En términos generales, evaluar el atractivo de los bonos de impacto ambiental y social (BI), incluyendo los bonos verdes, azules y de impacto social, gira en torno a dos aspectos: comprender la oportunidad financiera de la inversión y reconocer los beneficios y resultados ambientales y sociales (A&S) esperados.
Oportunidad financiera
En principio, se puede persuadir a los inversionistas financieros de que inviertan en un BI solo si los resultados financieros (rendimientos esperados) de dicha inversión son iguales o mejores que otras inversiones orientadas al impacto disponibles en el mercado con un perfil de riesgo similar.
En este contexto, cabe señalar que el rendimiento de un BI no se ve necesariamente afectado por su etiqueta de sostenibilidad (al menos no sustancialmente) sino más bien por la calificación crediticia del emisor y su reputación, análogamente a un bono tradicional (como lo indican las investigaciones de Vaneck y Kapraun & Scheins). Por lo tanto, si el emisor del BI desea atraer inversionistas financieros, dicha inversión debe generar un nivel de rendimiento proporcional a la calificación crediticia del emisor.
Entonces, la oportunidad financiera debe evaluarse principalmente en términos de la tasa de interés nominal y el vencimiento, considerando también cómo estos factores se comparan con productos financieros similares disponibles en el mercado. Por supuesto, como cualquier otro producto financiero, se deben evaluar indicadores adicionales, como los relacionados con el rendimiento de la inversión (ROI, VAN, rendimiento al vencimiento, y otras medidas de liquidez) y los riesgos (p. ej., tasa de interés, inflación, liquidez, riesgo crediticio y, de manera más general, el desempeño financiero y la capacidad de recuperación del emisor).
Podría decirse que el riesgo de liquidez (entendido como la posibilidad de convertir el producto financiero en efectivo en poco tiempo y a un precio apropiado) sigue representando un posible inconveniente de invertir en nuevos BI: el potencial de negociación de productos innovadores en algunos casos puede ser bajo, por lo que en estas circunstancias invertir en estos fondos sería justificable solo si el inversionista tiene la intención de mantener su participación hasta el vencimiento; sin embargo, la liquidez podría mejorar dado que los bonos de impacto y las inversiones en temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) son cada vez más populares.
En términos de riesgo crediticio, a veces se utiliza un esquema de garante (por ejemplo, un banco de desarrollo) para el patrocinio y la operación del bono: esto significa que el cupón pagadero puede cubrirse parcialmente por un garante externo.
Hay que reconocer algunos beneficios importantes de los BI. En primer lugar, estos productos ofrecen un gran potencial para la diversificación de la cartera, ya que su desempeño puede no estar necesariamente correlacionado con las tendencias y el entorno macroeconómico típicos. En segundo lugar, invertir en productos innovadores y sostenibles se traduce en importantes beneficios de reputación para los inversionistas financieros, especialmente a la luz de la creciente conciencia sobre las inversiones ASG.
Beneficios y resultados ambientales y sociales
Los emisores de BI tienen la obligación de financiar iniciativas con beneficios ambientales y sociales tangibles. En algunos casos, ignorar este mandato se convertiría en una violación de la política y acabaría por socavar la credibilidad del emisor. Por lo tanto, es fundamental que se aplique un nivel de supervisión a los réditos del bono para garantizar que los fondos estén logrando los objetivos ambientales y sociales.
Con este fin, los emisores deben garantizar una gestión responsable y eficaz de los réditos del BI, estableciendo una buena gobernanza y objetivos ambientales y sociales sólidos. Se deben establecer criterios de elegibilidad razonables para garantizar que las utilidades del BI se dirijan de manera responsable a proyectos sostenibles y orientados al impacto. Los informes periódicos sobre los beneficios ambientales y sociales alcanzados y los materiales informativos sobre los proyectos logrados deben estar disponibles para los inversionistas y los principales grupos de interés.
¿Cómo impulsar la gobernanza ambiental y social? Seis consideraciones para los emisores de bonos de impacto
Desde la perspectiva del emisor, un BI tiene éxito cuando las iniciativas financiadas por el bono están en condiciones de (i) mantener una liquidez satisfactoria y sostenible y (ii) cumplir con los objetivos ambientales y sociales. Los factores que hacen que los proyectos e iniciativas financiados fracasen generalmente siguen patrones similares, incluyendo modelos comerciales deficientes, objetivos programáticos inciertos o poco específicos, y falta de capacidad local. En el contexto de los proyectos A&S, el greenwashing puede exacerbar fácilmente estos factores.
