En América Latina, 13 millones de niños que trabajan se pueden encontrar vendiendo productos al costado del camino, trabajando junto a sus padres en las granjas, como empleados domésticos en los hogares, y haciendo trabajos forzados en industrias peligrosas. A nivel mundial, sin embargo, el número de niños involucrados en el trabajo infantil se ha reducido en un tercio desde 2000, de 246 millones a 168 millones de niños. Esto se debe, en parte, al hecho de que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha dado grandes pasos para estandarizar la edad mínima de empleo a nivel mundial a los 15 años, pero el trabajo infantil sigue siendo un problema, en particular en los países en desarrollo.
Las empresas privadas y los gobiernos pueden ir más allá simplemente garantizando que no hay temas de trabajo infantil mediante la implementación de los Derechos del Niño y Principios Empresariales (CRBP) Estos Principios, desarrollados por UNICEF, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Save the Children, se componen de un conjunto de normas internacionalmente reconocidas que van más allá de los derechos laborales básicos para incluir la seguridad, las prácticas comerciales y publicitarias y las políticas ambientales que protegen los derechos de los niños. Este amplio conjunto de principios busca maximizar los impactos positivos y minimizar los impactos negativos de la conducta empresarial en los niños. “Los niños trabajan por necesidad, dependen de sí mismos o sus familias requieren de sus ingresos para sobrevivir. Los CRBP guían a las empresas en sus esfuerzos por proporcionar trabajo digno a los cuidadores y los jóvenes de mayor edad, lo que ayuda a reducir la presión económica sobre las familias en que se apoya el trabajo de los menores de edad”, dice Cicely McWilliams, asesora superior de Save the Children de Canadá.
Un vistazo a los Principios Empresariales
Las empresas que defienden los derechos de los niños en sus estrategias y operaciones pueden aumentar su reputación y el valor de su marca, atraer a los inversores, obtener ventajas competitivas, aumentar la legitimidad de las operaciones, y contribuir a que los mercados sean más sostenibles e inclusivos.
Los CRBP describen maneras de hacer esto con una lista de principios. Aquí destacamos cuatro de los más notables, y lo que esto significa en la práctica, y en particular para las operaciones financiadas por el BID.
¿Qué puede hacer el BID?
El 12 de junio es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil instituido por la OIT en 2002 para llamar la atención sobre la difícil situación de los niños trabajadores en todo el mundo. Aunque los Estados tienen la obligación primordial de proteger, respetar y mantener los derechos de los niños, con el apoyo del BID, el sector privado tiene un enorme potencial para repercutir en las vidas de los niños, tanto positiva como negativamente. Como una institución de desarrollo, promovemos proactivamente los intereses de los niños, dado que ellos son los agentes que pueden ser empoderados para romper el ciclo de la pobreza. El Banco puede usar los CRBP garantizando que los clientes respeten las prácticas óptimas internacionales, tengan un conocimiento profundo de los derechos laborales infantiles de los países en los que trabajamos, y se aseguren de que los niños menores de edad no sean empleados por nuestros proyectos o las empresas con las que trabajamos.
Estamos en una posición distintiva para fomentar prácticas empresariales ejemplares y garantizar que los niños crezcan sanos gracias a los proyectos apoyados por el BID.
Leave a Reply