inició el pasado 1 de febrero la apertura gradual de 98 centros infantiles públicos en estricta adherencia a protocolos de higiene y bioseguridad, así como normas para garantizar las condiciones seguras para el aprendizaje. Panamá es uno de seis países en América Latina y el Caribe que en 2021 han dado el paso hacia la reapertura de los centros infantiles, 90% de los cuales, según UNESCO, han permanecido cerrados debido a la pandemia por COVID-19.
El cierre temporal masivo de preescolares y centros infantiles, así como la suspensión de servicios de apoyo o acompañamiento familiar, ha provocado que millones de niñas y niños estén perdiendo oportunidades de desarrollo que les podrían afectar el resto de su vida en las esferas de educación, salud, ingresos y productividad. A medida que avanzan los esfuerzos de vacunación en la región y existe mayor evidencia sobre los riesgos de transmisión del virus en el entorno escolar, varios países de la región han iniciado la reapertura gradual y progresiva del sistema educativo y de los servicios de desarrollo infantil, mientras que otros avanzan en la elaboración de protocolos y lineamientos que les permitan abrir de manera segura. Si bien los servicios han mantenido la atención de forma remota en la mayoría de los países, es fundamental retomar la presencialidad en la prestación de los servicios, pues nada reemplaza el aprendizaje a través de las interacciones humanas.
Mapeo de la reapertura gradual
La División de Protección Social y Salud del BID pone a disposición de tomadores de decisión, prestadores de servicios y público en general un mapa interactivo que caracteriza el estado de apertura de programas de trabajo con familias, centros infantiles y preescolares. El mapa clasifica a los países de la región según el estado de los servicios de desarrollo infantil de la siguiente manera:
(i) apertura total, como aquellos que, en su mayoría, están abiertos y brindan servicios de forma exclusivamente presencial cumpliendo con los protocolos de bioseguridad establecidos por el país;
(ii) apertura parcial, como aquellos que permanecen abiertos y brindando servicios de desarrollo infantil de manera presencial sólo en algunas regiones o para algunos grupos de edad (es decir, de forma progresiva y gradual), o que están abiertos pero los servicios presenciales son reducidos y algunas veces se combinan con la prestación de servicios de forma remota; y
(iii) cerrados como aquellos que brindan servicios no presenciales y usan medios a distancia como radio, televisión, redes sociales, o atención telefónica, entre otros.
Adicional al mapa, se incluye una página web con la información oficial sobre los protocolos y guías que emplean los diferentes países para la reapertura segura de preescolares, centros de cuidado infantil y programas familiares, la mayoría de los cuales son el resultado de la coordinación entre los Ministerios de Salud, Desarrollo Social y Educación.
Los lineamientos a nivel regional coinciden en la gradualidad del proceso de reapertura a partir de la situación epidemiológica del país o de la zona en la que se ubica el centro infantil o colegio. Por ejemplo, el Gobierno de Chile se rige por la Estrategia Gradual de Desconfinamiento “Paso a Paso” a través de cinco pasos: cuarentena, transición, preparación, apertura inicial y apertura avanzada. Los pasos son escenarios de reapertura gradual que dependen de la situación sanitaria de cada comuna en particular, la cual está sujeta al monitoreo constante de los indicadores epidemiológicos, la red asistencial y el comportamiento de los casos de COVID-19.
Necesidad de reforzar acciones conjuntas
El mapeo realizado revela que, a la fecha, poco menos de la mitad (11) de los 26 países de la región han reabierto los preescolares, mientras que poco más de un tercio de los países mantienen la atención de forma remota, lo que posiciona el preescolar como el servicio de desarrollo infantil cuya reapertura presencial está más extendida en la región. La reapertura de los centros infantiles está menos extendida, con solo 6 de los 13 países analizados prestando servicios de manera presencial mientras que en otros 6 países analizados la atención se presta de manera no presencial. Finalmente, la gran mayoría de los programas de trabajo con familias que han sido consultados han continuado prestando servicios durante la emergencia sanitaria, pero de manera remota.
El principal objetivo de esta recopilación de información es dar visibilidad regional a los esfuerzos que están realizando los países de la región hacia la reapertura de servicios de desarrollo infantil. Cabe destacar que el mapa se actualizará permanentemente y a medida que se confirme la información sobre la reapertura segura de los servicios de atención para la primera infancia. Si bien los esfuerzos son muy valiosos para el bienestar de las niñas, niños y familiares en general, aún es necesario reforzar las acciones conjuntas para lograr la reapertura segura de todos los servicios infantiles y programas con familias que eviten la pérdida de una ventana de oportunidad única y valiosa para el desarrollo infantil.
Puedes acceder al mapa interactivo haciendo clic aquí.
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Javier Alliaume dice
Estimadas, que interesante trabajo que nos ofrecen. Se agradece la publicación.
Mirando el mapa y los documentos anexos, para el caso de nuestro país, Uruguay, encuentro que sería interesante que se colocaran los distintos documentos de orientación, tanto para el tiempo de no presencialidad, como para el retorno a la presencialidad.
Nuestro país, fiel a su historia institucional, con una fuerte presencia del Estado a través de diversas instituciones públicas que desarrollan políticas de EAPI con un gran nivel de cobertura en todo el territorio nacional, aportó un amplio conjunto de orientaciones técnicas y metodológicas a los equipos de los centros de educación y cuidados.
Esto se desarrolló tanto desde el Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU) como desde la Adminsitración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), e incluso desde el Consejo Coordinador de Educación en la Primera Infancia (CCEPI).
Nos tocó realizar un trabajo para OMEP Latinoamérica y CLADE, realizando una sistematización de la experiencia uruguaya, que prontamente será publicado.
Asimismo, se tienen los documentos mencionados, organizados y disponibles, si fuera de interés.
Saludos,
Javier Alliaume