Imagina un mundo donde la naturaleza se recupera por sí misma, los ríos fluyen libres, los bosques prosperan y los animales pasean por sus hábitats. En eso consiste el rewilding o reasilvestramiento, una estrategia de conservación que permite a la naturaleza regenerarse y funcionar de manera autónoma. Ahora imagina que todo eso pasa sin comprometer la provisión de alimento, madera, combustibles y productos de la biodiversidad. Puede sonar como un sueño lejano, pero afortunadamente no lo es. ¡Este proceso ya está en marcha! Y en el BID estamos trabajando para que sea una realidad cada vez más cercana.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) define al rewilding como “el proceso de reconstrucción, después de una gran perturbación humana, de un ecosistema natural mediante la restauración de procesos naturales y la red trófica completa o casi completa en todos los niveles tróficos como un ecosistema autosuficiente y resiliente, utilizando biota que habría estado presente si no hubiera ocurrido la perturbación”. Los niveles tróficos corresponden a los eslabones que en la escuela nos enseñaron como “cadena alimenticia”. Es decir, cada eslabón de la pirámide ecológica corresponde a un nivel trófico.
Dicho en simple, rewilding o reasilvestramiento es un enfoque de conservación que busca restaurar y proteger los procesos naturales y las áreas silvestres, permitiendo que los ecosistemas se regeneren y puedan en lo posible volverse autosuficientes.
Rewilding América Latina y el Caribe
En las operaciones relacionadas con agricultura, conservación de la biodiversidad, turismo y gestión de riesgos por desastres, el Banco ha incorporado estrategias que acercan los territorios hacia condiciones silvestres como, por ejemplo:
- ¡Conectar, conectar y conectar!: El concepto de conectividad ecosistémica lo presentó el ecólogo canadiense Gray Merriam en 1984. Con la actividad humana, los ecosistemas han quedado fraccionados en pequeños parches, donde muchas especies ya no logran encontrar suficiente alimento, sombra, u otras condiciones para prosperar. Sin embargo, cuando esas fracciones están conectadas entre sí por corredores que permiten el movimiento de animales (y, con ellos, de semillas, polen y demás), la estabilidad natural de los fragmentos aumenta muchísimo. La creación de corredores ha sido una estrategia usada por el Banco para aumentar la resiliencia de áreas protegidas, la sostenibilidad de agroecosistemas, reducir la frecuencia de peligros naturales y la vulnerabilidad de las poblaciones frente a ellos. Por ejemplo, desde el BID, hemos trabajado con el Gobierno de Colombia y el sector privado para crear corredores entre áreas protegidas, en zonas de cultivos de palma de aceite, cuenca de la Ciénaga Grande de Santa Marta y en áreas prioritarias para el Acuerdo de Paz.
- Restaurar, recuperar, rehabilitar: Estas tres R se refieren a diferentes niveles de restablecimiento del estado original de un ecosistema. Si somos capaces de llevar un área degradada a su estado casi original, en términos de qué especies se pueden encontrar ahí y de qué servicios está proveyendo el sistema, hablamos de restauración. Si la llevamos a un punto medio, para que el proceso natural continúe sólo, lo recuperamos. Cuando el deterioro hace que no sea posible llegar al estado que alguna vez tuvo, podemos facilitar que en ella se establezca un sistema natural alternativo que provea algunos servicios ecosistémicos; eso es rehabilitación. Estos esfuerzos por recuperar elementos silvestres perdidos los hemos aplicado en proyectos de muchos tipos, como en intervenciones de turismo en los que las áreas silvestres hacen parte de la experiencia. Por ejemplo, con el Gobierno de Bahía (Brasil), el Programa de Desarrollo Turístico de Salvador de Bahía contempló como una de sus actividades la repoblación del área con vegetación nativa, específicamente restinga, la cual funciona como una barrera contra el avance del mar en las zonas de playa. A través del programa se han desarrollado e implementado técnicas de replantación, junto con la creación de un semillero de restinga para generar plántulas que podrán ser replantadas en otras zonas costeras de la ciudad.
- Producir de manera sostenible: Algunos sistemas productivos permiten el aumento en simultáneo de los beneficios productivos y ambientales. Por eso el BID ha promovido la implementación de sistemas agroforestales, silvopastoriles, prácticas de conservación de suelo y, en general, sensibilización sobre prácticas sostenibles en la producción agropecuaria. En este tipo de sistemas productivos se reponen elementos del ecosistema original y se usan elementos adicionales que contribuyen a la conservación de suelos y reciclaje de materia orgánica, ayudando a prevenir la erosión, aumentar la fertilidad y mejorar la productividad del suelo. Actualmente, el Banco está trabajando con los gobiernos del sur de Sudamérica en una Plataforma de Ganadería Sostenible para las Américas, mecanismo institucional que medirá y monitoreará los avances regionales en esta materia y su evolución en el tiempo, a la vez que promoverá una difusión más rápida y amplia de tecnologías limpias y respetuosas con el clima, y acelerará la transición hacia sistemas con niveles más altos de sostenibilidad económica, social y ambiental,
Beneficios del Rewilding
Con acciones como estas, nos aseguramos de generar beneficios que son cruciales para la salud de nuestro planeta y el bienestar humano.
- Restauración de la biodiversidad: La reintroducción de especies clave puede tener efectos cascada positivos en todo el ecosistema, ayudando a restaurar los equilibrios ecológicos, y proveyendo servicios ecosistémicos como los recursos de agua y aire limpio y la regulación del clima.
- Mitigación del cambio climático: Los ecosistemas saludables actúan como sumideros de carbono. Por ejemplo, la restauración de bosques permite capturar grandes cantidades de dióxido de carbono.
- Revitalización de las economías locales: El turismo de naturaleza, la conservación y la gestión de las tierras favorece la creación de nuevos empleos e ingresos para las comunidades.
En el BID estamos comprometidos con la restauración, recuperación y rehabilitación ecológica. Al regresarle el espacio a los sistemas salvajes podremos generar un mayor impacto positivo en el medio ambiente, cimientos que permitirán construir un futuro más resiliente y próspero en la región.
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