Hectárea por hectárea, podría decirse que las áreas escarpadas y montañosas en los trópicos son ambientalmente la ‘propiedad’ más importante del planeta. ¿Por qué?
En primer lugar, se estima que un tercio de la biodiversidad mundial vive en áreas montañosas, principalmente en los trópicos. Las montañas – especialmente las montañas tropicales – son notoriamente ricas en especies endémicas locales que no se dan en ningún otro lugar de la Tierra.
Adicionalmente, a medida que nuestra población se dispara hacia una proyección de 10 u 11 billones de personas en este siglo, las presiones sobre el planeta crecen a paso acelerado. La mayor parte del crecimiento poblacional ocurrirá en países en desarrollo, a menudo en los trópicos. A medida que la demanda de espacio y comida se incrementa, se están talando y arrasando bosques en áreas de llanuras – desde el Amazonas, pasando por el Congo, hasta extensiones del área Asia-Pacífico –para uso humano. En muchas zonas, lo único que sobrevive son los bosques de áreas más escarpadas – convirtiéndose así en refugios cruciales para ecosistemas y biodiversidad.
Además de acoger enormes concentraciones de especies, los bosques de laderas también proveen a la humanidad de una gama de servicios ambientales importantes. Entre ellos se encuentra su papel en la regulación climática – al almacenar billones de toneladas de carbón que de otra forma se convertirían en gases de efecto invernadero, además de transpirar grandes volúmenes de vapor de agua hacia la atmósfera, lo que produce nubes y lluvia generadores de vida.
Además de esto, las laderas de áreas tropicales sirven como ‘esponjas biológicas’ gigantes, que atrapan y filtran lluvia. Esto limita las destructivas inundaciones río abajo y deslizamientos de tierra, al mismo tiempo que ayuda a generar un flujo constante de agua limpia para ciudades y comunidades locales.
Un reporte reciente subraya el papel crucial de las laderas tropicales, especialmente en el Nuevo Mundo. En una publicación conjunta del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá, y el Programa BIO del Banco Interamericano de Desarrollo, el reporte presenta un convincente caso en pro de la conservación y mejor gestión de ecosistemas de laderas.
El reporte, titulado “La gestión de las cuencas hidrográficas para asegurar los servicios ecosistémicos en las laderas del neotrópico”, es un tratado exhaustivo sobre los servicios ambientales vitales, las amenazas producto de las crecientes presiones por el uso de suelo y cambio climático, y los motores socio-económicos y políticos que afectan los ecosistemas de laderas tropicales.
Los editores de este reporte, dirigido por el Dr Jefferson Hall del instituto Smithsonian, han de ser felicitados por sus esfuerzos al hacer el reporte altamente legible y accesible. Ilustrado atractivamente, se encuentra disponible en versiones en inglés y español, así como en formatos PDF e interactivos.
Un elemento clave del reporte es el conjunto de principios rectores para el mantenimiento de cuencas hidrográficas tropicales. Es importante destacar que estos principios son de naturaleza muy práctica, formulados para informar a quienes toman decisiones y deben lidiar con la realidad de equilibrar la sostenibilidad ambiental en competencia con una serie de presiones diversas.
Además, cinco casos de estudio dan al lector una clara sensación de los retos que enfrentan aquellos quienes intentan gestionar y restaurar cuencas tropicales – al tiempo que ilustran la importancia de hacer tal cosa. Notables, entre otros, son los esfuerzos de ELTI—Iniciativa de liderazgo y entrenamiento ambiental, por sus siglas en inglés – por promover la reforestación y el entrenamiento de líderes ambientales a lo largo de los neotrópicos.
Cada vez más se está reconociendo a las áreas de laderas tropicales como una fuente vital de suministros de agua para ciudades y habitantes locales. Los suministros de agua limpios y confiables son casi imposibles de sobreestimar y aun así, vemos una y otra vez como se talan los bosques que sustentan dichos suministros. De 2001 a 2014, por ejemplo, todas y cada una de las naciones tropicales en el Nuevo Mundo han visto disminuir sus bosques, en algunas ocasiones, dramáticamente.
Este asequible reporte hecho por el Smithsonian y el Banco Interamericano de Desarrollo no podría ser más acertado en su temática y momento de publicación. Lo recomiendo con entusiasmo a cualquiera interesado en la conservación, restauración y uso sostenible de áreas de laderas tropicales y de los vitales servicios ecosistémicos que proveen a, literalmente, cientos de millones de personas.
El 8 de diciembre de 2015, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales presentarán conjuntamente la publicación “La gestión de las cuencas hidrográficas para asegurar los servicios ecosistémicos en las laderas del neotrópico¨.
Si te interesa el capital natural y la biodiversidad, siguenos en Twitter @BIDecosistemas.
Fotos:
Título: ©STRI photo archive
William Laurance es un distinguido profesor investigador y galardonado australiano por la universidad James Cook en Cairns, Australia. Es director del Centre for Tropical Environmental and Sustainability Science (Centro para la ciencia tropical ambiental y de sostenibilidad) de la universidad, que cuenta con cerca de 100 investigadores trabajando en más de 40 países tropicales alrededor del mundo.
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