por Yasemin Sirali.
Animar a los padres a involucrarse activamente en el desarrollo y educación de sus hijos. Parece mentira, pero realmente, esta fue una idea revolucionaria hace 22 años en Turquía, cuando se creó La Fundación de Educación Infantil para Madres conocida internacionalmente como The Mother Child Education Foundation o ACEV, en turco. Esta fundación comenzó con unos pocos empleados, y desde entonces ha crecido vertiginosamente, atendiendo a cerca de un millón de niños y padres en tres continentes a través de programas cara a cara. Sin embargo, millones de personas más se han beneficiado de esta fundación gracias a la tecnología y a sus actividades de promoción.
Es esencial construir una base sólida para cualquier cosa que se quiera crear. Los orígenes de la fundación radican en el Proyecto Turco de Enriquecimiento Temprano (Turkish Early Enrichment Project), llevado a cabo en los años 1982-1986 por tres académicos en la Universidad del Bósforo. Dentro de esta investigación se desarrolló un programa de educación infantil para madres llamado MOCEP (Mother Child Education Program). El objetivo del mismo era poner a prueba un modelo de educación infantil para niños de familias estratos pobres, sirviendo de alternativa a los jardines infantiles. En aquél momento, solo el 9% de los niños turcos recibían servicios de educación en sus primeros años, y la mayor parte de ellos provenían de familias adineradas de las grandes ciudades.
Las evaluaciones de impacto demostraron que los niños atendidos por este programa estaban mejor preparados y tenían más éxito en la escuela y a largo plazo, dando mayores logros universitarios y mejores oportunidades de vida que otros menores que no fueron expuestos a él. Las madres reportaron tener mejores relaciones con sus niños y con sus parejas, y una mayor involucración cívica como resultado de una mejora en sus habilidades comunicativas y su autoestima.
El programa piloto llegó solamente a unos cientos de individuos, pero el enfoque científico destinado a desarrollarlo, a ponerlo en marcha y evaluar su impacto, sumado a los excelentes resultados obtenidos en las evaluaciones, fue imprescindible para obtener una base sólida para su expansión a través de inversores, trabajadores gubernamentales y profesionales de este campo durante las siguientes décadas.
En 1993, con el apoyo de una de las filántropas más importantes de Turquía, se fundó ACEV con la meta de ampliar el programa de educación para madres, el MOCEP. Con el paso de los años, el área de influencia de la fundación ACEV creció y se hizo más popular. Una de las razones principales fue su inclinación a escuchar atentamente y a responder las necesidades de sus beneficiarios.
Basándose en la retroalimentación recibida de miles de madres, la fundación desarrolló una formación adicional para adultos y programas de educación infantil temprana, tales como: Apoyo del Padre/ Father Support , Preescolar de Verano/ Summer Preschool , Alfabetización Femenina/ Female Literacy y Formación para Mujeres en el Ámbito Rural/ Rural Women’s Trainings .
Me encantaría destacar el programa Father Support. Es digno de tener en cuenta como un programa innovador porque alienta a los padres a que tomen un papel más positivo y activo en el desarrollo de sus hijos. Más de 80,000 padres y niños se han beneficiado del mismo hasta la fecha. Es el único programa en el mundo que ha llegado a un número tan alto de padres a través de una formación estructurada y minuciosa. El programa tiene una duración de 15 semanas.
https://www.youtube.com/watch?v=xzlMK3VpJWM
Además, para mantenerse al día en cuanto a las necesidades de los beneficiarios y los cambios de las tendencias en la sociedad, la fundación se aprovechó de los nuevos medios disponibles para hacer llegar contenidos y se lanzó a distribuir formación a través de internet, celular y televisión; aumentando de esta manera el alcance a muchos millones de personas más de los que era posible con los servicios cara a cara.
El factor más importante para permitir esta expansión fueron las alianzas. En 1995, las negociaciones de la fundación con el Ministerio Turco de Educación Nacional y el Banco Mundial tuvieron como resultado un préstamo para expandir el Programa de Educación Infantil para Madres, MOCEP, en Turquía. La fundación proporcionó formación para educadores y supervisores locales, gestión de programas y servicios de control de calidad. El Ministerio suministró trabajadores del área de educación para adultos para que fueran formados por la fundación como líderes de grupo. También facilitó el espacio necesario para llevar a cabo los cursos en los más de 500 centros de educación para adultos repartidos por Turquía.
