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Los pequeños estados insulares en desarrollo son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Por este motivo, estados insulares de la región Caribe como Jamaica, Trinidad y Tobago o Barbados son laboratorios en los que ensayar medidas de adaptación que les permitan enfrentarse a los desafíos del cambio climático de la manera más costo-efectiva posible.
Un estudio sobre la economía de la adaptación al cambio climático realizado en Trinidad y Tobago ha concluido que existen cinco medidas de menor coste y mayor impacto con una mejor tasa de retorno de la inversión de gobiernos y sector privado:
1. Crear un Código Nacional de Construcción: consiste en desarrollar una normativa a nivel nacional para la construcción de nuevos edificios, de manera que los arquitectos y los ingenieros diseñen edificios más resilientes al cambio climático y estén preparados para soportar impactos como tormentas tropicales, terremotos y otros eventos extremos que serán cada vez más frecuentes.
2. Restauración de manglares: estos ecosistemas aportan grandes beneficios a su entorno, ya que absorben CO2, mejoran la biodiversidad y protegen las costas de la erosión actuando como barrera natural. Además, de ellos se extrae leña y sirven como zona de pesca, contribuyendo al desarrollo de la economía local. Su restauración es una medida de bajo coste y altos beneficios, por lo que constituye otra de las medidas clave.
3. Sistema de alerta meteorológica: se trata de implantar un sistema que recoja la información relativa al clima en la región y permita difundirla en tiempo real vía Internet, televisión, radio, etc. Esta información resultaría muy valiosa para la ciudadanía, ya que de esta forma podrían prepararse para los impactos de los fenómenos extremos como las tormentas tropicales y reducir la cuantía de los daños causados.
4. Protocolos de emergencia y programas de capacitación: estas propuestas están dirigidas tanto a la población en general como a las instituciones. Por un lado, consistiría en homogeneizar los protocolos de emergencia existentes en el país para eventos meteorológicos extremos bajo un marco común, de manera que resulten fáciles y accesibles para la ciudadanía y se difundan públicamente. Asimismo, se desarrollarían programas de capacitación encaminados a formar e informar a los agentes públicos sobre el cambio climático y sus efectos, con el objetivo de capacitarles en el dominio de situaciones de emergencia.
5. Zonas verdes en los tejados de los edificios: mediante esta medida se colocarían “jardines” en la parte superior de los edificios que, además de absorber CO2, favorecerían la climatización de los mismos y reducirían la escorrentía del agua en las ciudades. Además, contribuirían a aumentar la concienciación por parte de la ciudadanía respecto al cambio climático y la necesidad de fomentar las zonas verdes en la ciudad.
Estas medidas son parte de los hallazgos de la metodología Economía de la Adaptación al Clima (ECA, por sus siglas en inglés), que cuantifica los costos económicos que supondría adaptarse a los impactos derivados del cambio climático que actualmente tienen lugar en América Latina y el Caribe. Trinidad y Tobago es el primer país de la región que está aplicando esta metodología a través de un proyecto financiado por el BID y desarrollado por Factor CO2,la Universidad de las Indias Occidentales (UWI) y el Instituto de Hidraúlica Ambiental de Cantabria (IH Cantabria). El estudio será publicado próximamente aquí.
Lee más sobre adaptación al cambio climático en Trinidad y Tobago:
¿Quién va a pagar al flautista del cambio climático? Por Gerard P. Alleng.
Plan de acción sostenible para Puerto España, Trinidad y Tobago.
* Por Kepa Solaun, socio y director general de Factor CO2
Filósofo, abogado economista, y Máster en Gestión Ambiental. Asesor de diversas organizaciones internacionales, su actividad profesional se centra actualmente en el desarrollo de políticas públicas de cambio climático, en el área de economía y cambio climático, así como en la adaptación al cambio climático y la cuantificación de impactos. También es profesor en numerosos cursos y programas formativos relacionados con la temática del Cambio Climático o de la Economía Ambiental.
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Cómo llegar a cero emisiones netas. Lecciones de América Latina y el Caribe (2019)
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No veo en ninguno de sus comentarios, la conservación actual de los bosques, leyes contra la desforestación, ma ntenimiento y creación de areas verdes en areas urbanas, leyes contra el usos de combustibles contamienantes en las industrias. Muchos más importantes que sembrar en los techos
Estimado Gustavo, las acciones que comentas se centran más en el ámbito de la mitigación del cambio climático que en la adaptación del cambio climático, que es el ámbito de referencia del proyecto ECA en Trinidad y Tobago. Cuando hablamos de adaptación al cambio climático, el objetivo no es el mismo que en el caso de la mitigación, ya que no buscamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sino reducir los efectos del cambio climático en los sectores más vulnerables. Es por ello que las medidas son del tipo de reforzar zonas costeras o crear sistemas de emergencia. Estas acciones no conllevan una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que sirven para reducir los efectos del cambio climático y minimizar el impacto.
Habria alguna diferencia, para paises mediterraneos?
Estimada Sara María, la metodología aplicada puede ser replicable en cualquier otra región, de hecho, sería de gran interés que este tipo de estudios se llevaran a cabo en países mediterráneos. No obstante, hay que tener en cuenta las especificidades de dichos países, que implicarían que, por ejemplo, los riesgos a considerar no sean los mismos. En Trinidad y Tobago, entre los riesgos incluidos están el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos o el incremento del nivel del mar. En un país mediterráneo, puede que algunos de ellos coincidan, pero también puede ser que haya que considerar otros que no estén en esta lista, como el riesgo de propagación de enfermedades tropicales y subtropicales como la malaria, por ejemplo. De la misma forma, las medidas propuestas también habrán de adaptarse a las características y la realidad del país.