En mi experiencia, las estrategias para fortalecer la gobernanza de los emisores y aumentar las posibilidades de éxito deben abordar las siguientes seis áreas.
- Enfoque y objetivos del programa: los proyectos financiados por bonos de impacto deben recibir un enfoque y dirección estratégicos por parte del emisor. Para todo el programa, deben establecerse objetivos A&S y financieros que sean específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un plazo determinado, junto con indicadores clave de rendimiento personalizados y un plan de acción. Además, para cada iniciativa financiada, el emisor debe liderar la definición de objetivos específicos del proyecto que puedan contribuir activamente a los objetivos financieros, ambientales y sociales del BI. La línea de base ambiental y socioeconómica local debe reevaluarse periódica y cíclicamente (p. ej., anualmente) para permitir la identificación continua de las necesidades críticas emergentes, las oportunidades y los recursos estratégicos disponibles.
- Selección de proyectos/programas a financiar: se debe promover la complementariedad, integración y diversificación en las iniciativas seleccionadas para ser financiadas con los ingresos del BI, favoreciendo metodologías que evalúen la contribución potencial que cada proyecto puede aportar al logro del BI general. En este sentido, las iniciativas que poseen un valor ambiental predominante pero un escaso potencial comercial podrían complementarse, por ejemplo, con proyectos con retornos financieros más convincentes pero beneficios ambientales ligeramente más débiles, en la medida en que se cumplan los objetivos ambientales y sociales generales del BI. Siempre es importante seleccionar proyectos que cumplan plenamente con la visión del emisor y no perjudiquen su mandato de generar impacto.
- Desarrollo de capacidades: muy a menudo, la implementación exitosa de las iniciativas financiadas requiere la participación e involucramiento de las comunidades locales. En este sentido, se deben desarrollar y fortalecer las capacidades locales para mejorar las habilidades de gestión y aumentar las posibilidades de éxito de las iniciativas financiadas. Los empresarios locales pueden recibir capacitación en gestión de proyectos, disciplinas técnicas y financieras, y en todos los aspectos clave que impulsan el programa del bono, como la resiliencia climática, los impactos y la gestión A&S, y las oportunidades de generar impacto, por nombrar algunos.
- Eficacia del seguimiento y la presentación de informes: los emisores deben acordar los hitos y objetivos financieros, ambientales y sociales específicos del proyecto (alineados con los objetivos generales del bono) para cada iniciativa financiada y evaluar el progreso a través de informes periódicos sobre los planes de trabajo. Además, el emisor debe realizar auditorías periódicas con fines de verificación.
- Gestión A&S: los sistemas de gestión A&S diseñados de acuerdo con estándares internacionales (como el IFC, o el nuevo Marco de Política Ambiental y Social del BID) son herramientas sólidas para fortalecer la gobernanza y las capacidades institucionales de los emisores. La implementación de un sistema de gestión A&S facilita la supervisión de la cartera y mejora en gran medida la confianza de los inversionistas financieros.
- Estandarización del programa: formalizar el concepto de BI y establecer estándares reconocibles para estos productos financieros innovadores (como los estándares del Blue Action Fund) les dará credibilidad y transparencia. Esto, a su vez, podría mejorar la liquidez a futuro de los BI.
Los BI como un nuevo paradigma de inversiones sostenibles y resilientes
En comparación con los bonos tradicionales, los BI son ciertamente productos más sofisticados: finalmente tenemos una forma de inversión que no solo reconoce las externalidades ambientales y sociales, sino que también allana el camino para cambios globales positivos y un nuevo paradigma de inversiones sostenibles y resilientes.
Luis Amayo dice
Justamente estamos evaluando diseñar e implementar un marco general de bonos sostenibles que establezca los principios y condiciones para la emisión de bonos, que impulsen la movilización de capital en inversiones basadas en la naturaleza del Perú, en
el ámbito del sistema financiero peruano, ajustado a los estándares de la International
Capital Markets Association (ICMA) y al marco normativo nacional.
Recomendarias algun trabajo sobre el tema, o algunas ideas que se deban considerar,
Gracias por tus comentarios,