Además, se crearon colaboraciones similares con los Ministerios de Agricultura, Familia y Servicios Sociales para desarrollar los programas que siguieron al MOCEP. La fundación pudo entonces formar a más de 10,000 líderes de grupo, expandir sus programas a las 81 provincias turcas, y llegar aproximadamente a un millón de niños y padres. Hace unos años, en 2010, los programas de habilidades parentales de la fundación se nacionalizaron dentro del Programa Nacional de la Familia del Ministerio, creando así la oportunidad de dar un paso más allá.
La Fundación viajó fuera de las fronteras turcas, compartiendo su programa con instituciones académicas y ONG internacionales. A través de estas asociaciones locales, los programas de la fundación han sido traducidos al árabe, inglés, flamenco, alemán, lao y español; y han llegado a decenas de miles de padres y niños en 13 países además de Turquía.
Los programas y prácticas de ACEV también han dado lugar a investigaciones científicas y debates políticos en diferentes plataformas mundiales, incluyendo la creación del Centro para el Niño en Desarrollo en la Universidad de Harvard. Recientemente, la fundación ha estado trabajando con la Universidad de Yale y UNICEF en la iniciativa de Formative Childhoods and Peacebuilding , traducida como Formación de Infancia y Consolidación de la Paz.
Los principales retos que surgieron al expandir los programas de ACEV en Turquía fueron: mantener la involucración gubernamental en los programas a pesar del cambio frecuente en los líderes y cuadros técnicos de los ministerios; el mantenimiento de la calidad de la puesta en práctica y la sustentabilidad de la plantilla local y la gestión de continua financiación. El compromiso inquebrantable y el esfuerzo implacable de los expertos del programa y el liderazgo de la fundación fueron fundamentales para gestionar estos retos.
Poder expandir los programas de ACEV ha sido fruto de la colaboración entre todos los participantes involucrados en el proceso. No obstante, los más importantes han sido, sin duda, las familias con quienes la fundación trabaja. Su participación activa y su experiencia son los factores más importante del éxito del programa.
¿Viste el video que del programa para padres? ¿Qué te parece? ¿Crees que haría falta que en América Latina y el Caribe se incentivará más el rol paterno en el cuidado y desarrollo de los niños? Escríbenos un comentario con tu opinion aquí, en el blog, o en twitter en @BIDgente.
Yasemin Sırali es la directora de Özyeğin Social Investments en el Grupo FIBA en Turquía y ex investigadora en el Centro FXB de la Universidad de Harvard. Antes de la transición hacia el tercer sector, Yasemin trabajó como consultora de gestión para Deloitte en sus oficinas de Nueva York y Filadelfia. En el ámbito académico, se graduó en Economía y Literatura francesa en Swarthmore College en 2001 y cursó un MBA en la Escuela de Negocios de Harvard.
Cándido Pérez dice
Excelente proyecto. ¿Existen alguno similar en Latinoamérica?
Mauricio Sthandier dice
Entiendo que MenCare sería lo más parecido. En Chile parece que son paternidades.cl
María Lourdes Muñoz Ponce dice
En cuanto a las preguntas planteadas, consideró urgente la implementación de este programa en nuestros países latinoamericanos, debido a que aun existe machismo, acentuado en el rol de padre el mismo que es fortalecido por el entorno cultural, social, productivo y político… Existe un índice alarmante y un aumento de madres solteras que día a día tratan de cumplir ambos roles en la crianza de los niños. El esfuerzo es reconocido aunque los resultados no son muy alentadores. Los padres soslayan su responsabilidad o la minimizan a una pensión económica. Existe mucho abandono y lo peor de todo es que más jóvenes mujeres y hombres no reconocen la importancia y la influencia que ejerce en cumplimiento pleno de los roles en la familia hacia los hijos. Es mas , hay ms gente joven que no quiere tener familia porque no sabe que hacer con ella , por que su experiencia fue traumática o poco significativa.
Cynthia Nava dice
Mi formación es en el área de pedagogía social. Trabajé con grupos de poblaciones de escasos recursos en distintos programas de educación alternativa y me gustaría muchísimo poder contactarme con personas que puedan enviarme información acerca de la metodología y material de trabajo para este programa que se asemeja a algunos otros denominados “escuela para padres” que se desarrollan de manera aislada en algunas ciudades de Bolivia, pero que lamentablemente no tienen el impacto y la efectividad que parece haber alcanzado el programa del BID. Podrían brindarme la información adicional que solicito? Muchas gracias por su atención.
Laura Grassi dice
Hola a todos:
En Uruguay existe el Plan CAIF, Centros de Atención a la Infancia y a la Familia, desde la dimensión educativa realiza talleres con padres y madres de niños en primera infancia. El Programa Aduana lo hace desde la salud.
Gracias por acercarnos las realidades de lugares tan lejanos, enriqueciendonos, generando ideas para nuestros países.