Los proyectos de infraestructura no convencional de energía renovable son sólo la punta del iceberg de la revolución de la matriz energética uruguaya. ¿Cómo están consiguiendo transformar su modelo energético?
Históricamente, muchos países que dependen de la generación hidroeléctrica necesitan acudir a otras fuentes en época de sequía. Ese fue el caso de Uruguay, o al menos lo fue hasta hace poco. Todo comenzó a cambiar cuando a fines de la década pasada el país lanzó una nueva política energética que obtuvo el apoyo de los principales partidos políticos. Desde entonces, Uruguay ha avanzado enormemente hacia la meta de convertirse en un país en el que el 50% de la energía global primaria utilizada sea renovable.
Con este objetivo en mente, se fueron implementando una serie de acciones para ir modificando la matriz eléctrica y promover el uso de energía eficiente en el país. Éstas incluyeron la promoción de energía renovable no convencional, la incorporación de generación de energía eléctrica a partir de biomasa, mejoras en eficiencia energética y el apoyo a la energía solar.
Uruguay cuenta en la actualidad con un 43% de la energía proveniente de fuentes hidroeléctricas, un 36% térmica, mientras que el 21% restante proviene de fuentes de energías renovables varias y se encuentra en rápida expansión. Con 340MW instalado, la capacidad eólica está creciendo a gran velocidad: si bien hace pocos años era de tan sólo 40MW, en solo dos años más podría superar los 1000MW.
Esta transformación responde al conocimiento y a las obras de infraestructura que el país ha venido desarrollando, entre otros, con apoyo financiero del BID. También se han apoyado una serie de estudios, incluidos algunos relacionados con el potencial de las mini-centrales hidroeléctricas, consultorías sobre eficiencia energética, potencial de co-generación, así como también estudios para la modernización de la enorme planta hidroeléctrica binacional de Salto Grande.
Además de apoyar en forma integral esta revolución del sector energético del país, el BID también está financiando con operaciones sin garantía soberana, varios parques eólicos que suman una capacidad combinada de más de 200MW y considerando el apoyo financiero para varios proyectos fotovoltaicos y para una importante planta de regasificación de GNL.
En tres años se espera que dos tercios de la capacidad instalada de generación eléctrica del Uruguay provengan de fuentes renovables y más de la mitad de ésta sean de fuentes renovables no convencionales. Esto no sólo beneficiará al usuario con precios más bajos, sino que también tendrá un impacto positivo sobre el medio ambiente.
Todos estos esfuerzos apuntan hacia la diversificación efectiva de la matriz eléctrica de Uruguay, una realidad que contribuirá a reducir las emisiones de CO2 a la vez que se mitiga la vulnerabilidad del sector eléctrico del país frente a las condiciones hidrológicas y a la fluctuación de los precios internacionales del crudo. Esto también se traducirá en mayor seguridad eléctrica para el país y en un superávit en la capacidad de generación eléctrica que podrá ser potencialmente vendido a países vecinos.
Sin duda, Uruguay tiene mucho que enseñar al resto de América Latina (y del mundo) en lo que a energía limpia se refiere.
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GERARDO MERELLO dice
La virtud de ser pequeño
Daría la sensación, que desde hace unas décadas, nuestros países vecinos mas pequeños y limitados que nosotros, están obteniendo logros de desarrollo mayores que el nuestro. Desde que era chico veía como Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, nos veían con cierta admiración. Creo que ese sentimiento se fue transformando en lástima, al ver un país tan rico, con tanta gente pobre. Creo que estos pequeños países, con muchas limitaciones, comparadas con nosotros, nos han seguido en nuestras acciones, pero no para imitarnos, sino para hacer todo lo contrario. De esa manera se aseguran que les iba a ir mejor. Ahora, pensando en una solución simple para Argentina, en relación a ver países chicos que lograr desarrollarse con sus virtudes, tanto humanas como físicas. Podríamos tomar la idea de que ser un país chico es una virtud. Por lo tanto si ser el octavo país del mundo en tamaño, no nos da un rendimiento eficiente, podríamos entonces dividir el país en estados independientes, sobre una misma dirección nacional y lograr que la virtud de ser pequeño nos permita tener la motivación necesaria para que cada estado se desarrolle y así sumar 23 pequeñas administraciones que sumadas generen un gran país. En este tiempo histórico, nos toca a nosotros con humildad, admitir con respeto que nuestros hermanos menores tienen mucho que enseñarnos.
Gerardo Merello
gerardo_merello@hotmail.com
Javier Jauregüi dice
Estimado Gerardo hace 8 años me mude a vivir en Montevideo, y lo que veo es que el dinero del pueblo, se recicla en el pueblo, hay pobreza, y falta a veces trabajo, pero no hay un robo sistemático de las ARCAS PUBLICAS; Acá un delegado gremial, no se convierte en rico, pero si defiende a sus compañeros!!, y un presidente se va a su casa en el autito que tenia, porque mientras trabajo de presidente, no pudo “ahorrar”!!…
NO VOY A HACER COMENTARIOS DE LOS POLÍTICOS EXITOSOS DE MI PAÍS, PERO SI QUE DA PENA HABER PERDIDO TODO, HASTA LA EDUCACIÓN!!
Alejandro dice
Soy uruguayo y vivo en Uruguay y no estoy tan de acuerdi contigo. Es verdad que muchas de estas politicas se pueden implementar porque somos un pais pequeño en extension y en habitantes, pero tambien es verdad que debemos batallar 3 veces mas que cualquier pais de porte medio a grande para no quedar encerrados entre politicas argentinas y brasileñas que no acompañen nuestros desarrollos. Cuando el conflicto por las papeleras ademas de tener un boicot turistico tanto con el cruce de los puentes como en medidas proteccionistas turisticas para que los argentinos no pudieran gastar su dinero aqui y otras politicas sobre las importaciones en argentina que obligo a pasar de tener el mayor comercio con arg. A diversificar (hoy vendemos mas a china, brasil, venezuela y estados unidos que a argentina) tambien sufrimos en plena sequia el corte del suministro de energia que argentina nos vendia normalmente de su excedente y hubo que revolverse comprando petroleo mas caro en el exterior. Con eso aprendimos lo mismo que con las exportaciones de no depender de un solo oroveedor y si es posible de nuestra propia produccion y de paso si es energia renovable mucho mejor. Tambien nos beneficiamos de la crisis europea donde ellos no podian vender o colocar equipos eolicos que ya habian producido lo que los obligo a bajar costos y por consiguiente de conseguir costos accesibles y oportunidades para negociarlos. Un abrazo.