Los Trópicos están ubicados entre los paralelos denominados trópico de Cáncer -en el hemisferio norte- y trópico de Capricornio -en el hemisferio sur-. Cada 29 de junio se celebra el Día Internacional de los Trópicos, una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de preservar y cuidar esta región del planeta que alberga una increíble diversidad biológica y desempeña un papel vital en la regulación del clima. A continuación, te contamos cinco razones fundamentales por las que debemos proteger y conservar los trópicos.
1) Biodiversidad
Los trópicos han ofrecido las condiciones para que en ellos evolucione una inmensa variedad de especies de plantas, animales e insectos. Según la Universidad James Cook de Australia, los trópicos corresponden a la región más diversa del planeta, albergando el 80% de las especies terrestres y más del 95% de los corales y manglares. En los trópicos de América Latina y el Caribe existen varios puntos críticos de biodiversidad, esto es, áreas que tienen más de 1.500 plantas superiores, o vasculares, endémicas (la cuales son altamente biodiversas) y de las que se preserva menos del 30% de su vegetación original (es decir, son altamente amenazadas). Las islas del Caribe, Mesoamérica, el sistema Tumbes-Chocó-Magdalena, los Andes tropicales, el Cerrado y el bosque Atlántico son áreas tropicales que requieren atención especial para garantizar que su capital natural se mantenga.
2) Servicios ecosistémicos vitales
Los trópicos brindan servicios ecosistémicos esenciales para la humanidad. El hecho de que estos sistemas mantengan permanentemente condiciones de temperatura y humedad que son relativamente altas en comparación con las demás zonas del planeta, hace que en ellos se desarrollen ecosistemas más productivos y cuencas hidrográficas con mayor rendimiento hídrico. Los trópicos de América Latina y el Caribe alimentan represas hidroeléctricas que iluminan megaciudades, evapotranspiran ríos de nubes que irrigan los productivos campos de Argentina, Paraguay y Uruguay, y son el hogar de invierno para las aves que migran desde el sur y el norte. Asimismo, los manglares y corales tropicales son quizás los ecosistemas más reconocidos por su funcionalidad en la protección costera. La conservación de los trópicos contribuye a mantener estos servicios, asegurando la calidad de vida de las comunidades locales y la estabilidad del planeta en su conjunto.
3) Almacenamiento de carbono y cambio climático
Los trópicos desempeñan un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Los bosques tropicales almacenan grandes cantidades de carbono, ayudando a reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y desempeñando un importante papel en la regulación climática y de la dinámica atmosférica y oceánica. La deforestación y degradación de los bosques tropicales liberan cantidades significativas de carbono, acelerando el cambio climático. La pérdida de manglares y corales tropicales reduce la capacidad de adaptación de las comunidades y ecosistemas costeros a los cambios del nivel del mar y el aumento de los eventos extremos, como huracanes y marejadas. Preservar estos ecosistemas es fundamental para mantener el equilibrio climático global.
4) Contribución a la seguridad alimentaria
Los trópicos son una región fértil y propicia para la agricultura. El clima cálido y húmedo favorece el crecimiento de una variedad de cultivos, y muchas áreas tropicales tienen condiciones óptimas para la agricultura durante todo el año, lo que contribuye a garantizar un suministro constante de productos agrícolas. Varias especies agrícolas de origen neotropical forman parte de la dieta de millones de personas, convirtiendo a esta región en una fuente vital de alimentos para una gran porción de la población mundial. El plátano, el mango, el cacao, la yuca, la quínoa, la papa y la piña son algunos ejemplos de estos alimentos.
5) Preservación cultural y ancestral
En los trópicos habitan pueblos originarios con un profundo conocimiento tradicional de esos ecosistemas, quienes han desarrollado y transmitido de generación en generación prácticas sostenibles de manejo de recursos y conservación. Según la ONG Survival International, en los trópicos de América Latina, específicamente en el borde entre Perú, Brasil y Bolivia, vive la mayor concentración de tribus aisladas, es decir, pueblos indígenas que no tienen contacto con el resto de la sociedad y que han optado por vivir en aislamiento. Preservar esta región implica a la vez proteger la diversidad cultural y la sobrevivencia de estas tribus ancestrales.
La protección de los trópicos es de vital importancia para nuestro planeta y para las generaciones futuras. La biodiversidad única, los servicios ecosistémicos esenciales, el papel en la mitigación del cambio climático, la contribución a la seguridad alimentaria y la preservación cultural son solo algunas de las razones por las que debemos cuidar y conservar esta región del planeta.
Crédito de imagen: Shutterstock
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