La naturaleza que afecta al transporte y viceversa
Muchas veces nos preguntamos qué tienen que ver los servicios ecosistémicos con el transporte. En el BID cuando escuchamos que en la División de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Administración de Riesgos por Desastres (RND) hay un programa para integrar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en los sectores productivos (Programa BIO) algunos piensan: “¿será otro invento para trabajar en vano?”. Bien, creo que el tema se merece una explicación.
No podemos desligarnos del hecho de que todos somos parte de un gran ecosistema y que el hombre lo viene modificando desde hace millones de años, sobre todo en los dos últimos siglos. Como seres humanos, dependemos del bienestar de nuestro medio ambiente para sobrevivir y es allí de donde surgen los servicios ecosistémicos. El hombre puede sobrevivir un par de semanas sin comida, unos días sin agua y solamente unos minutos sin oxígeno. Son estos los elementos de los que dependemos y son estos los servicios que nos proporciona la naturaleza.
Nuestros proyectos de transporte pueden afectar al medio ambiente o a la vez ser afectados por fenómenos naturales en dos vías:
1. Las características geológicas y geotécnicas de los terrenos que atraviesan nuestras carreteras impactan los diseños de ingeniería. La apertura del derecho de vía en zonas montañosas puede ser fuente de fenómenos de inestabilidad y deslizamiento que acortan la vida útil de los proyectos e incrementan los costos de mantenimiento. La deforestación, la disposición inadecuada de materiales de corte y otras actividades propias de las obras que financiamos pueden contribuir a multiplicar los impactos geotécnicos negativos.
2. El agua de escorrentía sin una adecuada gestión va a ser enemigo permanente de cualquier proyecto de obra civil que emprendamos, incluso en terrenos relativamente planos. También puede verse exacerbado por los cambios que se prevé ocurran con el cambio climático.
¿Por qué toda esta reflexión? Porque hay servicios importantes que recibimos de los ecosistemas: la estabilidad de los taludes, la infiltración de escorrentía, la calidad del aire, la depuración de aguas y los insumos que necesitamos para vivir.
Por todo esto, uno de los objetivos de la colaboración entre las divisiones de Transporte y RND es tener herramientas, como esta publicación Carreteras y Capital Natural, que permitan dar un valor a los servicios ecosistémicos que recibimos y evaluar el costo de la pérdida de aquellos que deterioramos. Para que de esta manera la estrategia BES se convierta en un elemento adicional de la factibilidad socio-económica de nuestros proyectos. En futuros posts entraremos en más detalles y referencias.
* BES: Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, por sus siglas en ingles
Foto: tomada por Nathan Hoyt ©CC BY-NC-ND 2.0
Rafael M. Acevedo Daunas es especialista líder en la división de Transporte del Banco, donde previamente se desempeñó como coordinador del Plan de Acción de Transporte Sostenible y en la actualidad prosigue su trabajo desde la oficina de Paraguay. Se incorporó al BID en el 2001 y desde entonces ha participado en la preparación de préstamos para proyectos de infraestructura, energía y transporte en la mayoría de los países de América Latina. Su experiencia combinada en temas de medio ambiente y cambio climático así como en transporte, energía y otros campos le ha permitido participar activamente en distintas iniciativas relacionadas con el cambio climático y la nueva iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles. Antes de su ingreso al BID, trabajó durante más de veinte años como consultor de ingeniería ambiental en Colombia, Canadá, Panamá, Bolivia, República Dominicana y otros países, de forma independiente y como socio de dos reconocidas firmas consultoras en Colombia y Canadá. También se desempeñó como funcionario público en el Ministerio de Salud de Colombia, donde trabajó en la preparación de normas ambientales para el país y como profesor a tiempo parcial en la Universidad de los Andes en Bogotá.
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